Colón arma su fortín con ratos de buen fútbol y lluvia de goles: 4-0 ante Patronato
El primer tiempo fue lo mejor, liquidó el partido e hizo que el segundo tiempo estuviese de más. Otra vez Prediger entre los mejores, esta vez muy bien acompañado, sobre todo por Sabella. La contundencia fue el fuerte sabalero.
La consigna de hacerse fuerte de local, se viene cumpliendo. Crédito: Pablo Aguirre
Ese festival de goles que armó Colón en el primer tiempo, se respaldó en dos aspectos clave: 1) en 12 minutos y con una eficacia ciento por ciento, Colón ya tenía un 2 a 0 impensado a su favor; 2) a partir de ese momento, el buen trato de pelota en el mediocampo y la agresividad para seguir atacando, se encargaron de justificar plenamente un resultado parcial que se estiró a un 3 a 0 con un gol en el final de la etapa que prácticamente le ponía cierre al partido sin que se haya disputado ni siquiera la mitad del tiempo.
El concepto de “impensado” para ese 2 a 0 a los 12 minutos, se basaba en la actitud protagónica que pretendió asumir Patronato en el arranque del partido. Le duró un ratito. El remate de Lago después del centro de Talpone, le frenó esas aspiraciones. Y el segundo, en una jugada que dejó un margen de duda por la airada protesta de Salvá cuando Lago intentó saltarlo y teóricamente le pegó en el brazo, fue lo que terminó de echar por tierra la planificación inicial. Luego de esa acción, el rebote que dio Salvá fue a los pies de Sabella, de buen primer tiempo, que definió con el arco desguarnecido.
El partido estaba en pañales y con el exclusivo argumento de la contundencia, Colón lo ganaba con amplitud. A partir de allí lo empezó a justificar. Y lo hizo plenamente. Prediger fue el patrón del medio, Sabella y Talpone confundieron con su movilidad, Jourdan y Lago le dieron velocidad y agresividad por afuera. Faltó el aporte de Axel Rodríguez, pero el centrodelantero se redimió en el final cuando conectó el remate de Jourdan, que le pegó fuerte al arco después de haber recibido totalmente solo entrando por su sector en el final de la parte inicial.
A eso, hay que agregarle el buen dispositivo defensivo. Herrera y Castet clausuraron los laterales, Lopes y Goltz se complementaron bien y Vicentini apenas tuvo que intervenir con algún tiro libre desde afuera del área que le picó antes y pudo ser complicado por el estado del campo de juego.
El 3 a 0 parcial se presentaba como lapidario, casi decisivo. Delfino decidió sacar a Talpone, un jugador que viene rindiendo de menor a mayor y que había redondeado un buen primer tiempo, pero estaba amonestado. Y el técnico aprovechó para el ingreso de Bernardi, dándole un rato más del tiempo que le venía dando, ya con el objetivo de ir aumentando la cantidad de minutos en cancha de un hombre que fue clave en el título logrado en 2021. Ovación y cinta de capitán para Bernardi, ritual que se repite en cada partido de los que le tocó ingresar.
Además de la entrada de Bernardi, se dio un retoque táctico. En el primer tiempo, Prediger fue el vértice de un triángulo que completaron Talpone y Sabella un poquito más adelantados. Con el cambio, Sabella se retrasó unos metros para arrancar desde más atrás y Bernardi fue de media punta, detrás de Axel Rodríguez. Más allá de esto, Colón manejaba la pelota al influjo del fútbol de Prediger y Sabella.
Pasado el cuarto de hora, Delfino le dio minutos a Leguizamón y metió un hombre de marca (Vega) para que le diera una mano a Prediger, sacando a un Sabella de muy buen partido, no sólo por el gol convertido, sino porque fue el encargado de manejar la pelota durante la hora de juego que estuvo en la cancha.
El control del partido perteneció siempre a Colón. La reacción de Patronato no llegó nunca, aún a pesar de los cambios que intentó Perazzo. Apenas algún remate desde afuera de Arnaldo González o de Pereyra y casi nada más.
El tiempo se fue consumiendo sin riesgos para Colón. Y esto también posibilitó que, por ejemplo, aparezca Delgadillo para mostrarse. Salió Jourdan (otra vez de buen partido), pasando el incansable y encarador Lago al costado derecho, para que Delgadillo se ubique por izquierda, que es su posición natural. Y lo primero que hizo Delgadillo, sin haber bautizado todavía la pelota, fue ejecutar un tiro libre aprovechando su buena pegada de zurda, rematando muy cerca del palo izquierdo de Salvá.
Dio la sensación de que el segundo tiempo, más allá de estas cuestiones apuntadas, realmente estuvo de más. Por momentos, Colón quiso que los minutos pasaran haciendo tenencia de pelota. Y como la reacción de Patronato no llegó nunca, entonces el partido hasta se tornó intrascendente, situación que, más allá de la tranquilidad que le daba el 3 a 0, no agradaba para nada a Delfino, que constantemente le remarcaba aspectos del juego a sus jugadores.
El partido tuvo dos tiempos diferentes para Colón. Desde ya que el simple hecho de haber convertido tres goles en el primer tiempo, exime de mayores comentarios. La persiana se bajó demasiado temprano y Patronato no hizo nada para revertir la situación. Sólo quedó el claro penal a Delgadillo y el penal que ejecutó Leguizamón en el último suspiro para colocar el 4 a 0 final.
Tercer partido de local y tres victorias. La consigna de hacerse fuerte de local, se viene cumpliendo. En los dos primeros partidos, fue exiguo el resultado final. Esta vez no. La contundencia se agregó como un condimento más a una superioridad muy clara que supo plasmar durante buena parte de los 90 minutos.
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