La charla con "Chupete" Marini, varios café de por medio, giró sobre un montón de temas, anécdotas y pensamientos. Pero sorprendió cuando bajó la cabeza, pensó un instante, levantó la vista y se decidió a contar lo que nunca antes había contado.
"Vinieron a ofrecerme jugar en Unión y yo les dije que estaban hablando con la persona equivocada. Soy de Colón y moriré de Colón, nunca podría haber jugado en el otro club", contó "Chupete" Marini después de casi 20 años.
La charla con "Chupete" Marini, varios café de por medio, giró sobre un montón de temas, anécdotas y pensamientos. Pero sorprendió cuando bajó la cabeza, pensó un instante, levantó la vista y se decidió a contar lo que nunca antes había contado.
-"Chupete", supongamos que siendo jugador, venía un dirigente de Unión y te daba "el oro y el moro" para ponerte la rojiblanca...
-...
-¿Qué pasa?
-¿Te puedo contar una confidencia?
-¡Dale!... Total, ¿quién se va a enterar?
(Risas) -Cuando me voy a Quilmes, tuve un acercamiento con Unión y nunca lo acepté... Por más que me dieran lo que sea, por más fortuna que me ofrezcan, yo soy de Colón, voy a morir por Colón y nada ni nadie me hará cambiar el pensamiento.
-¿Un dirigente?
-Fue un dirigente... Pero ya está… Un allegado, digamos… Le dije: "Estás hablando con la persona equivocada"... A Colón no lo cambio, conozco todo el club, cada rincón, crecí acá... Era imposible que me cruzara de vereda…
-¿Estabas en Quilmes?
-Estaba en Quilmes y era justo el tiempo que no sabía si volvía o no... Unión estaba en la B... Si la memoria no me falla, fue al poco tiempo que Darío Cabrol vino a Colón, más o menos por ahí, quizás le erre por algunos años... No es por desmerecer a Unión, porque nunca fui ofensivo con Unión... Pero no me iba a poner su camiseta...
-¿Alguien lo supo?
-Nadie... Es la primera vez que lo digo...
-¿Por qué nunca lo contaste?
-Es que uno no es de contar cosas, yo soy reservado, hay cosas que no se cuentan... Justo vino la pregunta y tuviste la respuesta... Alguna vez lo iba a decir... Y esta fue esa vez.
-Vos lo conocés bien a Darío Cabrol y lo estigmatizaron por este tema. ¿Lo entendiste en algún punto?
-Yo no lo cambio a Colón por nada para ir a Unión... Vos me preguntaste y yo te respondí lo que pasó conmigo, pero hay que estar en la piel de esos jugadores, como Cabrol, Toresani, Echaniz... No sé qué pasó por la mente de Darío, es un amigo, sé que era un ídolo de Unión, supongo que habrá sabido lo que podía pasar y las consecuencias que le podía traer.
-¿Cuál fue tu momento más triste en el fútbol?
-Aparte del día de Banfield y el día del accidente, fue en el sub 23 cuando fuimos a Colombia. Perdimos un partido importante que debimos haber ganado. Fue un golpe duro. Dirigía Reynaldo Merlo al equipo y me habían convocado. Era la época del Coco Basile en la mayor, atajaba Cavallero, estaban Simionatto, Traverso, Arruabarrena, Barros Schelotto, Delgado, París, Huguito Morales… Con él me juntaba mucho en la cancha y tratábamos de jugar juntos. Era un buen plantel ese. Me llamaron a mí, que estaba con Colón en la B.
-Vos que estás en contacto con los chicos de hoy, ¿cuáles son las diferencias con los de antes?
-No tienen campito, les falta calle, les falta encontrar compañeros de calle... El campito te da mucho, te soltás, eso hoy no existe... Hay que adaptarse a lo nuevo, pero en los entrenamientos trato de reforzar y decirles que la play station no los va a ayudar... Nosotros disfrutábamos mucho del campito.
-¿Le gusta el fútbol a los chicos?
-...Cambió mucho… Como hablamos, está lo del dinero, los representantes... Cuando están por llegar a primera vienen los representantes y te quieren vestir, le firmás un papel, te hacen importante y eso es chocante... No crecés en la humildad, se te suben los humos... Hay que pensar de dónde saliste... Y que si llegaste, fue lo que fuiste... A eso no podés perderlo por dinero o porque se te aparece gente rara que te promete espejitos de colores...
-¿Hay más competitividad, se piensa más en el resultado?
-La competitividad existe, pero hay que ver cómo se la damos a entender... Uno juega para ganar, porque si perdés siempre, vas a ser un perdedor... El mensaje es del técnico, pero las formas son lo que importan... El que juega bien, casi siempre tiene la recompensa de ganar. Me sentiría conforme si juega bien, porque por más que no gane, en algún momento te puedo asegurar que va a ganar.
-Estás casado con Verónica, a la que ya nombraste. ¿Era crítica tuya cuando jugabas?
-Nos conocemos de casi toda la vida, yo tenía 22 y ella 18, hace casi 25 años que estamos juntos. Estuvo en el ascenso, me vio jugar... Por momentos era crítica. No me acuerdo si algún día me dijo que había sido un desastre, yo hablaba más con mi viejo y mis cuñados… Alguna vez me dijeron que era un "perro" (risas).
-¿A quién tenías de espejo?
-Miraba mucho a Borghi... De afuera me gustaba Matthaeus, los movimientos y cómo le pegaba a la pelota.
-¿Cuál de los técnicos de primera elegís?, ¿quién te ayudó más?
-Todos te dejan algo, pero Hugo García fue un tipo inolvidable, era impresionante lo que sabía, lo que te explicaba... Mucha sapiencia... El otro fue Alfaro.
-¿Qué sentiste el día que se enteraron de la muerte de Hugo García?
-Estábamos todos en el entrenamiento, creo que era lunes. Nos cambiamos y no llegaban. Había comentarios, bastante feos.... Por ahí vienen los dirigentes y nos dicen que habían tenido un accidente, que Hugo había fallecido y que el profesor Daguerre estaba en grave estado... Esa semana no hicimos nada, alquilaron un micro y nos fuimos al velorio y a verlo a Daguerre al sanatorio. Fue todo muy angustiante desde ahí... Me acuerdo que la esposa de Hugo nos dijo que le diéramos para adelante por él.
-¿Cuál fue el mejor consejo de tu papá?
-Fuera de lo deportivo quería que mi hermano Ezequiel y yo nos cuidemos, que no salgamos, que no tomemos, que no fumemos. Y después, en cuanto al fútbol, él me decía: "Cuando jugás, acordáte que primero sos vos, segundo sos vos, tercero sos vos"... Eso me quedó grabado. "Para ganar una pelota, primero, segundo y tercero, sos vos", me decía.
-¿A quién te gustaría abrazar?
-A mi tío José... Se fue muy joven, en un accidente... Y después, al Pampa Gambier... Eramos amigos, la familia de él con la mía nos llevábamos muy bien... Y aparte, aprendí un montón del Pampa...
-La pregunta del final. ¿Quién es Chupete Marini?
-Una persona tranquila, sencilla, muy hincha de Colón... Lo otro, que lo diga la gente...