Sábado 9.4.2022
/Última actualización 15:08
Muchas veces el fútbol deja esta clase de partidos que devuelven la alegría y el placer de verlo. Más allá de errores, el trámite cambiante también le agregó un condimento. Gustó el partido. Y particularmente, la actitud de Colón y el esfuerzo que pusieron los jugadores en el segundo tiempo, ante un equipo más titular y más descansado (Rosario Central), es algo que se debe rescatar. El punto suma. ¿Pudieron ser tres?, definitivamente sí, pudieron ser tres. Sobre todo por esa imagen del final.
El gol de Ojeda, cacheteando la pelota por arriba de Chicco en un córner, le puso justicia al resultado en el primer tiempo. El partido empezó con un “blooper”, una carambola que arrancó en una salida de alto de Servio, que quiso apurar armando un contragolpe y la pelota –con mala fortuna para él- rebotó en Pierotti, se elevó e ingresó en su arco. Iban apenas 9 minutos y Colón ganaba cuando nada ni nadie lo hacía presagiar. Central había asumido la iniciativa, algo que con más razón mantuvo cuando se vio en desventaja. Y Colón, replegado y achicando espacios del medio hacia atrás, quedó marginado a intentar la vía del contragolpe.
La gran pregunta surgió solita: ¿se puede jugar de contra con Wanchope Abila y tanto espacio para transitar?. Sólo Pierotti –lo mejor de Colón en ese primer tiempo- aportaba cambio de ritmo y velocidad. Wanchope no podía, Farioli pasaba bastante desapercibido y Sandoval se mostraba por derecha, aunque su aporte también resultaba escaso.
A propósito, se planteaba una situación por la derecha de la defensa rojinegra. Blanco iba en todas al ataque. Y el que lo perseguía era Pierotti, con lo cuál debía gastar energías en el retroceso y se limitaba para ser la compañía de un Wanchope que muchas veces quedó en soledad, sin compañía cercana y, como se dijo, con demasiado espacio por recorrer.
Colón aguantó atrás. Se lesionó Vega (habrá que seguir de cerca qué pasó con esa rodilla izquierda) y entró Lértora. El equipo respondía atrás (bien Acevedo y Novillo), pero tenía algunos cimbronazos de sufrimiento. Se “bancaba” todo hasta que llegó el gol de Ojeda. Sin la posibilidad de mantener el 1 a 0 hasta el final del primer tiempo, la justicia se posó en la inmejorable noche de Arroyito para decretar un empate parcial que aportó justicia.
Las fotos del empate entre Central y Colón
Esa actitud algo especulativa del primer tiempo, fundamentada también en el resultado a favor que había conseguido en forma tempranera por parte de Colón, mutó en un segundo tiempo más ambicioso. Sobre todo a partir de algunas decisiones que se tomaron desde el banco. La primera fue jugar 20 metros más adelante. Y la otra, los cambios. Farías, Aliendro y Bernardi le dieron otra calidad y jerarquía al equipo. Y Colón fue al frente, inclusive luego del gol de Ferreyra que fue un “baldazo de agua fría”, porque en ese momento, Central no era más que Colón. Pero llegó el gol de Wanchope en una jugada con mucho de “surrealismo”. ¿Quién podía imaginarse que Colón iba a llegar al gol, de contragolpe y a través de una corrida de Wanchope?, casi nadie. Salvo el propio Wanchope, que corrió casi 100 metros desde su propia área para quedar mano a mano con Servio, dejarlo en el camino y definir desde adentro del área y de zurda, aún a expensas del cierre de algunos rivales, marcando el 2 a 2 definitivo.
Antes, el VAR había tenido una participación protagónica cuando la arremetida de Véliz, con su brazo, despojó de la pelota a Chicco, quien ya la tenía en sus manos. La acción no fue lo suficientemente advertida por Tello –de buen trabajo en un partido caliente y con muchas particularidades- pero en este caso funcionó el VAR, que anuló correctamente ese gol que le daba la momentánea ventaja a Central (estaba 1 a 1 el partido).
La imagen del segundo tiempo y sobre todo la del final del partido, con Gallardo subiendo una y otra vez por izquierda y con los volantes totalmente apostados en el terreno rival, hizo que Colón mantuviera en vilo el resultado final. Si esa imagen final, como muchas veces pasa, es la que cuenta, hasta deja la impresión de que si alguno mereció llevarse algo más, ese equipo fue Colón.
De todos modos, no hay mucho que objetarle al resultado final. Entretuvieron Central y Colón. El primer tiempo fue más ambicioso el local, en el segundo pareció más entera la visita. Lindo partido, empate y todos contentos.
Luego de un choque con un rival, Cristian Vega quedó tendido en el piso tomándose la rodilla izquierda. Reingresó al campo de juego luego de ser atendido, con un vendaje, pero a los pocos segundos pidió el cambio. Habrá que esperar los estudios que se le harán, pero se teme por una lesión importante. Una pena.