No es que "levantarán la pierna" ni jugarán a "media máquina". Domínguez no lo permitiría y por algo puso el grito en el cielo cuando el equipo tuvo un mal desempeño en el partido con Patronato y tiró aquélla frase que sorprendió a más de uno: "Mi mensaje no les llega". Pero Colón tiene un solo y claro objetivo: la final por el Trofeo de Campeones del 18 de diciembre en Santiago del Estero contra el ganador del actual torneo (que todo parece indicar que será River). Y la evaluación permanente de acá hasta el final del actual torneo, no exenta de alguna posible especulación, girará en torno a ese partido.
¿Qué significa?, que a Rafael Delgado hay que ir descartándolo para el partido del domingo de la semana que viene ante Racing. Y que junto a Paolo Goltz, dispondrán de todos los días que sean necesarios para que lleguen en las mejores condiciones, como se hará con todo el plantel. Y que también se especulará con el tema de las tarjetas amarillas, aunque ya hay dos que cumplirán en la próxima fecha porque llegaron al límite: Garcés y Farías.
A propósito, nada establece en forma concreta el boletín 5853 que estipuló la forma en que se iban a disputar los torneos durante el 2021, tanto Copa de Liga Profesional (que ganó Colón), el actual torneo de la Liga Profesional (que lidera River) como el Trofeo de Campeones, que no tiene clasificación directa para alguna competencia internacional, es considerado naturalmente un torneo oficial y es casi un hecho que estipulará un premio económico para el ganador, cosa que no aconteció con la Copa de la Liga Profesional. Al tratarse de otro torneo, debería aclararse de manera específica y concreta cuál será el tratamiento de los jugadores que sean expulsados o que lleguen a las cinco amarillas en la última fecha, para que no haya lugar a malas interpretaciones o dudas.
En el caso puntual de Colón, volviendo a lo deportivo, le quedan cinco partidos por jugar: visitante de Racing, local de Rosario Central, visitante de Defensa y Justicia, local de Atlético Tucumán y nada menos que visitante de Unión en la última fecha, justamente el fin de semana previo al del sábado 18 de diciembre.
Hay algo que resulta ineludible suponer: si finalmente el campeón es River, como se presume, y lo hace antes de la última fecha, como también se presume, es un hecho que pedirá adelantar su partido final de este torneo (tiene que viajar a Tucumán para enfrentar a Atlético). Lo propio hará Colón: adelantará el partido clásico con Unión, con lo que habría que ir "gastando" a cuenta de que ese encuentro podría jugarse el sábado 11, por ejemplo.
La otra gran pregunta, aunque todavía falte, es: ¿con qué equipo debería jugar Colón ese partido en la avenida López y Planes?. Con este pensamiento -el de llegar con todo y todos al partido del Trofeo de Campeones-, se podría argumentar y suponer que el técnico podría reservar a buena parte o casi todos los jugadores titulares que luego irán por la segunda estrella. Es lógico pensarlo, más allá de que la decisión final será del técnico y habrá que ver, en ese momento, qué pasará por la cabeza y el deseo del entrenador.
Ubicado en el séptimo puesto, con 32 puntos y a 14 del puntero River, para Colón no hay objetivos matemáticos a la vista en este torneo. Este muy buen 2021 le ha permitido, inclusive, mejorar ostensiblemente en la tabla de promedios, aunque la ventura futbolera hizo que el hincha rojinegro se olvide por completo de esta tabla que tanto preocupaba en marzo del año pasado, cuando arrancó la pandemia. También lo expresó el técnico: "Nosotros ya conseguimos todo lo que el resto de los equipos está peleando", haciendo expresa alusión o al título de campeón propiamente dicho o a la clasificación para la Libertadores o Sudamericana. Colón fue campeón y es el primer clasificado a la Libertadores del año que viene. Objetivo más que cumplido como para que, a partir de ahora, sólo se piense en algo que va a pasar dentro de poco más de un mes en la ardiente Santiago del Estero.
¿Le cambiarán el nombre al predio?
En la reunión de comisión directiva del miércoles pasado, se propuso cambiar el nombre del predio (que se llama actualmente Ciudad Fútbol) por el de "4 de junio", en alusión al día en el que se consiguió el primer título de campeón del fútbol argentino en Primera División.
La reunión fue bastante concurrida y, al respecto, hay versiones encontradas en cuánto a que si ya está firme el cambio de nombre o si es una idea o una propuesta que se evaluará y se concretará en el futuro.
También se habló, tal como lo anticipó El Litoral, de un tema que preocupa bastante y es el de la forma en que se venderán las entradas para la final del 18 de diciembre en Santiago del Estero.
El Madre de Ciudades tiene una capacidad que apenas supera las 30.000 personas, a las que se deberán restar entradas de protocolo y espacio reservado para pulmones que dividan a las dos parcialidades. En consecuencia, se habla de aproximadamente entre 12 y 14.000 entradas para cada hinchada, lo cuál teniendo en cuenta la capacidad de convocatoria que puso de manifiesto Colón en otros acontecimientos (caso la final de la Sudamericana en Paraguay), es escaso y problemático. Una de las ideas para la venta de las entradas, es respetar a aquéllos socios que pagaron "religiosamente" la cuota durante el tiempo de pandemia en el que se jugó a puertas cerradas (serían algo más de 8.000), lo cuál no dejará también de convertirse en un problema.