Juan Raúl Moncada
Si bien en el primer tiempo ya perdía 1 a 0 no había sido malo el primer tiempo “sabalero”, donde el elenco de Johansen dispuso de un par de situaciones como para empatar. En el complemento se vino la noche y Gimnasia lo terminó goleando.
Juan Raúl Moncada
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Realmente lejos de gustar y de ilusionar pero Colón no había tenido un mal primer tiempo, también es realidad que a esta altura el hincha ve con mucha alegría cualquier leve mejoría; pero fue solo una ilusión, un pequeño amague lo del primer tiempo; porque cuando el local lo dispuso lo lastimó y como en una película que vimos a lo largo de todo 2016... Colón no se pudo levantar y terminó siendo goleado.
Es verdad que el primer tiempo terminó con la derrota 1 a 0 de Colón, pero también es verdad que el resultado no reflejaba lo que había sucedido en la cancha, con un Colón que si bien no ofreció garantías en el fondo, tampoco Gimnasia lo había dominado como para merecer una ventaja; es verdad la vieja frase que los goles no se merecen, si no que se hacen y este lunes fue una realidad.
No pasaba mucho hasta que Maximiliano Meza acomodó un tiro libre inatajable para Broun, por lo que a los 24 minutos Colón ya tenía que remar desde atrás; tuvo un buen primer tiempo Silva con varias corridas y lo del pibe Leguizamón también fue bueno, (una pena que el chico de las inferiores siempre le esté tocando jugar con un equipo es desventaja, cuando se hace todo apurado). Iberbia supo aportar sus cosas en ataque y en estos tres jugadores pasó lo mejorcito.
Poco y nada de Sperduti y Colón que tuvo algunos arrimes como para ilusionarse con el empate se terminó yendo a los vestuarios abajo y de ahí en mas, una historia que vimos casi todas las fechas y que lamentablemente se hizo una costumbre.
El complemento
Se terminó viniendo toda la estantería abajo y fue a los pocos minutos de iniciada la etapa; un pelotazo largo, un rechazo a medias y la pelota que le quedó al goleador Walter Bou para batir a Broun y definir el partido, porque si bien recién arrancaba el complemento y Colón podía mejorar, no lo hizo y la película de siempre comenzó a rodar; con un rival que de a ratos se lucía y cuando quería lo complicaba, mientras el “sabalero” era solo ganas, un poco de empuje y nada de fútbol.
Johansen movió rápido el banco y metió a Lagos por Sperdutti y a los dos minutos metió a Figueroa por Leys buscando mayor juego, pero nada cambió y Colón siguió siendo un equipo que en ningún momento daba la impresión de poder pelearle el partido a Gimnasia.
Lagos quedó solo frente a Alexis Arias, pero el disparo del punta, terminó cayendo dentro del óvalo del hipódromo platense, tal vez si entraba la cosa podría haber cambiado, pero en realidad no entró (ni estuvo cerca) y tampoco cambio nada.
A los 38 Johansen metió al pibe Sandoval por Ledesma cuando ya quedaba muy poco y cuando ya no había mucho para hacer y la pregunta se cae de madura, ¿por que?, ¿para que?, no hubiese sido mejor meterlo a los 20 cuando podía haber hecho algo; otra cosa, de las tantas que no se entienden en este equipo, que solo encuentra alivio en el fin del torneo.
Sobre el cierre llegó el gol de Niell para decorar el resultado de un partido que ya estaba definido hace rato.
Habrá que “repensar” las cosas, elegir bien y apuntar a realizar un muy buen torneo, porque de esta forma, el temido fantasma del descenso va estar conviviendo con Colón en todo lo que resta de este año.
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