A los 19 del complemento Carbonero con una corrida y a los 22 Copetti sellaron el 2-0 en el Brigadier. Los de Gago van por su sueño, Colón volvió a la pesadilla.
Un estampillado de tres minutos, con un ráfaga letal de dos goles pegados, le alcanzó al Racing de Gago en el Cementerio de los Elefantes para enterrar la racha de Marcelo Saralegui (demasiado hizo) y llenar el formulario de “candidato al título”, decretando hasta el final la pelea con el Boca de Hugo Ibarra.
De principio a fin, siempre fue más Racing. Un equipo motivado y entero, contra otro equipo que necesita que suenen las sirenas de final de año lo más rápido posible.
Bajo la llovizna santafesina se daban la mano la contundente racha uruguaya de Marcelo Saralegui en Colón (tres jugados, tres ganados) y las necesidades imperiosas de un Racing al que sólo le servía un resultado para seguir con vida en la cacería del Boca puntero: ganar en el Cementerio de los Elefantes.
Ese “falta envido y truco” sin mirar las cartas de parte de Fernando Gago le daba al espectáculo una vista preliminar extraordinaria: si en todos los partidos, la “Gagoneta” va al frente, en éste de Santa Fe se vería la mayor expresión de Ataque 2022. Todo eso a priori, porque muchas veces en el fútbol los famosos “papeles previos” terminan siendo un bollito para el tachito de la basura.
Entre el cumpleaños de Ramón Darío Ábila (clavó 33 “Wanchope” este viernes) y la vuelta de Luis Miguel Rodríguez (el “Pulga” no jugó la fecha pasada porque fue papá por tercera vez), Colón era un pelotero en su ataque. El tema era qué juegos le habilitaba usar Racing en el fondo.
En el inicio de los primeros 45 minutos, presentó credenciales el mejorado Colón de la garra uruguaya
Saralegui-Rodríguez Peña. Se le fue encima con orden el dueño de casa: enchufado Pulga, movedizo Bernardi, visible Pierotti y siempre amenazante Ramón Darío Ábila.
Los cordobeses avisaron: primero Bernardi, casi abajo del arco. Y después “Wanchope”, después de una bola magistral de “Pulga”, pidiendo penal cuando el arquero de Racing le cruzó el cuerpo adentro del área sin intención de jugar el balón. No sólo que no revisaron nada sino que el delantero cordobés se ligó la amarilla de parte de Delfino.
Racing, con otro estilo, también anotó sus porotos. Dos veces, entrando libre a espaldas de Delgado, la tiró arriba Rojas. En la otra, “Nacho” Chicco se lo tapó a Miranda.
Las lesiones (salió Vecchio y asistieron a Copetti) lo fueron durmiendo al muy buen ritmo de esa primera parte en el Cementerio de los Elefantes. En el complemento, le duró un ratito el local al candidato al título y se terminó todo en tres minutos.
Esta vez, en Santa Fe, el paraguas de Saralegui no pudo frenar la lluvia como sí lo hizo en las tres fechas anteriores desde que cruzó el Río de La Plata para dar una mano y apagar el incendio que era este club. Adentro y afuera de la cancha.
Dicho ésto y colgada la bandera de “Gracias Saralegui”, nunca entendí el cambio de un ex jugador (Formica) por el mejor jugador de este plantel que es el “Pulga” Luis Miguel Rodríguez.
Le salió tan mal a Saraga que cuando el tucumano se estaba sentando en el banco de suplentes con cara de pocos amigos (a nadie le gusta salir), Carbonero ya la mandaba a guardar.
En los dos goles de Racing hubo errores y horrores de Colón. En el primero, más allá del bolón de Piovi, un pésimo escalonamiento de Nardelli y Garcés, para que Carbonero los sacara a pasear hasta llegar al gol.
En el segundo, a la salida de un córner, el combo fue letal: no marcaron la “peinada” en el primer palo y liberaron por completo a un goleador (Copetti) en el segundo. Así, se enterró solito Colón.
Si bien se lo perdió “Wanchope” al descuento y luego Arias se lo tapó a Taborda, lo que hizo Racing fue empezar a regular con el 2-0. O sea, levantó el pie del acelerador, sabiendo que necesitaba ganar y no golear. Entonces, Gago empezó a pensar en lo que viene y cuidó players.
Faltan dos capítulos y Saralegui le regaló a su querido Colón nueve puntos valiosos con tres victorias al hilo. Sirve para maquillar un poquito nada más un año 2022 que menos mal que se termina cuando estamos en octubre. Sufrir noviembre y diciembre con este equipo hubiera sido demasiado para esos miles de corazones que terminaron cantando su amor a Colón bajo la lluvia en la ciudad de Garay.
El martes, otra vez local
La fecha 26 y penúltima de la temporada 2022 de Primera División lo encontrará a Colón jugando otra vez de local y en el Cementerio de los Elefantes. Será este martes 18 de octubre, en el mismo horario de las 16.30, recibiendo a Defensa y Justicia por la pantalla de TNT Sports.
Para ese cruce del Sabalero y El Halcón de Varela en Santa Fe se conocieron las autoridades. El árbitro: Andrés Merlos. Árbitro asistente 1: Marcelo Bistocco. Árbitro asistente 2: Federico Cano Cuarto árbitro: Darío Sandoval. En el VAR estará Fernando Espinoza. El AVAR será Miguel Savorani.
Luego, en la última fecha, el Colón de Marcelo Saralegui pisará el Gigante de Arroyito para visitar a Rosario Central, el equipo de Carlos Tevez.
Piovi y Mura, ovacionados
Además del gran aplauso de la gente para dos campeones sabaleros en la noche de San Juan, como son Piovi y Mura, los ahora jugadores de Racing se llevaron una plaqueta recordatorio del Cementerio de los Elefantes. Muy merecido para los dos.
Por las dudas, premio consuelo
Si bien el sueño de la “Gagoneta” pasa por salir campeón, en Avellaneda saben claramente que si Racing es subcampeón y escolta, podría acceder al Trofeo de Campeones y la Supercopa que de disputará en Abu Dabi.
Si Boca se corona en la Liga Profesional, como también ganó la Copa de la Liga, Racing necesitará salir segundo en el actual torneo. Si lo consigue, jugará una semi con Tigre, equipo que pedió la final con el Xeneize en aquella Copa de la Liga del primer semestre. De ganarle al Matador, la Academia afrontará el partido definitorio por el Trofeo de Campeones 2022, título nacional que ya obtuvo en 2019, de la mano de Eduardo Coudet.
Si el equipo de Gago conquista la Liga, se meterá directo en el Trofeo de Campeones.
Racing, ya clasificado a la Libertadores de 2023 (el club jugará un torneo internacional por noveno año al hilo), puede tener otra chance copera a nivel nacional. En el caso de que Boca se adjudique la Liga Profesional y la Copa Argentina (jugará instancia de semifinal ante Patronato), el segundo del actual campeonato entrará en la Supercopa que se desarrollará en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Claro que si el equipo de Gago da el golpe en la Liga Profesional, se meterá en la Supercopa frente al conjunto que se quede con la Copa Argentina.