Martes 15.3.2022
/Última actualización 11:19
La primera y única pregunta que sobrevolaba la tierra de los albañiles (Acosta-Silva), del querido Ramón Cabrero (dirigió al "Negro" en las épocas duras de tablones en la "B") y del inoxidable pero ahora maltratado "Pepe" Sand era muy clara: ¿por qué Colón cambiaba tanto para esta partido con Lanús en la previa al clásico ciudadano del sábado que viene en el Cementerio de los Elefantes?. Se suponía, a priori, que el after tendría las respuestas.
Veamos el escaneo previo del Mundo Colón: 1) 10 puntos de 15 en Liga; 2) Segundo de su zona y clasificado; 3) Primera etapa de Copa Argentina, adentro; 4) En el global del "Emperador", 13 de 18 desde que asumió en Colón; 5) El asterisco, no menor, que recién en la séptima y en el derby empezará a jugar de local (resignó dos juegos en Patronato) y que el arranque había sido con Boca en la mismísima Bombonera Beach.
En consecuencia, después del 0-1 terrenal con Tigre (digo terrenal porque es no que perdió mal porque lo bailaron o lo golearon), JCF pegó el "banquinazo" con todo: cambio de nombres, cambio de esquema y hasta cambio de estrategia.
¿Qué pasó en sólo seis días post Victoria?...¿por qué tanto temblor en el once titular?. Es posible que, como ocurre muchas veces, el entrenador haya manifestado hasta acá públicamente un conformismo que no va de la mano con el análisis real de la almohada. Si algo no le va a faltar a Julio es, con más de 700 partidos sentado en un banco con las dos letras (DT), es justamente viveza criolla para decirle una cosa a la prensa y pensar/hacer otra puertas para adentro.
Otra cosa que está masticada para estos tiempos es que jugadores profesionales (y campeones) deben estar acostumbrados a jugar en, al menos, dos posiciones dentro de un mismo bloque y con distintos esquemas o dibujos tácticos. No se necesita Harvard para éso. La gran duda es el tiempo real de trabajo para cada numerito de teléfono: del 4-4-2 al 5-3-2.
Lo otro, bien típico de esta comarca futbolera, es que el entrenador sabalero hubiera "usado", en parte, lo de este domingo en Lanús pensando en el clásico del sábado en el Cementerio. El historial reciente marca que el que guardó o escondió antes del derby siempre calculó mal en Santa Fe. De un lado y del otro. Y en el caso de Colón dio la impresión que jugó los últimos clásicos ciudadanos (nada que ver Falcioni, obvio) pensando en otra cosa: las piernas (ponele) en la cancha y la cabeza, mente y alma en otros lados...Independiente del Valle, Talleres de Córdoba y River Plate. ¿El resultado?: lo pagó carísimo. Apenas un punto de nueve en el pica-pica capitalino.
En principio, el Colón de los primeros minutos justificó ese cambio de esquema de Falcioni: no salió a esperar de manera tibia como en la cancha de Tigre, sino que salió dispuesto a jugar más arriba e intentar atacar. Lo hacía soltando los laterales-volantes (Meza por derecha, más y mejor que Teuten por izquierda) y con el binomio Aliendro-Bernardi más al lado de "Pulga" que de Lértora.
Colón empató con Lanús 1 a 1
No hay que hacer ningún curso de analista de video para darse cuenta que Almirón, que parece la reencarnación de Menotti en este rubro, marca peligrosamente con centrales en línea. Entonces, no se había alcanzado a batir el café de domingo que Garcés la tiró larga y Beltrán se fue solo al gol, cara a cara con Monetti, pero esta vez un arquero que hace todo mal hizo todo bien: rodilla a tierra, arco achicado y gol salvado. No fue clara, fue clarísima.
Con la misma fórmula (pelotazo cantado para centrales en línea), le volvió a quedar al ex River pero la tiró a las nubes. Era mejor Colón, manejaba la pelota y estaba cerca del gol. Ese mismo gol que llegó pero fue anulado por un uña: linda sociedad Aliendro-Meza por derecha, un taco delicioso del goleador en San Juan y el "4" de las inferiores que habilita a un "Pulga" que la manda a la red, pero Scime con el "VAR humano" levantó la banderita. Por poquito, pero estaba adelantado. Era un buen debut del 5-3-2 en esa casi primera media hora de Burián como simple espectador.
Hasta que Malcorra (siempre abierto) inventó una diagonal, lo tocaron y a pesar de seguir con la pelota, Abal cobró infracción. Ahí, el ex Unión dejó en claro que está en el top 3 de los que mejor le pegan a la pelota en la Argentina: la rosca perfecta y Matías Pérez que salta más alto justo en el medio de la doble marca de Lértora-Beltrán y la pone lejos de Burián. Increíble pero real: la primera pelota que tocaba "Cachorro" era para ir a buscarla al fondo de su arco para que Colón saque del medio.
En ese cuarto de hora final se "pinchó" Colón: sintió el golpe del gol. Incluso, Lanús se pudo poner 2-0 después que Malcorra le volvió a prender mecha por izquierda a la carrera y el "Laucha" Acosta la tiró arriba por el segundo palo. Sin dudas, hasta allí, el gol lo había cambiado todo de golpe.
Galería Bica: Lanús vs. Colón
El complemento pareció arrancar igual (Burián se lo sacó abajo a Malcorra y evitó el 0-2) e incluso Abal le perdonó la vida a Delgado, a quien amonestó en la primera cuando lo tumbó al "Laucha" y miró para otro lado cuando derribó a Pérez frenando una contra. Había mejorado el equipo de Falcioni para llegar al empate con dos lindos centros-gol de Meza, pero al gol de Colón se lo hizo Lanús. Apareció en escena "el Donnarumma Argentino", pateó casi desde abajo de su mismo arco con Beltrán encima y el ex River festejó el gol más fácil de su corta carrera. En eso, lo de goles "regalados", viene derechito el "Emperador".
El regalo navideño en marzo de Monetti hizo que el partido se armara: le quedó a Meza el 2-1 después de una tremenda "avivada" del "Pulga" sacando rápido un "pique" de Abal pero el chico (de muy buen juego) la tiró arriba de zurda y también le quedó el 2-1 a Aguirre en el otro arco pero se lo achicó todo Burián salvando a Colón. Así, desprolijo y todo, estaba lindo el ida-vuelta en el sur.
Los cambios lo terminaron de "romper" al partido. En ese río revuelto, Colón debió pescar más y mejor que el local; no sábalos sino goles. Y la mejor caña y medio-mundo la usó Facundo Farías, que brilló en una ráfaga de potrero: remate de lejos que sacudió a Monetti, pase gol a Meza que terminó con el balón dando en el caño y centro-gol a la cabeza de "Wanchope" que terminó en manos del golero granate.
Colón mejoró mucho con la pelota (el mejor fue Meza, lejos), pagó muy caro esa distracción de marcaje en el gol de Lanús y, al mismo tiempo Lanús pagó carísimo (al valor blue) ese blooper de Monetti que se hizo el gol solo pateando encima de Beltrán abajo de su arco.
Antes del clásico y luego del traspié en Victoria, Colón dejó cosas positivas. Hubo mejorías individuales (Meza, Beltrán, Farías) y el equipo se sintió mucho mejor con el 5-3-2. Eso sí, cuando no pasaba nada y Lanús ganaba 1-0, el "Donnarumma argentino" (Monetti) lo revivió a Colón en el sur de Buenos Aires.