Aldosivi y Tigre se cayeron, pero los sabaleros nunca se levantaron
Colón "subestimó" a la Copa de la Liga y la tenía en bandeja
Nueve partidos sin ganar, empate con los suplentes de Estudiantes y la derrota en este partido con Arsenal que, en otras circunstancias, nunca se podía perder. La diferencia de niveles entre Libertadores y Copa de la Liga, es evidente. La dilapidaron increíblemente.
Viene “peleado” con los arbitrajes Colón. Cuando hay VAR (torneo local), le anulan los goles que convierte (Huracán y Arsenal). Cuando no hay VAR (torneo internacional), son los mismos árbitros los que cometen la injusticia de anularles goles que son válidos, como pasó en Asunción del Paraguay. Pero al margen de esto, Colón desechó de manera poco creíble a esta Copa de la Liga Profesional. Nueve partidos sin victorias y chances que le dejaron servida en bandeja la esperanza de la clasificación. Pero Colón no hizo absolutamente nada para aprovecharla: empate de local contra los suplentes de Estudiantes en Santa Fe (gol de tiro libre en una infracción discutible para colocar el empate decisivo a favor del “Pincha”) y esta derrota, con suplentes, ante un Arsenal que recién logró su segundo triunfo en la Copa de la Liga.
Habían perdido Aldosivi (el jueves) y Tigre (antes del partido de Colón). Sin tener la convicción de que así haya sido, tengo la impresión de que Falcioni debe haber dudado. Al equipo lo tenía definido desde bastante antes. Tuvo que retocarlo a partir de la deserción de Leguizamón (molestia en el nervio ciático que lo dejó afuera hasta del banco de suplentes). ¿Era lógico?,sí, era lógico. Dos partidos separados de apenas 44 horas implicaba un desgaste físico notorio en el caso de que se haya decidido poner a los titulares. La pregunta es: ¿podría haber retocado ese plan inicial a partir de los resultados que se dieron?
Colón ya quedó eliminado de la Copa de la Liga. Dejó pasar una oportunidad muy propicia que le dieron los dos equipos que se habían metido, impensadamente, entre los mejores del grupo. Aldosivi y Tigre tuvieron su bajón. Fueron pronunciados. Y Colón no lo aprovechó porque el mismo Colón defeccionó. No se puede pretender nada si no se puede ganar un solo partido en nueve. Y más allá de la derrota ante Cerro Porteño en Asunción, el primer tiempo en Santa Fe ante Peñarol y el partido con Olimpia del jueves pasado, fueron las mejores expresiones futbolísticas de la era Falcioni.
Es cierto que hasta el minuto 24 del segundo tiempo, el partido estaba para los dos. Y también es verdad que Arsenal lo termina ganando en el momento en el que Falcioni tiró a la cancha a varios titulares, es una estrategia que estaba bien determinada. Pero también es cierto que por “h” o por “b”, Colón desperdició a esta Copa de la Liga, la dejó como torneo secundario y priorizó la Libertadores. A diferencia de lo que hizo Estudiantes, con respuestas estupendas en ambos torneos y no creo que con un plantel más numeroso y jerarquizado, Colón la subestimó a la Copa de la Liga (si cabe la expresión) y no pudo aprovechar la gran posibilidad que le dieron Aldosivi y Tigre.
A veces se dice “vamos a dar pelea en todos los frentes”. Es una declaración políticamente correcta. Acá se dieron circunstancias propias y ajenas. Entre las ajenas, sumo esta locura de jugar con menos de 48 horas de diferencia. Hay que decirlo, pero no sirve como excusa. Se sabía de antemano que esto iba a pasar, no hay tantos lesionados como para suponer que el potencial estaba disminuido. Se tomaron decisiones. Y esas decisiones pueden salir bien o mal. Pero la diferencia de motivación, de niveles futbolísticos entre un torneo y otro, se hicieron evidentes. Una pena, porque la clasificación estaba servida en bandeja. No se la peleó de la mejor manera. O al menos de la manera que se está peleando la Libertadores.