Marcelo Saralegui y los dirigentes ya están trabajando en el armado del plantel de Colón para el 2023. No sólo la firma del contrato (efectivizada este sábado) con el técnico uruguayo ha sido la última novedad, sino que se está avanzando en algunas decisiones que deberán tomarse en estas horas, sobre todo con respecto a la continuidad o no de algunos futbolistas.
Por ejemplo, se dice que Juan Sánchez Miño y el paraguayo Mario Otazú podrían abandonar la institución. Ninguno de los jugadores ha cumplido mínimamente con las expectativas. Sánchez Miño tuvo algo más de participación e incluso alcanzó a jugar con Saralegui, pero en el caso del paraguayo, que había llegado con buenos antecedentes de Guaireña (jugó 22 partidos y marcó 8 goles, 5 de ellos en partidos de la Copa Sudamericana) y también tuvo un paso por otros clubes paraguayos (como Olimpia y Sol de América), su contribución ha sido casi nula.
El presidente de Colón, José Vignatti, estrecha su mano con la de Marcelo Saralegui, acompañado de Patricio Fleming y Gustavo Ingaramo.
El contrato de Otazú, que llegó a mediados de año casi al mismo tiempo que Baldomero Perlaza, vence en diciembre del año que viene. Sánchez Miño, por su parte, había llegado en enero de este año para incorporarse al equipo que en ese momento dirigía Falcioni y firmó por dos años, también hasta diciembre del año que viene. Con ambos jugadores se piensa negociar para interrumpir el vínculo.
La situación de Mauro Formica es diferente, porque llegó a mediados del año pasado, apenas algunos días luego del logro del campeonato, cuando el técnico era Eduardo Domínguez. Tampoco su actuación fue satisfactoria, no logró afirmarse con ninguno de los entrenadores y Saralegui lo puso un rato en el partido con Patronato en Santa Fe y fue expulsado. Su contrato vence en diciembre, por lo que abandonará también la institución pero en este caso porque no se le renovará.
Por su parte, también es un hecho que Paolo Goltz -cuyo contrato finaliza en diciembre- tampoco seguirá en la institución. El mismo futbolista declaró que "me hubiese gustado seguir si las cosas eran diferentes. Estoy acá por un hecho de comodidad también, tengo la familia cerca y es dónde más cómodo estaba. Son situaciones que a uno no le gusta vivir y por eso pasó lo que pasó el día que estábamos entrenando y vino la barra".