Este hombre ha logrado trascender todo. Es mito y leyenda. Pulverizó un récord que parecía insuperable. Porque si bien dicen que los récord están para romperse, el de Angel Amadeo Labruna como el autor de un gol en Primera a la edad más longeva (tenía 40 años, 1 mes y 15 días cuando el 12 de noviembre de 1958, con la camiseta de River, le convirtió un gol a Rosario Central) era realmente muy difícil de superar y por algo pasaron 63 años. Pero además, José Sand, el Pepe Sand, ya venía acumulando méritos: máximo goleador de la historia de Lanús, goleador más veterano de la Copa Libertadores (tenía 37 años cuando lo logró en 2017), jugador argentino más veterano en convertir un gol en la Copa Sudamericana (tenía 40 años y 103 días cuando el año pasado le hizo dos goles a San Pablo) y ahora esto. Es el mismo Pepe Sand que en 2019 pensó en abandonar el fútbol cuando llegaba el final de su contrato con Lanús, pero lo renovó; el mismo que en la pandemia también se levantaba todos los días masticando un posible retiro, pero siguió; el mismo Pepe Sand que fue campeón con Lanús a los 35 años (el equipo de Almirón) y que cuando su equipo dio vuelta aquélla semifinal de la Sudamericana de 2017 ante River, remontado un 0-3 con dos goles suyos, caminó 83 kilómetros por una promesa que le había hecho a la Virgen de Itatí.
Pepe Sand lleva jugados 648 partidos y marcó 282 goles. Y el primer gol lo convirtió en Colón, cuando llegó siendo un pibe que apenas había jugado en reserva y que con sólo 19 años tenía por delante suyo a Saviola, Juan Pablo Angel, Cardetti y el paraguayo Cuevas, entre otros. En el Brigadier López marcó su gol, en un 1 a 1 que pocos recuerdan ante Gimnasia. Ese día entró por el Loco Gorostidi, cuando el técnico sabalero era Miguel Angel Russo y, entre otros, estaban Enría, el Pampa Biaggio, el Loco Sandoval y el citado Gorostidi. Tuvo dos pasos por Colón, en ese primero jugó muy poco (5 partidos y ese gol contra Gimnasia); en el segundo, un poco más adelante, jugó algo más (7 goles en 24 partidos). Pero su "lugar en el mundo" es Lanús (143 goles en 226 partidos), con una impresionante eficacia de 0,68 goles por partido. Una barbaridad.
Cuando el Bichi Fuertes convirtió sus últimos goles con la camiseta de Colón, en cancha de Banfield, tenía 39 años, 5 meses y 29 días. Quedó quinto, en el ranking de goles longevos, detrás del Pepe Sand, Angel Labruna, Rolando Schiavi y ¡Sebastián Bértoli! (marcó un gol de penal cuando Patronato le ganó a Sarmiento de Junín y salvó la categoría).
Desde aquélla primera vez en cancha de Colón y con la rojinegra hasta estos dos goles que marcó el sábado para la goleada de Lanús ante los tucumanos, pasaron casi 22 años. Es una vigencia que también resulta muy difícil de igualar. Ya "empardó" los 22 años de trayectoria de Labruna y todavía está lejos de los 25 de Amadeo Carrizo y de los 26 del Loco Gatti, aunque en estos casos en el puesto de arquero, más proclive a prolongar la carrera deportiva del jugador profesional.
No sólo es perseverancia y cuidado lo de Sand. La vigencia también se alimenta de calidad, sabiduría y esa capacidad goleadora que se mantiene innata y que ha escrito una historia que tuvo su primer capítulo aquél 12 de setiembre de 1999, cuando su boca se llenó de gol por primera vez calzándose la camiseta de Colón.