Colón navega con menos marineros

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Para Comesaña y los dirigentes que lo contrataron se trata de un momento de transición. Ya lejos de cualquier copa —algo que no había pasado en los dos primeros años de Vignatti con Eduardo Domínguez—, lo que quedan son 18 puntos valiosos pensando a futuro. No hace falta explicar lo que le pasa a los equipos cuando hacen la plancha sin sentido. Así, Colón navegará en las aguas cordobesas con varios marineros menos (cinco bajas y una duda) y ante un rival que promete jugar “el partido del hincha”, no sólo por la eliminación copera sino por todo lo que signfica la despedida que hizo el “Cholo” Guiñazú en las últimas horas en el Mundo Talleres.

El ex DT del Junior ni bien llegó a Santa Fe dijo que sus esquemas preferidos son el 4-4-2 o el 4-3-3. Claro que éso, para don Julio Avelino, siempre y cuando se generen condiciones normales. Y lo que pasó en los últimos días no son condiciones normales: tres lesionados en un partido y dos lesionados más en una práctica “a escondidas”. Además, un retorno al que le falta rodaje.

Así las cosas, como pasó pocas veces en su vida de entrenador, el DT más longevo del continente experimentará un 5-4-1 para ir al Mario Alberto Kempes contra un Talleres furioso, que quiere sacarse la espina chilena que tiene clavada por la doble eliminación copera (primero afuera de la Libertadores y después de la Sudamericana). Además, los dirigentes de la “T” organizaron “El Partido del Hincha”, no sólo para rendirle homenaje a lo que hizo el equipo sino también por el retiro del fútbol profesional del “Cholo” Guiñazú.

A los tres jugadores descartados desde el vamos por el partido con Banfield (Fritzler y la “Pulga”, desgarrados; Celis con un intercostal), se sumaron dos bajas más en el misterioso sistema de ensayo —dijeron que se entrenaba a la tarde y lo hizo a la mañana— que trajo Comesaña desde la tierra de Juan Valdez: Leo Heredia y Tomás Chancalay.

En el caso del “Pupa”, sufrió un esguince en su tobillo izquierdo y ni siquiera viajaría a Córdoba integrando la delegación sabalera. En cuanto al juvenil Tomás Chancalay, sufrió un problema en el peroné y también se pierde el juego con Talleres.

Sin dudas, muchos marineros menos para navegar al triunfo en el Mario Alberto Kempes a las 17.10 del domingo cordobés. Aún en medio de un tiempo de transición, sin copas, no sería conveniente seguir regalando puntos como en los últimos tiempos.

Casi 5.000 lugares para Racing

El sábado que viene en cancha de Colón, el equipo de Coudet tendrá a disposición 4.000 entradas generales (a 800 pesos) y 770 plateas (a 1.400 pesos). Los hinchas académicos ocuparán la tribuna Sur y los tickets estarán a la venta por el sitio Boletería VIP, por lo que los socios y los abonados tendrán prioridad para quedarse con los boletos. El día y horario del expendio se dará a conocer en las próximas horas, debido a que hubo un error y se comenzaron a vender sin la confirmación oficial.

Colón inició las conversaciones hace unos días, a través del vicepresidente Patricio Fleming, quien se reunió en un par de ocasiones con Fernando Peverengo, el secretario de Seguridad Deportiva de la provincia, quien dio el visto bueno para acompañar el pedido de Colón y que el encuentro se juegue con las dos hinchadas, por lo cuál habrá un marco multitudinario de gente en el estadio Brigadier López el sábado de la semana que viene.

Será la cuarta vez que Racing tenga el acompañamiento de sus hinchas jugando de visitante en la Superliga que lidera en soledad. El 16 de septiembre de 2018, por la fecha 5, Racing venció 1-0 a Lanús con gol de Jonatan Cristaldo y el respaldo de 5.600 hinchas. Por la 14ª jornada, la Academia venció 3-1 a Talleres en el Mario Alberto Kempes. Alrededor de 10.000 personas coparon la tribuna visitante Luis Artime y deliraron con los goles de Ricardo Centurión y con un doblete de Lisandro López.

La estadística final indica que Racing jugó 3 partidos de visitante con su gente y se impuso en todos. Más: anotó 7 goles y recibió 2. Tal vez por eso sonríen los dirigentes por estas horas: además de la buena gestión, se aferran a las cábalas.