Las oficinas de la omnipotente Escudería Bragarnik, en la Ciudad Autómoma de Buenos Aires, hiceron las veces del balcón de Verona. Como si, imaginarIamente, fuera la Casa di Giulietta Situada en Verona, en el número 23 de la Vía Capello, muy cerca de la Piazza delle Erbe. En ese lugar, William Shakespeare —para muchos el escritor en lengua inglesa más importante y uno de los escritores más famosos de la literatura universal— y su pluma le dieron vida a finales del siglo XVI a “Romeo y Julieta”, la historia de amor más famosa del mundo.
Allí ayer, luego de varios momentos que parecían darle lugar al famoso “ahora se da...”, Brian y Colón sellaron el “sí” para toda la vida. Como en las novelas y en las películas. Antes, varios quisieron “spoilear” el final feliz. Y esta historia fue estilo Netflix: atrapantes episodios encadenados. Como cuando el chico subía mensajes bien directos en sus fotos de redes sociales o como cuando el propio José Néstor Vignatti me dijo en una entrevista antes de Fin de Año: “Tengo el ok de Bragarnik. Ahora depende de Brian, nosotros agarramos la camioneta y lo vamos a buscar con Osella donde nos digan”.
Aunque nadie lo crea ahora y más allá que pasa a transformarse en una linda anécdota, cuando Brian leyó esa frase en El Litoral se sintió “tocado”. Casi molesto. Es que hasta allí era todo “chichoneo” en la vereda, sin siquiera entrar en el “zaguán” (leáse: para los jóvenes el lugar “máximo” donde se podía estar antes de ingresar a la casa en el inicio de esas lindas historias de amor cuando nacen).
Tenés que leer¿Estás de acuerdo con la llegada de Brian Fernández a Colón?Hasta que antes de viajar al exterior, en el mano a mano más importante, José Vignatti se juntó —otra vez, como cuando estaba Eduardo Domínguez, el DTque le había bajado el pulgar— con Brian Fernández. Despué de éso, todo quedó claro:
— 1) Brian Fernández haría lo posible e imposible por jugar en Colón, el club de sus amores
— 2) Colón, por decisión de Vignatti, haría un “esfuerzo supremo” por contratar a Brian Fernández.
Así llegó el 2020, con el chico en Santa Fe y el presidente en el exterior. El acuerdo “macro” estaba correspondido: las dos partes querían. El paso siguiente fue en falso: el vicepresidente Patricio Fleming y el abogado/ colaborador Luis Hilbert viajaron a las oficinas de Cristian Bragarnik. En ese primer paso administrativo, no hubo acuerdo.
Siempre estaba claro que el epicentro físico con las oficinas en Capital Federal era sólo la “base” de un triángulo que unía a Cristian Bragarnik en Europa (compró el paquete accionario del Elche de España) y al presidente José Néstor Vignatti en algún lugar del mundo (posiblemente Cuba antes de Vancouver).
Si bien en el medio estaban los dirigentes y abogados de Colón, más el famoso Marcelo “Bocha” Valeri —es el emisario más importante de Bragarnik en Argentina—, estaba claro que a todo lo tenían que cerrar Vignatti con el magnate del fútbol criollo.
El fin de semana, al mismo tiempo que aparecía en escena el Fenerbahce de Turquía, Vignatti aceleró con todo. El jugador, para no escuchar otra oferta que no sea Colón, se “escondía” en Yapeyú y se negaba a viajar a Buenos Aires “por las dudas”.
Lo macro volvía a estar bien. Entonces, el presidente hizo viajar a uno de los letrados del Club Atlético Colón, desde Punta del Este hasta las oficinas de Bragarnik. Se trabajó lunes y martes con los detalles finales. Hasta que ayer, luego de una info exclusiva de El Litoral, se dio el “sí”. Por civil y por Iglesia:
— 1) El abogado de Colón, Juan Andrés Saliva, hizo firmar el contrato de puño y letra de Brian Fernández en las oficinas de Bragarnik. Dato de color 1: el “38” estaba realmente “muy feliz”.
— 2) El mismo contrato fue enviado desde las oficinas de “Braga” al correo de Ricardo Lavini, el gerente sabalero, quien hizo las copias de rigor. Dato de color 2: ante la ausencia de Vignatti, el dirigente de Colón que “compra” a Brian Fernández es Patricio Fleming.
Como se recordará, a mitad del año pasado la franquicia norteamericana Timbers ejecutó la cláusula de rescisión del Necaxa y le puso a los mexicanos 10 millones de dólares. Brian jugó en la MLS (11 goles y 1 asistencia en 19 partidos), arrancó con todo y fue “cortado” por cuestiones extra-deportivas.
Esa fue “la gran discusión del pase” y no el monto en dólares: Colón le compra el pase a Brian Fernández directamente porque técnicamente es “jugador libre”, con una baja otorgada por la MLS de Estados Unidos. ¿Cuáles son los tips del contrato?. Menos el monto, El Litoral accedió a toda la info exclusiva:
— 1) El ciento por ciento de los derechos federativos de Brian Fernández son de Colón
— 2) El ciento por ciento de los derechos económicos de Brian Fernández son de Colón
— 3) El contrato entre las partes se celebra por el término de tres años y medio
— 4) Colón hace la operación con papel billete, no ingresando ningún jugador profesional. O sea que Colón no cede porcentajes ni préstamos en la compra de Brian Fernández
— 5) Colón pagará el pase de Brian Fernández en cuotas que irán desde ahora hasta dentro de un año y medio con vencimientos estipulados
— 6) El jugador Brian Fernández retiene para su beneficio un porcentaje importante en caso que Colón lo transfiera antes de los tres años y medio de vínculo
— 7) El fichaje de Brian Fernández en Colón tiene monto de blindaje y cláusula de salida
— 8) Ni Brian Fernández ni otro club podrán ejecutar esa cláusula antes de julio de 2020. Es decir, si la “rompe toda” de entrada, Colón se asegura que juegue las fechas de la Superliga, toda la Copa Superliga y Copa Argentina como mínimo
— 9) Si bien no está confirmado, el “piso” de la cláusula de salida sería exactamente el doble de lo que Colón invierte al comprar el pase de Brian Fernández
— 10) El jugador tendrá “bonos” por rendimiento: partidos acumulados, goles, clasificación a las copas. “Nada del otro mundo, como cualquier jugador de ataque”, confiaron
— 11) Todo lo que firmaron las partes quedan “Ad Referendum” que el 20 de enero cuando se abra el TMS para Argentina, el jugador quede efectivamente consagrado como “Jugador Libre” por la MLS.
La idea es que el famoso “38”, que está llegando hoy a Santa Fe, se presente mañana temprano a entrenar con el plantel de Diego Mario Francisco Osella. Las partes acordaron que Brian Fernández “vivirá” en una de las habitaciones del Hotel de Campo Colón. El jugador, que está separado, vivirá solo en esta primera etapa en Colón. “Luego, el objetivo es que pueda alquilar en uno de los countries cercanos al predio deportivo donde Colón entrena”, confirmaron a este diario.
Tanto en Santa Fe —primero— como en Buenos Aires —después— los profesionales de la parte médica del Club Atlético Colón realizaron la revisión clínica de rigor.
Finalmente, hay una cláusula especial en el contrato final, por las cuestiones obvias ya conocidas del pasado del jugador. En la misma, “Colón admite conocer la realidad psico-física de Brian Fernández”. Tampoco tiene nada raro, sólo que le da herramientas al club para poder sancionar al profesional si el mismo incumple con las obligaciones de su contrato.
Para muestra vale un ejemplo reciente: cuando hace algún tiempo llegó Franco Zucculini a Colón, el club “abría el paragüas” en el contrato desde lo económico si se volvía a lesionar en la misma rodilla.
Así, la historia de amor de Brian Fernández y Colón llegó ayer al final feliz que todos soñaban. Firmó el “38” —es el número de casaca que pidió— allá y el vice Fleming acá. El jugador arrancará directamente a entrenar con Diego Osella y no será presentado hasta que ocurran dos cuestiones: 1) Que vuelva José Vignatti del exterior; 2) Que impacte el TMS con la transferencia internacional. O sea que el fichaje “bomba” tendrá su lado marketinero desde el 21 de enero en adelante. Luego, se pondrá la sangre y luto e irá a jugar “a la pelota”. Como lo soñó desde que nació. Desde la cuna.