Colón y una materia a aprobar: la de su reacción ante la derrota
Delfino confía en los jugadores que lo llevaron -y aún se mantiene- a la cima de la tabla. "Gestionar" la derrota es uno de los obstáculos que hacen grande a un equipo. Y Colón tiene que demostrarlo ante su gente.
Colón y una materia a aprobar: la de su reacción ante la derrota
Llegó el momento de ver cómo reacciona el equipo ante la adversidad. El mal trago mendocino ya pasó. La autocrítica fue la correcta. Todos coincidieron en que se jugó mal y que ninguno estuvo a la altura de lo que debía dar. Aún así, Colón tuvo momentos del partido en los que podría haberlo empatado, porque ocasiones de gol no le faltaron. Un par de veces Sandoval desde una posición ventajosa y otra vez Goltz con una "palomita" desde adentro del área chica, prácticamente, que terminó en las manos del arquero, le dieron chances que el equipo desaprovechó. Pero la realidad fue bien vista por todos, analizada sobre caliente y reconocida como lo que fue: una mala tarde.
Ahora hay que ver cuál es la capacidad de reacción del equipo. Es decir, "gestionar la derrota". En fútbol, suele decirse que "pensar en construir el futuro suele llevar implícito una mejora del estado de ánimo". Por eso, el primer cimbronazo emocional y de tristeza que generó la derrota, debió dar paso a una meseta de reflexión de las causales de esa caída y, en estos últimos días, la necesidad de pensar en el partido que viene por aquello de que "el fútbol tiene revancha cada fin de semana". Y eso es lo que tiene que capitalizar todo el mundo Colón, empezando por el técnico y los jugadores.
Delfino supo darle una identidad al equipo. Se nota, le ha dado resultados porque sigue puntero y recién perdió el invicto en esta fecha y, además, encontró no sólo la formación titular sino una forma de juego. En varias ocasiones repitió que "tenemos que aprender que a veces el partido saldrá como queremos nosotros y a veces saldrá como lo quiere el rival". El objetivo a alcanzar es que la gran mayoría de los partidos se presenten como lo quiere Colón y no como lo plantea el rival, algo que se dio ante Gimnasia de Mendoza durante los mayores pasajes del partido.
Sandoval tuvo el empate ante Gimnasia de Mendoza pero desperdició algunas situaciones claras. Crédito: Marcelo Ruiz
Por eso, tampoco piensa en cambios. Perdió pero pondrá a los mismos. No hay una sola razón. La más importante es que encontró el equipo, una idea y un tropezón no debiera convertirlo en caída. La otra razón es que se ha notado la diferencia que existe entre estos once titulares (ahora tergiversado por las lesiones de Axel Rodríguez y Toledo) y los del banco. No tiene respuestas contundentes allí. El sábado entró Guille y algo distinto aportó como extremo por izquierda. Pero la realidad indica que cuando en el entretiempo del partido con Almirante Brown apostó por Axel Rodríguez y por Sabella aún con el equipo en ganancia, terminó de encontrar la formación que desea. O por lo menos, la que mejor le responde.
El armado rápido del plantel -obligado por la entrega tardía del poder y la proximidad del arranque del torneo- hizo que algunos puestos no se pudieran reforzar convenientemente. Un claro ejemplo es el de la zaga central (¿qué es de la vida de Antonini?), donde debió improvisar con Henríquez cuando se lesionó Lopes. Y posiblemente haya otros puestos que al técnico le gustaría contar con un poco más de nivel.
Gimnasia jugó un gran partido en Mendoza y se quedó con los 3 puntos. Crédito: Marcelo Ruiz
Colón ataca con un solo delantero neto (aunque Jourdan y Lago sean "cuasi delanteros"). Y tiene cuatro para esa posición (Axel Rodríguez, Toledo, Sandoval y Leguizamón). No está mal en cuanto a cantidad; y hasta uno puede creer que tampoco en cuanto a calidad, porque son jugadores que han tenido rodaje en Primera División. Sin embargo, sólo Axel Rodríguez ha logrado sacar la cabeza afuera. De los otros tres se espera que la respuesta sea mayor para que aquellas presunciones en cuanto a que el nivel no es bajo en ese puesto, vayan de acuerdo con la realidad demostrada.
A Colón saldrán a jugarle los partidos "a cara de perro". Y todos buscarán tapar ese circuito que arranca Prediger y continúa en el resto de los volantes, con una buena capacidad de desborde por los laterales. Hay que trabajar sobre variantes que permitan sorprender al rival. Pero lo más importante es la capacidad que pueda tener el equipo para imponer su propio juego.
El Brigadier López seguramente tendrá un marco excepcional para volver a ver a Colón y prolongar los buenos resultados en su cancha. Crédito: Fernando Nicola
Colón ha dado sobradas muestras de disponer de una jerarquía que otros equipos no tienen y que, cuando aparece, marca diferencias. El fútbol es de los jugadores y son ellos los que deben ser capaces de superar cualquier planteo táctico y estratégico que apunte a neutralizar su juego. Naturalmente, dentro de una idea y un funcionamiento que, en el caso de Colón, está claro que lo tiene.
Gariano
El partido será arbitrado por Andrés Gariano. Asistente 1: Miguel Savorani. Asistente 2: Matías Bianchi. Cuarto árbitro: G. Monsón Brizuela.
"Tenemos que salir a pelear y combatir"
Nueva Chicago consiguió un triunfo que quedará marcado en la retina. Sí, porque en condición de local venció 1-0 a Almirante en el clásico, emparejó el historial y eso le permitió quedar a tiro de la punta del campeonato en la zona que comparte con Colón, equipo al que visitará este viernes en el Centenario.
Al momento de contar sus impresiones, Stéfano Callegari dialogó en exclusiva con Solo Ascenso y recalcó: "La verdad que la alegría es enorme, ganar esta clase de partidos pone al equipo en una posición de euforia total".
Además, amplió: "Creo que el grupo lo está haciendo muy bien, mantuvimos el arco en cero y pudimos estirar la racha positiva de local, eso es importante porque nos permite estar arriba en la pelea".
Por último, en relación al próximo compromiso ante Colón como visitante, el defensor expresó: "Tenemos que salir a pelear y combatir, a seguir prendidos en la lucha. Sabemos que será un partido muy complicado, pero con nuestras armas vamos a intentar conseguir una nueva victoria".
Del "Cata" Díaz a "Pancho" Ferraro
Entre los nombres en común que tienen Colón y Nueva Chicago, figuran algunos por los que el pueblo sabalero guarda un lindo recuerdo. Por ejemplo, Daniel Guadalupe Pighín, aquél volante central que apareció en los '80 y que a la vez estudiaba la carrera de arquitectura, es uno de esos jugadores en común. Y uno que puede sorprender a muchos es Daniel Díaz, el "Cata" Díaz, que si bien tuvo su momento de esplendor en Boca, fue jugador de Colón cuando lo trajo el Coco Basile y terminó su carrera jugando en el ascenso en el club de Mataderos.
Otro nombre en común, pero como entrenador de ambos clubes, es Francisco Ferraro. "Pancho", que no terminó bien su última relación como manager de la institución, fue entrenador de Colón y lo llevó al subcampeonato del 97 y clasificación por primera vez para jugar una copa internacional (la Conmebol de ese año)y también fue DT de Nueva Chicago.
Entre los arqueros, se puede mencionar a Jorge Tripicchio (atajó en Colón en 1984), Jorge De Olivera y Walter "Cubito" Cáceres. Entre los defensores, además del Cata Díaz, la lista se engrosa con Juan Carlos Erba, Andrés Verón (un lateral por izquierda que jugó en Colón en los 70), Carlos Schneider, Juan Manuel Herbella, Miguel Angel Bordón (también jugó en Boca), Adrián González, Jorge Martínez y Juan Ramón Jara.
Entre los volantes, además de Pighín se suman Cristian Zermatten, Cristian Pellerano y Lihue Prichoda, mientras que en el rubro delanteros, hay uno que dejó una gran huella en Colón como el ya desparecido Walter Parodi (formó una recordada delantera con Héctor López y Quebracho Gamarra), Darío Gigena, Raúl Becerra, Salvador Pasini, el "Pipita" Federico Higuaín, José Broggi (jugó en Colón en la década del 60) y Cristian Daguerre.
Además de Francisco Ferraro, hay otros técnicos en común como Pipo Gorosito, el Yagui Forestello, Sergio Rondina, Ricardo Rezza (salvó a Colón del descenso en 1996) y Hugo Zerr.
Un recuerdo
Nueva Chicago no es un rival que haya pasado desapercibido en la historia de Colón. Es que el 18 de diciembre de 1965, fue el último adversario sabalero en el ascenso, que se había consumado unos días antes, el 14, cuando Colón venció 1 a 0 a Español con el gol de Obberti. Con Chicago, en un día de gran festejo, Colón ganó 2 a 1 en el Centenario y se coronó campeón de ese torneo de Primera B. El día anterior, Italo Giménez había sido reelecto presidente.