(Enviado Especial a Buenos Aires)
“Los centrales me puteaban, me pisaban, querían ‘sacarme’… Y me voy de esta cancha con más cortes que un mapa…”, dijo el “10” de Colón que jugó para un “10”.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Más le pegaban y más se agrandaba. Es el “reo” que tiene Colón. Se bancó las patadas de los centrales de Brown y los buscó para que se “calentaran”. Jugó con el libreto de jugador de potrero, casi al límite, pero sabiendo que era candidato a “ligar”. Y guapeó. Braian Guille conoce la cancha porque jugó en Brown. Pero al margen de ello, en espacios reducidos hizo gala de su mejor técnica para protagonizar un primer tiempo de excepción. Y eso tuvo su precio: se fue de la cancha con un corte en uno de sus tobillos y rengueando.
“Era un desafío este partido, porque tuvimos que hacer cosas que habitualmente no hacemos, como saltear líneas. Pero sabíamos que esto iba a pasar. Estoy contento porque las cosas me están saliendo”, dijo el “10” luego del partido en la charla con El Litoral.
Después, bromeó cuando lo consultamos por la lastimadura en el tobillo. “Tengo más cortes que un mapa”, dijo entre risas, pero dejando en claro que no le impedirá llegar bien al partido del viernes contra Almagro.
Sobre esos roces permanentes con los dos centrales de Brown, dijo que “me pisaban, me puteaban y yo traté de no entrar mucho en el juego de ellos… Bah, en algunas me tuve que defender y los empujaba porque ellos venían derechito a pisarme y me podían lesionar… Yo sabía que esto iba a pasar… Como también sabía que la gente iba a repartirse conmigo, algunos me aplaudieron un ratito y otros me putearon todo el tiempo”.
Volviendo al partido en sí, rescató el planteo y dijo que “fuimos muy prácticos y efectivos. Iván nos pidió que juguemos el partido con alta intensidad y concentración durante todo el tiempo”.
Sobre los goles, dijo que “en el de tiro libre, sabía que los de la barrera iban a saltar, entonces siempre tuve en claro que debía pegarle suave y bien abajo, porque la pelota iba a pasar y el arquero no iba a llegar. En el segundo mío, Federico Jourdan me dejó solo y definí con tranquilidad… Me gastó luego del partido porque me dijo que me va ganando en las asistencias. El otro día contra Morón también me dio el pase en el gol que convertí”.
Por último, Guille dijo que “no me voy a cansar de decir que estamos en un club grande, con mucho renombre, nosotros no somos un equipo de grandes jugadores, pero tenemos muchísimas ganas de progresar y de no pasar desapercibidos en este paso por el club. Queremos ascender y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo”.
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