Colón juega en una cancha que le resulta muy familiar
Jugando en Primera, los sabaleros le ganaron al Globo en 11 oportunidades, la misma cantidad que perdió jugando en carácter de visitante. El plantel recibió, en el hotel, la visita de Juan Pablo Álvarez.
Colón juega en una cancha que le resulta muy familiar
Hubo alegrías y también grandes decepciones en cancha de Huracán. Allí, Colón sufrió la derrota más abultada, que fue el increíble 9 a 0 en el Reclasificatorio de 1970, luego de que los sabaleros consiguieran aquella gran victoria ante Unión en el 15 de Abril con el gol de Mottura y antes de lograr la salvación en un recordado partido con Almirante Brown en cancha de Atlanta, cuando Colón debió golear (y lo hizo) para mantener la categoría. El 9 a 0 del 70 fue un resultado increíble porque Colón alistó a sus titulares, incluido uno de los mejores jugadores de aquél momento: la Chiva Di Meola.
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Al año siguiente, en 1971 y con un equipo remozado por la llegada del Vasco Urriolabeitia con una primera camada de jugadores de Estudiantes, Colón consiguió la primera victoria en el Ducó. Fue por 3 a 1, con goles de Ripke, Zuccarelli (de penal) y Di Meola. En Huracán ya empezaban a aparecer los que, dos años más tarde, formaron parte de aquél renombrado e inolvidable equipo del Flaco Menotti de 1973, como Hernandorena, Basile, Buglione, Avallay, Brindisi y Babington, entre otros. Todavía estaba el Bambino Veira en aquél equipo.
El caso del Bambino es muy particular y parecido al del Toscano Rendo. Los dos se vieron muy identificados por ambos rivales: Huracán y San Lorenzo.
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Pero la gran particularidad es que Colón ganó, visitando a Huracán, la misma cantidad de partidos que perdió: 11. Es, además, una estadística favorable, ya que, en general y contando solamente los partidos en la A, Colón ganó 26 partidos y perdió 21. La última victoria sabalera en Parque Patricios se produjo en 2016. A Colón lo dirigía Paolo Montero y ganó aquél partido por 3 a 1, con goles de Iván Torres, Bernardi y Leguizamón, descontando Depetris para el Globo, que era dirigido por Ricardo Caruso Lombardi. Antes de ese partido, Colón venía con una buena racha de visitante con este rival, incluso ganando algunos partidos de manera consecutiva.
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Los jugadores de Colón, que estuvieron concentrados desde el miércoles a la noche en un hotel en Buenos Aires, luego de regresar desde Mendoza, recibieron la visita de Juan Pablo Alvarez. El ex jugador sabalero, que retornó a Banfield luego de que el club no pudiera hacer uso de la opción y que Banfield tampoco aceptara la extensión del préstamo, estuvo conversando con sus ex compañeros durante un largo rato.
Matías Ibáñez, Juan Pablo Álvarez, Paolo Goltz y Rafael Delgado.
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Ha sido claramente incisiva la actuación de Miguel Abbondandolo en este mercado de pases de Colón. A varios de los jugadores que llegaron, los conocía por algún paso previo de éstos por Atlético Tucumán o por las vinculaciones que fue tejiendo a través del tiempo. Abbondandolo, de buena relación previa con Vignatti, llegó de manera sorpresiva al club: hasta unas semanas antes, era el vicepresidente de Atlético Tucumán y le solicitaron la renuncia luego de haberse fotografiado en la cancha de Boca, el día de la despedida de Riquelme, que justamente coincidía con un partido de los tucumanos. Gorosito lo referenció en un par de oportunidades, sobre todo el día que anunció la llegada de un jugador que, finalmente, no vino a Colón: el delantero de Instituto, Axel Rodríguez. Justamente, Rodríguez se fue de Instituto y firmó, casualmente, para Atlético Tucumán. Las últimas incorporaciones sorprendieron al entrenador rojinegro, sobre todo cuando se refirió, en Mendoza, a Brian Guille, de último paso por la institución tucumana. “No tengo la menor idea”, dijo el entrenador. De todos modos, Gorosito le dio el visto bueno a las incorporaciones y varios de los jugadores que llegaron, como el caso de Ruben Botta, el de mejor rendimiento hasta el momento, lo hicieron con su consentimiento. Además, el rendimiento futbolístico del equipo hizo que el técnico dejara en claro las diferencias con el equipo que recibió luego del alejamiento de Saralegui y su llegada a Santa Fe: “Antes no sabíamos a qué jugábamos y ahora jugamos a algo”, dijo el técnico rojinegro.
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Hace unos días, tal como informó El Litoral, hubo una reunión entre los dirigentes y el técnico. Uno de los temas abordados fue el pedido de reajuste inmediato del salario del entrenador. De acuerdo a lo que confiaron a El Litoral, está todo solucionado. “Con Pipo está todo más que bien”, señaló un dirigente sabalero.
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El fin de semana que viene no habrá fútbol con motivo de la disputa de la doble fecha inicial de Eliminatorias, por lo que habrá dos semanas de preparación para el encuentro como local ante Rosario Central, de la cuarta fecha de esta Copa de la Liga. El único futbolista que no estará a las órdenes de Gorosito será Santiago Pierotti, quien se integrará a las prácticas del sub 23 de Mascherano y jugará el encuentro amistoso del sábado que viene ante la sub 23 de Bolivia. Este plantel se preparará para el Preolímpico de Venezuela.
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Surgieron algunas dudas con relación a la fecha de los clásicos, prevista para la séptima fecha, a finales de este mes y comienzos de octubre. Ese domingo 1 de octubre se llevará a cabo el debate presidencial y hay un pedido para que no haya fútbol ese día. La sugerencia es que se postergue la fecha, algo bastante improbable. Lo máximo que puede ocurrir es que no se programen partidos para ese día, más allá de que el debate será por la noche. Habrá que esperar también lo que resuelva el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe. Hay que recordar que la última vez que se jugó una fecha de clásicos, se decidió que uno se juegue el sábado y otro el domingo. Así, Colón-Unión fue sábado y Central-Newell’s domingo.
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Uno de los jugadores que forma parte de la rica historia de Huracán, es el “Capitán Orejas” Juan Antonio Rivarola, un santafesino que arrancó su carrera en Colón y de allí fue cedido a Huracán, donde jugó en dos ocasiones con un paso intermedio por el fútbol brasileño. Siendo jugador de Colón, Rivarola integró la selección nacional en 1929 y se consagró campeón sudamericano. Su nombre está ligado a otros notables de esos tiempo, como Herminio Masantonio (convirtió 270 goles en ese club), Emilio Baldonedo, Angel Chiesa, Jorge Alberti y Norberto “Tucho” Méndez, sin venirnos a una historia más reciente como fue la del gran equipo de Menotti en 1973.