El Litoral
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El primer capítulo de esta historia fue “perfecto”. Desde la increíble movilización de sabaleros a San Pablo hasta ese misil de Matías Fritzler que se clavó en el ángulo alto, decretó el 1-0 y selló un resultado histórico para el fútbol argentino: ningún equipo de la AFA le había ganado -en 30 choques previos- al San Pablo en el mítico Morumbí. Y Colón se dio el gusto, el gran gusto, con ese tumulto del final y los interminables minutos de adición hasta el esperado pitazo final. Este jueves por la noche, a las 21.45, se escribirá el segundo capítulo y todos esperan en el Mundo Colón un final feliz para que este 16 de agosto se haga interminable, como esas jornadas de gloria futbolera que quedan grabadas a fuego en la retina de los hinchas.
A esta altura, sin dudas, la recaudación del Colón-San Pablo de hoy es la más importante de los últimos años del fútbol de Santa Fe, con casi 28.000 entradas vendidas y otras 2.000 de protocolo.
Pero, además, deportivamente, es la hora clave del fútbol profesional sabalero, porque los 90 minutos de hoy son los más importantes de hace varios almanaques, sólo comparable cuando el equipo jugó su primer partido internacional por la ya desaparecida Copa Conmebol allá por el ‘97 en Chile o cuando quedó entre los ocho mejores de la Copa Libertadores de América después de los penales de Burtovoy contra Olimpia en el Defensores del Chaco en Paraguay.
Entre el producido de la recaudación y el premio oficial de la Copa Sudamericana (300.000 dólares por pasar de fase), Colón podría hacer un negocio “redondo” de casi un palito “verde” esta noche, más allá de que luego el incentivo de la Conmebol se parte al medio con los jugadores (dividen cincuenta y cincuenta).
¿Qué decir de cómo se puede dar el partido, con Colón ganando 1-0 y alentado por 30.000 almas contra un “puñadito” de torcedores brasileños? En el famoso round previo, el entrenador sabalero Eduardo Domínguez avisó que “la presión es de ellos, porque nosotros estamos ganando 1-0” y Diego Aguirre -DT del San Pablo- advirtió que “no vinimos de paseo a la Argentina” (en referencia al supuesto interés exclusivo en ganar el Brasileirao, sin priorizar la Copa Sudamericana y el desquite ante Colón).
La idea del local pasa por repetir nombres, esquema y concentración del Morumbí para disputar cada pelota dividida desde el vamos como si fuera la última bola de la noche. Del otro lado, sin su “9” y goleador como referencia, el plan de reemplazo del San Pablo para Diego Souza será llegar desde atrás con el ecuatoriano Joao Rojas y el colombiano Tréllez, además de la experiencia de Nené con su oficio para este tipo de cruces coperos.
A las 21.45 será la hora clave, cuando Mario Díaz de Vivar marque el pitazo inicial y Colón juegue el partido más importante de los últimos años frente al poderoso San Pablo de Brasil. Quedan 90 minutos para ponerle el capítulo final y feliz a esta linda historia que nació “a lo Colón” en el Morumbí.