¿Con qué escenario se va encontrar Colón en el complejo torneo de la B?
Ingresos de TV reducidos a un 25 por ciento, 38 equipos, un fútbol muy intenso y físico, jugadores y canchas diferentes, sin VAR, con viajes largos y con la necesidad de una adaptación bien rápida y efectiva.
¿Con qué escenario se va encontrar Colón en el complejo torneo de la B?
Cuando Instituto ascendió de la Primera Nacional a Primera División, el año pasado, Juan Manuel Cavagliato, su presidente, definió como "un abismo" a las diferencias económicas de pasar a jugar de una categoría a la otra. Pero ese cuadro económico no es el único que debe estudiarse para tenerlo muy en cuenta, sino también el otro, el que tiene que ver con lo deportivo. El escenario cambia de manera sustancial y a eso tendrá que adaptarse Colón, inclusive sabiendo que aquello que vivió en 2014 fue diametralmente opuesto a esta realidad, empezando porque no habrá diez ascensos como los hubo en esa corta temporada de seis meses en la que ascendieron Colón y Unión a la máxima categoría.
Los ingresos de Afa se dividen en TV propiamente dicha y publicidad. Este año, los clubes recibieron, aproximadamente, entre 8 y 9 millones de pesos por mes en dicho concepto. "Nosotros bajamos de Primera a la B, pero lo nuestro fue atípico: debíamos jugar la Libertadores porque habíamos salido campeones de la Copa Argentina. Por TV, percibimos la mitad. Pero si sumamos lo que había de publicidad, la ecuación es aproximadamente 4 a 1. Es decir, el club que desciende tiene que arreglarse con el 25 por ciento de lo que cobraba por estar en la A", comenta un allegado a la dirigencia de Patronato.
Primera "mentira": no es cierto que los clubes que descienden, como alguna vez se dijo, cobran el mismo dinero que en Primera durante el primer año de la permanencia en la B. Esa es una falacia o algo que, quizás, alguna vez pudo darse pero que no es la realidad actual. En 2022, los clubes del ascenso cobraban 4 millones de pesos por mes de TV. En 2023, la cifra se duplicó. Siendo optimistas, podríamos calcular que en 2024, esos 8 o 9 millones de pesos podrían al menos duplicarse, teniendo en cuenta el espiral inflacionario. Estamos hablando, a grandes rasgos de una expectativa que podría estar superando los 15 millones de pesos. ¿Habrá que pensar en ofrecer sueldos que estén también en el orden del 25 por ciento de lo que se pagó estando en Primera?, ¿es tan lineal la ecuación?
Volvamos al caso Patronato: el tema socios. "En nuestro caso, por haber jugado la Libertadores logramos incrementar el caudal societario", comentan. Este es un tema que la nueva dirigencia deberá tener muy en cuenta. Si bien hay otros aspectos recaudatorios que van un poco más allá de lo que se percibe por pago de cuota social, no deja de ser un monto apreciable el aporte de los socios. Primera "tarea para el hogar" de la nueva dirigencia: mantener y, en la medida de las posibilidades, hacer lo imposible por incrementar la cantidad de socios, algo que puede no resultar sencillo en el principio.
La pregunta es: ¿cuántos de estos jugadores que disputaron la "final" del sábado seguirán en el club?. De pie: Perlaza, Conti, Ibañez, Garcés y Botta. Agachados: Abila, Favio Alvarez, Vega, Delgado, Galván y Meza. Crédito: Marcelo Manera
Otra diferencia: cuando Colón jugaba el torneo de ascenso, no había 37 equipos como existen en la actualidad. "Jugar con 20 o 22 no es lo mismo que jugar con 37. Esta B Nacional es mucho más complicada que la anterior", señalan. y cambian muchos aspectos: 1) no hay VAR; 2) algunas canchas están medianamente bien y otras dejan mucho que desear; 3) el ritmo es diferente: se juega con mayor intensidad, se corre mucho y no hay espacios; en Primera, el jugador tiene la posibilidad de parar la pelota, de tener un segundo para pensar, en la B eso no existe.
Otro tema: los viajes. Si bien todavía hay cuestiones que deberán resolverse, por más que se hagan dos zonas, hay viajes muy largos (Puerto Madryn, San Salvador de Jujuy, entre otros) y ya no existe aquel "subsidio" que alguna vez implementó la Afa para pagar los viajes de los equipos. Hay que imaginarse, en consecuencia, que a estos lugares tan lejanos habrá que ir en avión y que esos vuelos tendrán que ser afrontados por el club. Pero hay algo que lo torna todavía más dificultoso y lo explica la gente de Patronato: "El día y hora de los partidos no lo pone Afa, sino el club local o la televisión. A Colón, seguramente, lo van a televisar seguido y tendrá que adaptarse a esos horarios que impone la TV. Pero a nosotros, por ejemplo, nos tocó jugar con Agropecuario de Carlos Casares un sábado a la noche y, de ahí, nos fuimos directamente a Lima para jugar el martes por la Libertadores. Y por más que intentamos cambiarlo, no hubo caso y tuvimos que jugar de esa manera. Este año, algunos viajes los hicimos en avión y, obviamente, pagado por Patronato. Pero ya hablamos con el técnico y le dijimos que, el año que viene, todos los viajes serán en micro".
¿Y en el armado del plantel?: Como primera medida, si bien el fútbol es uno solo, las circunstancias que lo rodean pueden resultar a veces muy importantes. "Hay que hacer un mix, traer jugadores de Primera que estén muy bien en lo físico sobre todo, que tengan una buena capacidad de adaptación y no sufran el cambio; y después, jugadores acostumbrados a esta clase de torneos", es lo que se recomienda. Y aparte, un elemento vital: el entrenador. Al ser una categoría distinta, lo ideal sería buscar a alguien que tenga experiencia dirigiendo en este torneo. No es algo que, se me ocurre, deba ser excluyente. No es que haya que buscar sí o sí un entrenador que venga dirigiendo en la categoría. Pero es importante que la conozca de verdad.
Hay dos temas más para revisar: 1) la venta de palcos y plateas; 2) la venta de jugadores. En ambos casos, la tendencia es a la lógica y natural reducción de los valores. Cuando se produzca la apertura de la venta de palcos y plateas, Colón tendrá que pensar en valores que, más allá de la inflación, no podrán ser los mismos que en Primera. Y lo propio ocurre con la venta de jugadores, algo que en Colón fue una buena fuente de ingresos en otros tiempos, pero no justamente ahora, partiendo de la base que en los últimos dos o tres años, sólo se produjeron las ventas de Chancalay y Farías que le dieron algo de desahogo a la tesorería del club.
Conclusión: reducción a una cuarta parte de los derechos de TV, el riesgo de perder socios, venta de palcos y plateas adaptados a la realidad deportiva, un fútbol distinto y muy exigente. No es el ocaso. Es una exigencia superior, compleja y a la que habrá que adaptarse lo más rápido posible a sabiendas de que puede llegar a costar más de lo pensado.