Juan Raúl Moncada / [email protected]
No hizo un buen partido el equipo de Esteban Fuertes, lo único para rescatar fue el hecho de no haber perdido en una cancha muy complicada. Burián la gran figura.
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La mirada positiva resalta el hecho de no haber perdido en una cancha complicada “nos mentalizamos para mantener el cero en nuestro arco” declaró Fuertes a poco de finalizado el encuentro y la premisa se cumplió, primero porque San Martín no tiene mucho, no hizo un gran partido, solo complicó con los tiros de esquina y sobre todo porque Leonardo Burián se terminó convirtiendo en la gran figura del partido.
Es verdad que Colón tuvo algunas chances y que si Correa hubiese estado más fino o que si Nicolás Leguizamón hubiese llegado mejor al centro de Bernardi, lo hubiese podido ganar, pero también es verdad que esto es muy poco y que Colón tuvo muchísimas chances como para aprovechar de contragolpe y no pudo aprovechar ninguna.
Primer tiempo
Tal es su costumbre jugando de local, San Martín salió a tratar de meterlo en un arco a Colón y antes de los dos minutos ya había ejecutado dos tiros de esquina, ambos sin mayor suceso, pero esto, marcaba las intenciones del elenco que Walter Coyette.
Con el correr de los minutos Colón se fue afianzando en el terreno y paulatinamente sacando a los tucumanos de su zona y metiéndolo en el medio, donde el partido comenzó a ser equilibrado, muy friccionado y cada vez menos vistoso, porque el partido comenzó a jugarse “sin arcos” y de a ratos los equipos se “prestaban” la pelota.
Las dos “tibias” aproximaciones de San Martín fueron por intermedio de centros que llegaron a ser conectados, primero por el “Taca” Bieler y luego por Adrián Aguirre, ambos muy bien resueltos por Leonardo Burián que en ambas oportunidades contuvo sin dar rebote. Las continuas proyecciones del lateral derecho Hernán Petryk resultaban un problema para la defensa de Colón, con un Marcelo Estigarribia —de floja presentación— que no contenía y un Gonzalo Escobar que tampoco pasaba por un buen momento; pero con el correr de los minutos el defensor local se fue apagando y después de los 20 no cruzó más la mitad de la cancha.
Javier Correa en una jugada personal generó un tiro libre y un rato más tarde le quedó una pelota clara al paraguayo Estigarribia que rebotó en un defensor y se fue al corner. Sobre el cierre Gonzalo Escobar avanzó unos metros y le metió un buen pase a Nicolás Leguizamón que tenía pase para Correa, pero decidió rematar al arco y la pelota se fue por encima del travesaño.
En una de las últimas quedó una pelota “boyando” y Claudio Bieler le pegó de aire exigiendo a un Burián que con esfuerzo pudo controlar abajo. Se terminó yendo un muy opaco primer tiempo donde los tucumanos no supieron como llegar al arco de Colón, mientras que el equipo de Fuertes que tampoco hizo mucho, al menos hacía negocio con el empate.
El complemento
El partido no cambió mucho en los primeros minutos y enseguida debió salir Matías Fritzler lesionado —recibió un fuerte golpe de parte de Alberto Costa cerca del final de la primera etapa— y fue Christian Bernardi a quien “Bichi” mandó en su lugar, en lo que fue un cambio netamente ofensivo.
A los 10 minutos llegó una jugada muy clara para Colón y fue un gran avance de Bernardi por derecha, que llegó al fondo y metió un buen centro a media altura para la entrada libre de Leguizamón, quien llegó con lo justo y terminó definiendo mal en una situación muy propicia. El partido siguió siendo malo, pero llegó el momento de los tucumanos donde en no más de cinco minutos generaron un par de situaciones muy claras, primero una media vuelta de Bieler que se fue muy lejos y en la cual el delantero de San Justo estaba en una inmejorable posición para definir; luego llegó un buen avance de Emiliano Purita, el volante que levantó su rendimiento en la parte complementaria le puso una gran pelota a Luciano Pons, el delantero la dejó picar y desde el punto del penal la tiró afuera cuando Guillermo Ortíz desesperado se tiraba a los pies.
Después vino un tiro de esquina que cortó Burián —la figura de Colón— y nuevamente el elenco de Coyette volvió a ser intrascendente.
Fuertes sacó a Leguizamón y metió a Tomás Chancalay y el pibe de Viale entró con muchas ganas, al menos llevando a Colón para adelante, pero el partido se volvió a caer y ambos equipos comenzaron a prestarse la pelota.
Pisando los 40 minutos llegó una de las mejores jugadas colectivas de Colón, un buen avance por la izquierda, la pelota que le quedó a Javier Correa en la medialuna, el delantero la paró, se acomodó, eligió el lugar... pero la tiró afuera.
Respondió San Martín y llegaron nuevamente un par de tiros de esquina —el arma más poderosa que mostró en todo el partido— y en uno de ellos saltó a cabecear Alberto Costa que lo hizo de pique al piso, —como indican los manuales— y cuando la pelota se metía en el ángulo superior derecho, apareció Burián para sacarla ahogando el grito de los tucumanos y asegurando el punto para Santa Fe.