Colón está sentado en un volcán y con el clásico en el horizonte
El inicio de torneo de Saralegui se asemeja a lo que ya aconteció con Pizzi y Toresani en otros tiempos. Rodeado de incertidumbres, el mundo Colón se altera por los malos resultados y presiones en aumento.
Colón está sentado en un volcán y con el clásico en el horizonte
No es la primera vez que pasa y los resultados fueron idénticos. Se recuerda aquél inicio de campeonato de Juan Antonio Pizzi y también el de Julio César Toresani. A la cruda realidad de los resultados se sumó la pérdida total de confianza que en ese momento tuvieron los dirigentes hacia ambos entrenadores. Acá la situación no dista demasiado. Ni siquiera alcanza el cambio de actitud que mostró el equipo en el segundo tiempo y que lo puso al borde del empate, algo que se podría haber logrado de no mediar una muy buena actuación de Meza (el arquero de Sarmiento) y la mala puntería y/o mala fortuna en la definición. Pero la realidad es que Colón juega feo, no convence a nadie ni tampoco se avizora algo que permita suponer que este cuadro de situación cambiará en breve.
Para colmo se acerca el clásico y es el "autoemplazamiento" que se hizo el propio Saralegui luego del partido. "Queda la última bala", dijo. Y un par de veces repitió una frase llamativa: "Quiero irme en ganador". ¿Qué pasó apenas concluido el partido?, ¿hubo algún contacto entre el presidente y el técnico?, ¿alguno de los dos pensó seriamente en ponerle fin al ciclo?, ¿hay un mismo respaldo a Saralegui, de parte de Vignatti, que el mostrado antes del partido en las declaraciones públicas que hizo?
Las dudas y los interrogantes aumentaron y todos han quedado expuestos ante este cuadro de situación que preocupa porque los resultados no se dan, porque el equipo juega mal y porque la sensación es que la desjerarquización del plantel es muy evidente. En apenas un año, Colón ya tuvo cuatro técnicos y si Saralegui se aleja, tendrá que llegar un quinto que trate de acomodar las cosas y potenciar a un equipo que se muestra vacío de ideas.
El problema en sí en el que ya está metido Colón (que no es terminal ni muchísimo menos), se agrava porque ahora viene el clásico con Unión. Todos llegan condicionados al partido, entonces cabe la pregunta: ¿de qué manera se puede descomprimir?, ¿alcanzará un solo partido, por más importante y clave que resulte, para que se pueda dar vuelta la página y arranque una historia muy diferente a la que se vio hasta el momento?
La gente manifestó su descontento en la cancha y nadie pudo escaparle a la reprobación generalizada. Vignatti, con su experiencia, debería saber cuándo hay que apretar, cuándo se puede defender o cuándo hay que soltar, porque ya ha vivido momentos difíciles en estas largas décadas que lleva en el club. Y también sabe el valor específico que tiene un partido clásico, acontecimiento que tampoco a él se le pasa desapercibido.
Cuesta suponer que Colón pueda aspirar a demasiado con este plantel si nos respaldamos en lo que ha mostrado hasta ahora. Quizás el juicio de valor resulte apresurado para futbolistas a los cuáles hay que esperar, como es el caso de Arrúa (estuvo muy cerca del gol ante Sarmiento), de Neris y también del Conejo Benítez, que fueron los tres nuevos que aparecieron como titulares el viernes. La prudencia siempre es buena consejera en el fútbol, más allá de que no hay ningún indicio que permita aspirar a un cambio abrupto y total de nivel, cuando la mediocridad absoluta ha sido el rasgo distintivo que tuvo el equipo en estos tres partidos.
Los tiempos se acortan en el fútbol. Pero se acortan cuando no hay una luz, aunque sea allá lejos y en el final del camino, que dé lugar a la esperanza. Ni siquiera se sabe si realmente el camino elegido es el correcto y el que podrá conducir a un destino de logros y exento de sufrimientos. Se viene el clásico en una semana que se hizo larga. Se hizo larga y también caliente, difícil de sobrellevar, con muchas dudas, presiones e incertidumbres.
Retornos
Más allá de que tanto Laureano Troncoso como Wanchope Abila ingresaron en el segundo tiempo del partido ante Sarmiento, se supone que ambos estarán mejor para el clásico del domingo que viene luego de esta semana que tendrán de entrenamiento. Otro que podría llegar en condiciones de ser tenido en cuenta es Rafael Delgado. La duda se plantea con Cristian Vega, que se retiró lesionado en el entretiempo del partido con los de Junín.
4 derrotas
Como local, en forma consecutiva, acumula Colón. El año pasado cayó ante Racing y Defensa y Justicia en los dos últimos encuentros jugados en el Centenario. Este año, contra Lanús y Sarmiento. Sobre 15 puntos jugados en Santa Fe, con Saralegui, Colón apenas ganó 3 (el triunfo ante Patronato), o sea el 20 por ciento.