(Enviado Especial a Buenos Aires)
El técnico de Colón había desechado, el domingo, la posibilidad de rescatar a alguien de la reserva. Sin embargo, citó a dos y a uno de ellos le dio la chance de ser titular en el Monumental.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
En la pesadumbre, decepción y tristeza del 0-4 del domingo ante Racing, Pipo Gorosito, sin muchas ganas de hablar, contestaba una pregunta vinculada a la reserva. Todo giró en torno a su decisión de concentrar a 19 jugadores (hasta 23 pueden firmar planilla). Le quedaron cuatro lugares vacíos y en un partido de local (de visitante podría excusarse con el atenuante del viaje). La consulta fue el por qué no convocó a algún jugador de la reserva. Y la respuesta fue negativa, dando a entender que no veía a nadie de la reserva como para sumar. Y no fue la primera vez que lo dijo. Alguna vez referenció a jugadores que vienen de abajo y que ahora están consolidados en Primera para señalar que no observa a ninguno de esas condiciones.
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La cuestión es que ese mismo domingo por la noche, avisó a Yossen y a Utrera –dos marcadores centrales de la reserva- que iban a entrenarse con el plantel profesional lunes y martes. La sorpresa se dio cuando se supo que uno de ellos –Thiago Yossen- no sólo que iba a viajar junto con Utrera, sino que también iba a ser titular nada menos que en un partido tan complicado y exigente como éste ante River, en un Monumental repleto.
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La pregunta es: ¿cambió de idea Gorosito?, ¿le hicieron ver otra cosa?, ¿lo de los 19 ante Racing fue un “tiro por elevación” para utilizarlo de argumento en su constante reclamo por refuerzos? La cuestión es que Pipo cambió rotundamente de parecer y confió en un pibe que llegó al club hace unos 10 años, proveniente de Atlético Gimnasia y Esgrima y cuyo puesto natural es el segundo marcador central. “No tengo problemas de perfil, porque le pego con las dos piernas”, dijo el juvenil que este año recién cumplirá 19 años y que en sus redes sociales posteó una frase: “Con fe, todo llega”.
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Giorgio Armas es un astrólogo que confiesa haber sido contratado por Jorge Almirón para que trabaje para Boca y pronóstico un duro futuro para River, aunque recién para luego de terminado el campeonato. Concretamente, dijo que como Júpiter está en retiro, se le vienen meses muy duros para River. Y fue un poco más allá y vaticinó que “si no lo eliminan de la Libertadores, puede perder en algunas de las finales que jugará con Boca”.
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El Monumental, como era de suponer, presentó un aspecto imponente. Desde muy temprano, el barrio de Belgrano (de Nuñez para algunos), se vio invadido por esa multitud que acompaña siempre a River en cada presentación. La ampliación del estadio le vino muy bien y no hubo partido que juegue como local, que no tenga un lleno total, por más que la hora del encuentro y el tiempo se hayan convertido en un problema para los que resolvieron asistir al estadio.
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Ignacio Chicco está consolidado como arquero titular, hizo olvidar el muy buen momento que tuvo Burián ocupando el arco sabalero y tiene un contrato que vencerá en diciembre, por lo que ya se entró en los últimos seis meses del mismo y el futbolista está en condiciones legales de acordar vínculo con cualquier institución a partir del 1 de enero, que fue lo que en su momento ocurrió con Braian Galván. Chicco es, después de José Luis Erni, el único arquero surgido de las inferiores de Colón que pudo tener continuidad y demostrar sus condiciones en el club. Salieron muchos arqueros que debieron irse ante la falta de oportunidades. El único que tuvo algunas fue Marcos Díaz, pero pocas y su paso por Colón no tuvo nada que ver con lo que luego hizo en otros clubes, sobre todo en Huracán. Desde Erni a Chicco, pasaron más de 40 años.
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Avenida del Libertador y la Figueroa Alcorta, desde muy temprano por la tarde, ya empezó a tener ese ritmo tan habitual de los días que juega River. El corte en el puente de Udaondo hizo que se originara una congestión del tránsito para aquéllos que intentaban salir de capital hacia la zona de General Paz o Vicente López. Cafeterías, pizzerías y bares empezaron a llenarse con aquellos que aprovecharon el horario del partido para cenar algo rápido antes de ir a la cancha, para apurar también el regreso a casa porque al otro día hay que trabajar.
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A propósito del tiempo, se había anunciado un alerta meteorológico a partir de las 18, algo que no se cumplió. La temperatura fue bajando a medida que transcurrió la tarde y ese anuncio de tormentas se fue corriendo en el horario. De a poco, el público fue colmando las instalaciones del Más Monumental, que en su campo de juego presentó un aspecto impecable, de los mejores pisos que hay en nuestro país.