Pudo jugar por el costado derecho el paraguayo "Beto" Espínola o puede jugar Eric Meza. Del otro lado, en el andarivel izquierdo, Rafael Delgado o Emanuel Más. Incluso, puede "meterse" Gian Nardelli, de muy buena forma como ocurrió en este último partido contra River Plate en el Cementerio de los Elefantes. Pero, por el medio, esa muralla increíble que arman la experiencia de Paolo Duval Goltz junto a la juventud sabalera de Facundo Garcés es algo que emociona a los hinchas sabaleros.
A pesar de jugar casi un hora con diez y ante un grande con figuras como es River, Colón resistió de pie con sus dos guerreros en el fondo: el "gran" Paolo y el jugador-hincha. Cada cruce de Facundo Garcés, la gente lo festeja como si fuera un golazo, mucho más en esta injusta lucha que debe dar Colón con la parte baja de la tabla y con el tema del descenso.
Luego de aguantar el 2-2 y de irse ovacionado desde los cuatro costados del Cementerio de los Elefantes, el llamado "jugador-hincha" dejó sus sensaciones acerca de lo que pasó y acerca de lo que se viene: "River es uno de los equipos que mejor juega. Con nuestras armas, nos pusimos en ventaja dos veces, no lo pudimos ganar; no había que perder, ahora hay que ganar en Sarandí y validar lo de hoy", arrancó de movida.
En cuanto a la tremenda muestra de solidaridad y compromiso para con la figura del entrenador (Néstor Raúl Gorosito), el mismo Garcés habló del tema "Pipo" luego del 2-2 bravo ante River en Santa Fe: "La realidad es que lo necesitamos, no tiene sentido que se vaya. En la tabla de ahora estamos bien, arrastramos algo del semestre pasado, estamos juntos y unidos, estamos bien. Hay que ir a ganarle a Arsenal".
En lo que fue un análisis más extendido de los 90 minutos, el jugador al que adora la gente agregó: "Con la expulsión, en cada zona parecía que tenían dos jugadores, hicimos un desgaste impresionante: corrimos, pusimos huevos, sumamos de a uno y ganamos en confianza".
Como no podía ser de otra manera, se fue metiendo solo en el polémico tema del arbitraje, que en muchos pasajes lo perjudicó abiertamente a Colón contra River en Santa Fe: "Teníamos que dar una muestra de carácter, pasamos un partido importante, ahora hay que ganar una de las cinco finales. Ramírez nos dirigió en cancha de River: te acercás y te amonesta. No quiero gastar energías en eso, se inclinó por momentos, esa cuotita de suerte no está de nuestro lado".
Finalmente, el siempre reconocido Facundo Garcés dejó una reflexión de cara a la gente: "Este torneo, si lo analizamos, estamos entre los cuatro; es la realidad que no nos podía dejar faltando tan pocos partidos. Estamos juntos y saldremos de esto, no tengo dudas".
En principio, Colón volverá este sábado a los entrenamientos en el predio deportivo sabalero "4 de Junio", pensando en lo que se viene en la Copa de la Liga: los 90 minutos contra Arsenal de Sarandí, en el histórico Viaducto de la Familia Grondona. Este juego, donde el "Facu" Garcés pide "ir a ganar", está programado para el miércoles 25 de octubre desde las 16 en la provincia de Buenos Aires.
La rompió y después..., ¡"pegó"!
"Me sentí bien, hacer el gol me dio confianza, creo que merecimos ganar, el pito todas las chiquitas cobró para ellos. Vienen con soberbia, te podes equivocar, nos estamos jugando la vida. Vamos a dar pelea hasta el final", indicó la gran figura de Colón y de la cancha, el zurdo Rubén Botta, que clavó un golazo a la carrera, un gol de penal y un par de asistencias de lujo. Una, a Ramón Darío Ábila como con la mano en la jugada del penal de Casco con la mano desplegada; otra, con un pase exquisito a Eric Meza que pudo ser el 3-2 de contragolpe en el arco del FONAVI.
"En el segundo tiempo nos hicieron un gol muy rápido, tuvimos una jugada para ponernos 3-2, con River, que tiene muy buenos jugadores, se hace difícil, pero me voy contento porque dimos todo. Tenemos que salir todos juntos, con la gente, no tengo duda que si jugamos de esta manera vamos a salir adelante", dijo el "10" habilidoso y desequilibrante, que llegó desde el Bari de Italia por un pedido especial de Néstor Raúl Gorosito, recordando que "Pipo" lo había disfrutado hace algunos años cuando dirigió a Tigre.
River no puede de visitante
Martín Demichelis sabe que el déficit principal de su ciclo está en condición de visitante. Los números son elocuentes en este sentido: contando este duelo con el sabalero por la novena fecha de la Copa de la Liga, el Millonario solo ganó 2 de sus últimos 16 partidos fuera del Monumental (considerando la derrota frente a Talleres en cancha neutral).
¿Y el resto? 7 empates (Atlético Tucumán, Sporting Cristal de Perú, Vélez, San Lorenzo, Rosario Central, Banfield y Colón) y 7 derrotas (Fluminense, Talleres, Barracas Central, Talleres -por Copa Argentina en Mendoza-, Inter de Porto Alegre, Argentinos Juniors y Vélez), una estadística contundente y que exhibe los problemas del conjunto de Micho cuando sale de su casa.
De esas dos victorias de visitante, la más antigua data del 12 de junio, cuando goleó 4-1 a Banfield en el torneo pasado, mientras que la más reciente fue ante Boca en La Bombonera, por la fecha 7 de la Copa de la Liga.
River impone, domina y en varios pasajes hasta exhibe una diferencia sustancial ante sus rivales en el Monumental, pero tiene su versión complementaria y opuesta, como el yin y el yang, cuando se aleja de los más de 80 mil hinchas que llenan cada domingo su renovado recinto: es vulnerable, endeble e inconexo, y hasta podría decirse que pierde su identidad. Y los datos estadísticos, que no siempre son proporcionales al juego, en este caso van muy de la mano.
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