El Litoral
Los afectados son: Leonardo Heredia, Guillermo Ortiz, Gustavo Toledo (más complicados), Leandro Burian, Mateo Hernández, Fernando Zuqui, Matías Fritzler y Emanuel Olivera.
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Ocho jugadores y el kinesiologo del plantel de Colón fueron sometidos a estudios en la tarde de este martes ya que presentaban síntomas propios de dengue.
Leonardo Heredia, Guillermo Ortiz, Gustavo Toledo (los más complicados) Leandro Burian, Mateo Hernández, Fernando Zuqui, Matías Fritzler, Emanuel Olivera y Fabián Perafrancia fueron los que asistieron al hospital José María Cullen.
Ahora, deberán esperar los resultados que estarán entre las próximas 24 y 48 horas.
Todo comenzó durante la mañana cuando Heredia y Ortiz no pudieron entrenar debido a un intenso proceso virósico que progresivamente los fue afectando y que ya lo venían sintiendo desde el momento del arribo a Santa Fe luego del partido del sábado.
Comesaña dijo que “no lo vinculo de ninguna forma al viaje en sí, porque éramos más de 30 personas y los únicos que están afectados son ellos dos”.
Los dos jugadores se retiraron de inmediato del entrenamiento y desde el cuerpo médico sabalero se informó que por el momento se trata de un proceso virósico y que sigue de cerca la evolución.
Los síntomas que sufren los jugadores, son propios de dengue y eso es lo que se está evaluando y analizando para descartar.
En este contexto, corre peligro el partido que tiene previsto disputar el Sabalero el próximo sábado desde las 21.30 ante San Lorenzo en el Brigadier López.
El último parte oficial que emitió el Ministerio de Salud de la provincia, el viernes de la semana pasada, confirmó que eran once las personas infectadas con la enfermedad hasta ese momento en cinco barrios de la ciudad, aunque se aclaró que todos los casos tienen alguna relación con los primeros que se detectaron en el suroeste -justamente dond está la cancha de Colón- y que era posible que se detecten más casos.
Es por eso que se iniciaron los operativos de bloqueos en los cinco barrios —que no fueron indetificados por las autoridades para “no estigmatizarlos”, aclararon—, buscando activamente los síndromes febriles y realizando las acciones en cada lugar que se detecta un caso positivo.
De todas formas se supo que los equipos trabajaron en dos barrios del suroeste, uno del centro y otro del norte de la ciudad.
Lo que se hace para bloquear un caso, es aislar al paciente infectado —para que no lo pique un mosquito y siga contagiando— y recorrer 9 manzanas a la redonda de esa vivienda para buscar otras personas con fiebre y síntomas compatibles con dengue.
En cada uno de esos domicilios, los equipos ingresan para revisar que no haya lugares en los que la hembra del mosquito Aedes aegypti pueda colocar huevos, como macetas, envases usados y otros recipientes —incluso basura— que puedan acumular agua de lluvia. El personal de salud esta identificado para evitar la sospecha de que sea una estrategia para realizar un robo.
Hasta el momento, los pacientes con dengue evolucionaron bien en la ciudad y sin desarrollar complicaciones.