Colón consiguió esta tarde su segundo triunfo en el torneo y a pesar que falta mucho y será un camino muy complicado, esta victoria alimenta la ilusión del hincha de salvarse del descenso.
Con goles de Gabriel Graciani (un golazo) y de Lucas Landa, ambos en el primer tiempo y con muy pocos minutos de diferencia entre uno y otro, los de Osella se llevaron tres puntos valiosísimos, porque al igual que ante Argentinos, se derrotó a otro rival directo en la lucha por la permanencia: tras 15 fechas sin ganar, en pocos días el rojinegro sumó dos victorias seguidas, ambas en partidos de los denominados “de seis puntos”, lo que logró sacar al equipo de la zona de descenso directo e igualar la línea de All Boys.
El partido comenzó muy parejo, con mucha pierna fuerte en el medio, pero con el correr de los minutos el local empezó a imponer más presencia en el terreno de Colón. Quilmes no preocupaba y solo se arrimaba con pelotazos cruzados, pero el rojinegro tenía poco la pelota y jugaba lejos del arco rival.
Hasta que en un par de minutos cambió la historia del encuentro. Primero a los 21’, en un ataque en el que Colón encontró muchos espacios por la derecha y defensores casi displicentes ante la presencia de Gabriel Graciani, que con tiempo y pelota dominada, cuando todos esperaban el centro desde el vértice derecho del área este sacó un bombazo impresionante al primer palo, la pelota ingresó en el ángulo, dejando sin chances a Peratta, que no tuvo ningún tipo de reacción. Un golazo para poner el 1 a 0.
Luego, en la segunda aproximación del rojinegro, a los 23’, desde un tiro libre desde la izquierda llegó un centro al segundo palo donde, entre una multitud de jugadores, se terminó imponiendo un frentazo de Landa, que mandó la pelota al medio del arco y, ante una flojísima respuesta de Paratta, la pelota se le escurrió entre las manos y se metió, y así los de Osella se encontraron ganando 2 a 0.
Tras esos dos golpes, el “cervecero” salió con más fuerza contra el arco de Montoya, y recién pasada la media hora tuvo su primera situación concreta con un tiro libre de Caneo que salió muy cerca. A los 35’ vino un peligroso centro al área chica que el arquero controló en dos tiempos. Y a los 43’ Caneo volvió a tener una segunda oportunidad con otro tiro libre recto al arco y sobre la línea del área, pero Montoya tuvo una extraordinaria respuesta para mandar la pelota al corner.
Así como terminó el primer tiempo empezó el segundo, con el dueño de casa yendo con todo contra el arco sabalero. Pero sería Colón el que tendría una inmejorable chance para marcar a los 8’, cuando armaron un espectacular contragolpe por la derecha, Graciani metió un centro al área para Curuchet que ingresó solo por el segundo palo pero su remate se estrelló en el poste.
A los 12’ Diz probó a Montoya con un violento tiro desde fuera del área, pero el guardameta estaba bien ubicado y controló sin inconvenientes.
Tras un inicio favorable a Quilmes, de a poco el equipo santafesino empezó a disputar más la pelota en el medio y, cuando la tenía, la usaba mejor, tocaba por abajo y aprovechaba bien los espacios que dejaba el local, por lo que tuvo un par de aproximaciones de mucho riesgo.
No obstante, a partir de la segunda mitad del complemento el dueño de casa empezaría a adelantarse peligrosamente en el terreno, cuestión que sostuvo hasta el final.
En pocos minutos, a los 22’ y 26’, el grandote Boghossian estuvo cerca de conseguir el descuento. Pero lo cierto es que a pesar de tener más la pelota y estar mejor ubicado en el campo, Quilmes mostró muy pocas ideas para vulnerar a un Colón ordenado, por lo que los de Caruso Lombardi se aburrieron de tirar centros y pelotazos al área los que, indefectiblemente terminaron en las manos de Montoya, quien volvió dar muchísima confianza con otra gran actuación.
El reloj corría y la presión sobre el área del sabalero se incrementó, pero Colón resistió muy bien, no entró en la desesperación y terminó ganando con justicia. Aprovechó dos situaciones y luego supo controlar los embates del rival. Además del orden, otra vez el sacrificio colectivo fue decisivo, y eso termina imponiéndose a algunos muy buenos rendimientos individuales. Ahora se viene un grande, River, el domingo a la noche, en un Brigadier López que va a reventar.