Hay un poco de mejoría y méritos, pero no puede ganar
Gorosito exprime, saca algo de jugo pero no le alcanza
Desde que llegó a Colón, acumuló cinco empates. Hubo partidos en los que mereció la victoria pero no la consiguió, como pasó el domingo con los tucumanos y esa muralla llamada Tomás Marchiori, su arquero. El equipo está último, hace seis meses que no gana y por eso la gente se fastidia.
Gorosito exprime, saca algo de jugo pero no le alcanza
Hay que partir de un diagnóstico que, al menos para quién esto escribe, es bastante claro: 1) este es un plantel que se viene desjerarquizando desde el mismo momento en que logró el título de campeón, que no mantuvo su nivel, que no reemplazó las salidas anunciadas de jugadores clave y que en este último tiempo se terminó de armar sin recursos económicos; y 2) Pipo Gorosito lo tomó en plena competencia y sin la posibilidad de incorporar jugadores, no pudo ganar todavía pero tampoco perdió y consiguió que la imagen mostrada sea de más competitividad.
Dicho esto, se me ocurre que es importante saberlo para llegar a la conclusión de que este Colón no está para asumir algún protagonismo fundamentado. Al menos por el momento. Pero tampoco está para que pase tanto tiempo sin ganar un partido y para que se convierta en el único equipo de los 28 que juegan este torneo de la Liga Profesional, que todavía no pudo gritar victoria.
Gorosito se encontró con un plantel diezmado y confundido. Le faltaba todo lo que le puede faltar a un equipo: condición física, idea táctica, plan estratégico y confianza. El buen comienzo con Saralegui se había desvanecido casi por completo. Los tres primeros partidos de este año fueron realmente flojos y no le alcanzó la mejoría en el clásico para mantenerse en el cargo. Ya Vignatti lo tenía decidido, a pesar de que había tenido un esbozo de respaldo antes de enfrentar a Sarmiento de Junín, que fue el partido bisagra que decidió el "no va más" para el uruguayo, por más que luego se haya quedado a dirigir al equipo en el clásico. La decisión estaba tomada y Pipo era el elegido.
Joaquín Ibañez intenta desbordar por el costado izquierdo. No tuvo un buen trabajo y ese sector, junto con Nardelli, ofreció ventajas que el rival aprovechó. Créditos: Pablo Aguirre
¿Qué hizo Gorosito?, lo que todos esperábamos: que lo mejorara al equipo. Colón ha crecido, pero siempre dentro de esos parámetros de mediocridad y limitaciones. ¿Podrá abandonarlos?, a priori y a simple vista, resulta difícil. Con Pipo mereció ganar en la mayoría de los partidos (creo que en todos, a excepción de Gimnasia). Pero no ganó. El domingo, con Atlético Tucumán, fue el "colmo". Tuvo un penal y tres atajadas tremendas de Tomás Marchiori que le impidieron una victoria por la que había acumulado mayores méritos que el rival.
Es cierto que no encontró solidez por el sector izquierdo (Nardelli e Ibañez), que Moreyra fue muy impreciso con la pelota, que Perlaza entró bien pero enseguida se fue desvaneciendo en su rendimiento y que los cambios le terminaron dando mejor resultado a Pusineri que a Gorosito, porque cuando el partido se "rompió" en el final, fue el momento en el que Atlético avanzó con más posibilidades de complicar al fondo sabalero. De todos modos, nada que ver con lo que Colón produjo en el otro arco, haciendo figura indiscutible del partido a Tomás Marchiori, el arquero de Atlético.
Pipo Gorosito cree que Colón mereció ganar el partido con Atlético Tucumán. Y cree bien. Pero la victoria tarda en llegar. Lleva cinco partidos dirigidos, con cinco empates. Créditos: Pablo Aguirre
"No hay mal que dure 100 años, ni tampoco 100 partidos". Colón va a ganar en algún momento y cerca estuvo de conseguirlo sin la necesidad de tener que llegar a esta instancia en la que ha igualado el peor arranque en Primera de toda su historia (igual al del Metro de 1973), con la difícil misión de tener que ganarle a Boca el domingo en la Bombonera para no superar aquella marca de 9 partidos sin victorias del equipo que por ese entonces dirigía José María Silvero, el hombre que había reemplazado al Vasco Urriolabeitia y que fue bancado por la comisión directiva del contador Salerno a pesar de los malos resultados.
No es un descubrimiento si se dice que Colón no da las mismas seguridades defensivas de antes, que no tiene suficiente jerarquía en el armado de juego en el medio y que no puede consolidar en el arco de enfrente la superioridad que marca sobre sus rivales en el juego. Tampoco se puede desconocer que con Pipo ha crecido y que algunos retoques que hizo, en lo individual, potenció el rendimiento de ciertos jugadores, como ha pasado puntualmente con Pierotti y en parte con Moreyra, aunque su nivel fue de mayor a menor.
Entusiasmó Colón con esos primeros 10 minutos ante los tucumanos. Presionó muy bien sobre la misma salida del rival y esto le dio la razón a Gorosito en aquella elección que hizo de Neris por encima de Wanchope. Con Neris tenía piernas y aire para ir sobre los defensores rivales e impedir que pudieran salir cómodamente desde el fondo. Lo consiguió al máximo en esos primeros 10 minutos, aunque sin profundidad y el envión le sirvió para que buena parte del primer tiempo lo tenga asumiendo la iniciativa del partido, algo que también mantuvo en el arranque del segundo tiempo. En el único momento en el que se confundió, fue en la parte final. Como decíamos, cuando el partido se "rompió" y la mitad de cancha se convirtió en un lugar de tránsito sin obstáculos, Atlético dejó su mejor imagen.
Gorosito lo tiene a Farías (cumple seis meses desde que se rompió los ligamentos cruzados), a Vega y a Troncoso afuera. Son jugadores que pueden aportarle algo diferente. A Troncoso y a Farías les gusta arrancar desde más atrás y no ir tan de punta. En ese lugar de la cancha, Arrúa no aporta en la medida de lo esperado todavía. Estuvo cerca del gol ante los tucumanos, pero le está costando destacarse en esa tarea de crear juego que el equipo necesita de él. Y en el caso de Vega, quizás tenga a priori la dosis necesaria de jerarquía que se necesita, pero las lesiones contínuas lo vienen marginando y es muy poco lo que se ha visto de él, en un lugar muy sensible a partir de la salida de Lértora y Aliendro, figuras indiscutibles y hasta ahora irreemplazables del Colón campeón de Domínguez.
Vuelta al trabajo
El plantel sabalero tuvo este lunes de descanso y vuelve a entrenar el martes con vistas al encuentro del domingo ante Boca en la Bombonera.
Boca juega el jueves y busca DT
"Si existe la chance, nos sentaremos a hablar". La frase abre la puerta, invita a entrar, genera expectativa. Es cierto, también es una declaración políticamente correcta, pero Diego Martínez bien pudo elegir otra respuesta. En todo caso, eligió dejarla picando y que su nombre se instalara todavía más en el Mundo Boca y en el Consejo de Riquelme. Como fuera, el DT de Tigre está en la mira de Román y los suyos, que continúan en la búsqueda del nuevo entrenador. Y en el interior del búnker de Ezeiza, esos dichos se tomaron como una buena señal, indica en el diario Olé el periodista Sergio Maffei.
La victoria ante Barracas, y sobre todo el nivel de un equipo que cambió su imagen de la mano de Mariano Herrón, tranquilizó las aguas. Pero no detuvo las gestiones. Boca sigue a la caza de un entrenador que lo haga salir del técnico en modo joystick, que abandone la fórmula ya agotada del DT de la Reserva o, en este caso, del interino del interino del interino. Y entonces, tras el no de Martino, justamente uno de los nombres que más creció fue el de Diego Martínez, el que también sin querer queriendo terminó dándole otro empujón a su candidatura.
-¿Hay chances de que Martínez sea el nuevo DT de Boca?
-Sí.
La pregunta de Olé, simple, concreta, viajó directo al predio de Ezeiza y volvió a velocidad luz. Sin vueltas. Con contundencia. Casi tanto como la repregunta, a otro protagonista de esta historia, como para testear también el grado de sintonía. "Lo que declaró cayó bien. Nunca es lo mismo una puerta cerrada, que una entreabierta...".
¿Entonces puede decirse que Boca irá a la carga de Martínez? Por lo pronto, es un gran candidato. Pero a su vez, en el búnker del Consejo hoy todo se maneja con otro hermetismo. La negativa de Martino no sólo golpeó duro, sino que expuso que Boca se jugó un pleno fuerte y, luego del no, quedó descolocado. Por lo cual, el plan B se cocinará a fuego lento, también observando cómo marcha el inicio del ciclo Herrón, para ver qué margen de negociación permiten los resultados inmediatos.
Por empezar, el primer paso, que era salir con éxito de la salida Ibarra, ya fue hacia adelante. Generó calma. Y un buen debut en la Copa en Venezuela también puede generar cierto alivio a la hora de no ir a una negociación con la presión que genera la necesidad y la urgencia. Por lo pronto, Herrón está confirmado para el choque ante el Monagas. Es decir, ya ganó días claves, que un golpazo en Barracas hubiesen alterado. Pero la Libertadores, a su vez, no da permite dormirse. Por eso, habrá que estar atento al resultado del jueves.
El DT de Tigre, además, dejó en claro que el interés de Riquelme lo conmueve. "Me genera orgullo y satisfacción. Todo sabemos lo que genera Boca", dijo quien justamente trabajó en las Inferiores del Xeneize hace siete años. "Ahí me formé como entrenador", reconoció. Igualmente, dejó en claro que se siente bien en el Matador: "Acá estoy feliz y valorado". Es lógico.
Coqui Raffo lo llevó a Diego Martínez a las Inferiores de Boca, en donde dirigió a varios chicos que hoy son de Primera.Coqui Raffo lo llevó a Diego Martínez a las Inferiores de Boca, en donde dirigió a varios chicos que hoy son de Primera.
El jueves, en Venezuela, dirigirá Herrón. El domingo, ante Colón, ¿estará otra vez Herrón o ya con Diego Martínez, al menos, viendo el partido desde un palco?