1) Tàcticamente se para 4-1-2-3 cuando ataca o tiene la pelota y 4-5-1 cuando tiene que defender.
1) Tàcticamente se para 4-1-2-3 cuando ataca o tiene la pelota y 4-5-1 cuando tiene que defender.
2) Estratégicamente es un equipo al que le gusta tener la pelota, jugar con libertad y aprovechando la velocidad en diagonales de los dos que juegan por afuera (Dájome y Coroso) o la explosión de Torres, el panameño, que pivotea y enseguida pica para buscar posiciones ofensivas adentro del área.
La pelota pasa siempre por Pellerano y por Mera (el jugador más querido, el nuevo ídolo de Independiente y el jugador “a marcar”). Pellerano se mete entre los centrales para ser el destinatario del primer pase y Mera juega de volante interno (generalmente por izquierda) junto con Franco, que lo hace por derecha y tiene más poder combativo que Mera. Es un “8” tradicional, mixto, con despliegue y buena capacidad para la lucha, además de manejo.
¿Qué hizo Dillon?, lo apretó bien arriba. Se nota que es un equipo al que no le gusta que lo presionen y que en Ecuador está acostumbrado a que los rivales salen a esperarlo, le dan espacio y le regalan la pelota. En ese terreno, el de la presión alta del rival, se sintieron incómodos. Además, el mal estado del campo de juego no ayudaba y cometían errores. La pelota no le llegaba muy clara a Mera ni tampoco a los de arriba. Entraron en un terreno de impotencia que terminó resultándoles muy peligroso.
¿Cuáles son las preguntas que se estará haciendo Lavallén y su cuerpo técnico sobre el rival del partido más importante de Colón en sus 114 años de vida?, posiblemente algunas de estas y acá van las respuestas:
1) ¿Cómo se manejan en las pelotas quietas?. El ejecutante casi exclusivo es Efrén Mera. Sólo alternó en una ocasión con Pellerano, pero generalmente va él. Y al cabezazo van los dos centrales (León y Schunke, luego se sumó Realpe, que ingresó por León), Dájome y Torres, con la posibilidad de sumar a Corozo y a Segovia (tuvo una clara en el segundo tiempo entrando al primer palo) también.
2) ¿Cómo juegan los de arriba?. Corozo y Dájome van por afuera. Los dos son diestros, por lo que Corozo (que juega por izquierda), tiene tendencia a enganchar para adentro. Torres tiene buen manejo, movilidad y le gusta salir del área para “pivotear”.
3) ¿Cuál es el cerebro del equipo?. Mera. Y en menor medida Pellerano. A los dos los presionaron. Dillon jugó mano a mano en casi toda la cancha: sacó a un central para que lo espere a Mera, el otro fue con Torres y los otros dos defensores con los dos extremos. Le salió bastante bien.
4) ¿Cómo juegan atrás?. Da la impresión de cierta lentitud. Se notó mucho en los dos marcadores de punta. Segovia tiene tendencia a irse más al ataque pero picando en diagonal y no por afuera. Da la impresión de que el desborde por afuera es propiedad de Corozo y Dájome. Ellos no se cierran tanto para que aparezcan los laterales.
5) ¿Cómo salen jugando?. Siempre lo intentan por abajo. Por eso la importancia de la estrategia de Dillon de no regalarles la salida y apretarlos arriba. El arquero juega mucho con los pies pero no siempre lo hace bien. Cometió errores tirando la pelota afuera por habilitar mal a un compañero.
6) ¿Cómo “jugaron” los cambios?. El primero (Realpe por León) fue en el entretiempo y manteniendo la línea de cuatro. Después, Jhon Sánchez entró por Corozo y se paró por izquierda. Y cuando lo hizo Cabeza, quedaron con dos “9” prácticamente, porque Sánchez cambió al costado derecho y Cabeza quedó por adentro con Torres volcándose ligeramente a la izquierda pero sin ser un wing.
7) ¿Qué variantes adoptó Ramírez en la desesperación por empatar?. Las típicas de una situación así: adelantamiento de los dos laterales a jugar bien abiertos, metiendo más gente adentro del área y quedando muy regalado para el contragolpe con el agravante de que no son rápidos atrás.
“Acá en Ecuador, a Independiente siempre le juegan a esperar. Yo hice lo contrario”, es la frase de Dillon. Y la “chanza” del celu a Lavallén. Es un equipo que tiene un estilo, una identidad pero que en este partido, a priori muy accesible para ganar, no estuvo lo suficientemente decidido para que no se le escape la victoria. ¿Subestimó?, es una palabra dura y que seguramente será rechazada por unanimidad. Pero es la sensación que dio. Y en fútbol, eso no se hace.