Del "estoy feliz de estar acá" a la cláusula gatillo
Eduardo Domínguez está de vuelta y ya puso manos a la obra desde hoy con el plantel. Su amistad con Darrás, la reunión a solas con Vignatti, la exigencia del avión y el mano a mano con Brian Fernández.
Del "estoy feliz de estar acá" a la cláusula gatillo
“Estoy llegando Horacio, nos vemos en el Hotel de Campo”, fue el simple mensaje de Eduardo Domínguez a Horacio Darrás, el actual vice sabalero que supo construir una relación intachable con el “Barba” en su paso anterior que derivó en jugar dos copas continentales. Además de los integrantes de su cuerpo técnico —seis en total: dos ayudantes de campo, dos preparadores físicos, un entrenador de arqueros y un editor de videos que además manejará el Drone—, desembarcó en Santa Fe con el conocido Juan Luis Berros, quien fue limando los detalles finales con los letrados de Colón (el Dr. Juan Saliva y el “Mago” Luis Hilbert) hasta llegar a la esperada firma de los siete contratos individuales que se prepararon en la sede sabalera y que se firmaron en el mismo Hotel (no en una Escribanía como se había dicho).
Lo primero que hizo el “Barba” cuando llegó, además de estar con Darrás, fue tener un primer “tú a tú” con Brian Fernández: se saludaron afectuosamente y quedó desterrada esa vieja historia de que en su ciclo anterior le había bajado el pulgar al “38”. Un dato muy importante: además de hablar con Brian Fernández, Eduardo Domínguez lo hizo con los profesionales que encabezaron este proceso exitoso de recuperación. Concretamente, habló con uno de los terapeutas para saber cómo seguir en el día a día. Hay que recordar que Brian ya jugó en reserva contra Talleres y arrancó el lunes a la par de los profesionales.
Mientras el “Barba” se acomodaba, Vignatti armaba la reunión de “mesa chica” para tratar algunas decisiones puntuales:
— 1) El comunicado del tema Seguridad (ver aparte: los dirigentes desmienten el rumor que pidieron custodia en sus domicilios)
— 2) Decidieron no armar conferencia de prensa ni presentar a Eduardo Domínguez ante los medios. “Ya lo conocen, es tiempo de trabajar”, dijeron.
— 3) La desvinculación de Francisco Ferraro como secretario técnico de la insitución (Vignatti le ofreció que siga monitoreando inferiores y “Pancho” quedó en contestar).
Cerca de las 16.30, mientras Berros acordaba los detalles finales de contrato con Colón, el presidente José Vignatti y el propio Eduardo Domínguez armaron una “Cumbre” mano a mano de dos horas de extensión. “Se fueron atrás, en el predio, los dos solos”, confiaron a El Litoral.
Más allá de las exigencias económicas —Colón hizo un gran esfuerzo para contratar al “Barba”—, hubo una serie de requisitos que Eduardo Domínguez le pidió a los dirigentes y “a todas Vignatti le dijo que sí”.
Por ejemplo, viajar en avión “sí o sí” a los recorridos largos. Ejemplo 1: ya se compraban este jueves los pasajes para el partido en Tucumán. Ejemplo 2: poder concentrar —entre Hotel de Campo y Rosario— dos noches antes del partido de este lunes con Rosario Central. Ejemplo 3: si el calendario va normal, sin incidencias del Coronavirus, Eduardo Domínguez quiere aprovechar el parate original de Fecha FIFA para realizar una “mini-pretemporada”. Es clave, por como juegan los equipos del “Barba”, la parte física. Por ese motivo, además del conocido Julio Santella, se sumó Fernando Kahlow, un preparador físico de Humboldt que ya trabajó en la etapa anterior. Así, con el “Barba” en campo y seis colaboradores más, hoy arrancó la segunda parte de Eduardo Domínguez en Colón. “Estoy muy feliz de estar acá...”, fue la frase más repetida por el reemplazante de Osella. Tanto ayer, cuando llegó, como hoy cuando bien temprano llegó al vestuario. Finalmente, no lo acompañaron ni Vignatti ni Darrás: lo hizo José Alonso, otro de los vice.
La cláusula gatillo
El millonario contrato que liga a Eduardo Domínguez con Colón se firma por 18 meses, pero el vínculo tiene una “trampita”. Como se sabe, hay dos datos de calendario que no van de la mano:
— En cuatro (4) meses habrá elecciones en Colón para renovar autoridades y la oposición (Magdalena) decidió presentarse contra el oficialismo (Vignatti).
— Los contratos de AFA no pueden firmarse por menos de un año, o sea doce (12) meses.
En algunas apariciones públicas, los referentes de la oposición comenzaron a cuestionar porqué se firmó por 18 meses. El Litoral pudo chequear que Juan Luis Berros (representante del “Barba”) y los abogados sabaleros acordaron un incluir un cláusula gatillo.
Es decir, si bien se firma por 18 meses, en el contrato cordaron que “al finalizar al Copa Superliga cualquiera de las dos partes puede dar por terminado el vínculo con la simple notificación, sin impacto económico”.
Vayamos a los supuestos: si Domínguez hace una gran campaña y lo salva a Colón, se puede ir en julio a cualquier lado. Y si Domínguez se va a la “B” o no es del gusto de la directiva que asuma a mitad de año, también Colón lo puede “cortar” sin pagar un solo peso.
En cuanto al costo, el contrato es millonario. “No cualquiera agarra un equipo en descenso a once fechas. Muchas veces la necesidad tiene cara de hereje”, comentan.
Al estilo Carlos Bianchi, cuando firmó su primer contrato con Macri en Boca, la apuesta de la “productividad” es determinante. “Va a ganar un muy buen salario pero si lo salva a Colón del descenso, el premio es inédito”, confiaron a El Litoral.
Pero, además, hay un dato que refleja el optimismo del “Barba”: Berros le pidió a Vignatti dos premios “extras”, más allá del suculento por salvarse del descenso:
— 1) Domínguez tendrá un bonus si llega a la final de la Copa Superliga.
— 2) Domínguez tendrá doble bonus si Colón es campeón de la Copa Superliga.
Esas dos cláusulas finales reflejan la fe y el optimismo que tiene Eduardo Domínguez en su vuelta a Colón para estas once batallas finales del 2020.
“Bienvenido, Eduardo”, publicó Colón: firmó su vínculo con el Club Atlético Colón y se convirtió en el nuevo Director Técnico del equipo de Primera División.