Se puede fingir todo lo que uno quiera, pero una mirada siempre lo confesará todo. Julio César Falcioni ríe, festeja una ocurrencia y hasta parece sentirse cómodo. "Por mí, seguimos media hora más, pero traigan una cervecita", tira. Pero a la vez, no oculta todo lo que le tocó vivir. Su enfermedad ("sentí de cerca la muerte"), la muerte de su mujer, la de su hermana, su madre de más de 90 años que a veces no lo conoce. "Es la vida", dice. Y lo acepta como el costo a pagar luego de tantas alegrías y momentos inolvidables vividos, con la familia y con el fútbol. Los ojos de Falcioni van cambiando su semblante y hablan por sí mismos. Pero está fuerte. Su capacidad para superar las circunstancias traumáticas de la vida fueron -son, en realidad- tan importantes como la que tuvo para ser tantas veces campeón en su carrera. Una carrera que se inició en 1976, con una "perlita" a tono con este presente en Colón.
-¿Quién fue Juan Eulogio Urriolabeitia en la carrera de Julio César Falcioni?
-Ufff... Yo tenía 19 años y él me dio la titularidad del arco de Vélez.. Imagináte que es alguien inolvidable para mí.
-¿Cuáles fueron los técnicos que te moldearon y de los que más referencias fuiste tomando?
-Yo tuve mucha suerte porque me dirigieron muy buenos entrenadores... Te puedo nombrar a Victorio Spinetto, a la dupla López-Cavallero, a Víctor Rodríguez, al Vasco Urriolabeitia, Delem, Carlos Cavagnaro, el Indio Solari... En Colombia lo tuve a Gabriel Ochoa Uribe durante diez años... En la selección los tuve a Menotti y a Bilardo... El haber transitado diferentes técnicos con distintos pensamientos y en tres décadas, hizo que me formara... Ah, y no quiero olvidarme de que trabajé muy de cerca con Bielsa, porque cuando él fue el técnico de Vélez, yo estaba en la reserva y en inferiores... Y el día a día con los jugadores, aún hoy, me sigue enseñando cosas.
-¿Te pasó, siendo jugador, que un técnico haya tomado una decisión y te haya dicho: "Julio, cuando seas entrenador vas a entenderme"?
-Sí... A horas de viajar al Mundial de Italia, Bilardo me dejó afuera de la selección y en ese momento no lo entendía...
-No... No lo entiendo porque en ese momento no hubo explicación... Yo me siento bien y seguro cuando le explico la decisión que tomo al jugador. Posiblemente no la entienda, pero yo, a la explicación, se la doy.
-Entonces, quiere decir que no estás de acuerdo con esa frase que muchos jugadores dicen: "Yo no pregunto cuando me ponen, por lo tanto tampoco pregunto cuando no me ponen"...
-¡Es que no es así...! El jugador tiene que estar convencido, cuando uno lo pone, de lo que tiene que hacer en la cancha... Y también hay que decirle por qué no juega... Y cuando un jugador se va o no lo vas a tener en cuenta, hay que decirle por qué... El jugador, al final de cuentas, se termina poniendo o sacando solo del equipo.
-¿Cuánto te ayudó el fútbol para superar tu enfermedad y tantas cosas que te pasaron en la vida?
-Todos tenemos momentos difíciles y hay que sobrellevarlos... Yo pasé 50 años compartiendo vestuarios y yendo detrás de la pelota. Eso no se puede dejar de un día para el otro... Cuando un artista dice "el show debe continuar", en este caso no es un "show", pero el ejemplo sirve... Hay que ser fuertes.
-¿Sentiste que flaqueabas?
-... La operación casi me cuesta la vida... El año pasado la pasé mal con la muerte de mi mujer, pero el fútbol me ayudó, no para reponerme, sino para seguir adelante... Si uno se echa a mirar el techo o se deja estar, se va a abandonar... Y yo no me quiero abandonar...
-¿Te llamaron para dar charlas por todo esto que te pasó?
-¡Me propusieron escribir libros...! Nunca lo quise hacer, porque más allá de que uno cuenta historias, alguno lo puede tomar a mal y no quisiera que alguien se moleste, sobre todo por respeto a todos los lugares en los que estuve... Tengo 65 años y tuve muchos momentos felices, tanto en mi vida personal y en lo deportivo... Y los que uno quisiera olvidar, son los que te ayudan a crecer.
-Me encontré varias veces con él en el año y medio previo a su muerte. El fútbol da vida y a él se lo llevó la pandemia, cuando no había fútbol, y seguramente pensamos que nos quedábamos sin vida en ese momento... Yo tuve una noche muy buena con él, cuando le atajé dos penales... Y él me decía: "Pelusa, ¿te acordás de esa noche que me atajaste dos penales?". Y yo le contestaba: "Yo no me voy a olvidar nunca de esa noche... Vos no sé"... Era un hombre excepcional en todo aspecto.
Tenés que leerColón, sin el "Pulga", le ganó a Rafaela en el predio -A Eduardo lo dirigí en las inferiores de Vélez cuando empecé a ser técnico... Lo dirigí en Vélez, en Olimpo y en Independiente y teníamos muchas charlas de fútbol... Conozco a la familia, conozco a Federico, su hermano... Me pone muy contento su realidad como técnico.
-Nos metemos en tu Colón. ¿Lo que más te preocupa es la falta de gol de los delanteros?
-Vamos a tener una gran cantidad de partidos y la única parte que no reforzamos fue la delantera. Se fue Mura y vino Sandoval, se fue Piovi y vinieron Novillo y Teuten, se fue Góez y vino Vega, se fue Castro y llegó Sánchez Miño, se fue fue Ferreira y está el Pulga, pero todavía no conseguimos el centrodelantero que suplante lo que hacía Morelo... Hay jugadores que se pueden ir a mitad de año por terminación de contrato como Beltrán, Bernardi, Lértora o Aliendro y no habrá casi tiempo de reemplazarlos... Entonces, lo que digo es que tenemos casi el mismo plantel del año pasado cuando en realidad tenemos más competencia, más secuencia de partidos y más exigencia... Entonces, no quiero desesperarme en esa semana de receso que habrá luego de la Copa de la Liga para buscar jugadores, cuando quizás estemos en medio de la disputa de la Libertadores, de la Copa Argentina y con un torneo de 27 fechas por delante.
-¿Lo de Wanchope Abila es una obsesión?
-¡No...! ¡Obsesión no!... El viene de jugar poco en la MLS, habrá que ponerlo bien, pero dentro de lo que hay en el mercado es un jugador que puede servir, aunque la negociación es difícil... Tenemos algunas alternativas del exterior, lo que pasa es que cuando llega un extranjero, necesita de una tiempo de adaptación que hoy no existe... A mi me pasó y no es fácil venir al fútbol argentino y ponerse la camiseta y rendir.
-¿Vos necesitás sí o sí sumar un 9 de área para tus características de juego?
-Eduardo le ganó la semifinal a Independiente en San Juan y luego perdió en Avellaneda en el torneo siguiente, jugando sin "9", pero tenía la alternativa de Morelo, que hoy no está... Y también lo tenía a Beltrán y a Leguizamón... ¿Qué quiero decir con esto?, que tenía "9" aunque no los usara... Mis equipos, la mayoría, han jugado con un centrodelantero de área.
-¿Sánchez Miño será volante en tu equipo?
-Sí... La intención es tener mucha tenencia de pelota y por eso quiero que los volantes sean los encargados de llevar adelante ese trabajo. Y después, se necesita que esos mismos volantes tengan presencia en el área rival, rompiendo líneas.
-Facu es un chico que juega bien... A mí me tocó dirigir chicos muy jóvenes. Te doy algunos casos: Agüero, James Rodríguez, Rodrigo Palacio, Velasco... Un chico de 19 años estaría teóricamente terminando la secundaria y juntando unos pesitos para irse de viaje a Bariloche y lo estamos cargando de responsabilidades... Es un chico que se priva de todas las cosas que hace cualquier chico a su edad, es un chico que está atento a las grandes fortunas que se manejan a su alrededor pero que a lo mejor hoy le cuesta o apenas tiene para pagar una gaseosa... No estoy en contra de que el club pueda consolidar una buena transferencia, pero yo siempre me pongo del lado del jugador... Mi único interés es que juegue bien, porque todos los demás tienen algún interés comercial: el dirigente, el representante, la familia... Desde la novia que pretenderá comprarse una cartera más cara hasta el mismo club, que sueña hacer un predio mejor o lo que sea con ese dinero... El único que no tiene interés comercial es el técnico, por eso le pido que me escuche, que yo lo ayudaré a ser mejor como persona y como jugador.
-¿Es el que más te sorprendió de este plantel?
-... La verdad que me sorprendió muchísimo el Pulga Rodríguez... Yo tenía muy buenas referencias, pero en el día a día me sorprendió... Me parece un muy buen tipo y un gran profesional.
-¿Te gusta o no te gusta cómo está estructurado el fútbol argentino?
-Todos vamos detrás de los resultados porque es muy difícil sostener un proceso sin resultados. Eso hace que todos nos veamos muy presionados para conseguir algo que sólo lo consigue uno, que es el de ser campeón. Yo valoro mucho la formación de jugadores y que esos jugadores tengan proyección.
-¿No es mucho que haya 28 equipos en una máxima categoría?
-A mí se me hace difícil opinar sobre algo que es función de los dirigentes... Mirá, entre los dos torneos vamos a jugar alrededor de 50 partidos y si jugáramos todos contra todos en un solo torneo y a dos ruedas, serían 54. O sea que no estamos lejos... Ahora, estos torneos cortos, como la Copa de la Liga, le da la chance a los planteles que son más cortos, de poder tener una buena racha y ganarlos. Eso hace más competitivo al fútbol argentino. Pero los que mandan son los dirigentes, nosotros mandamos sobre los jugadores y los dirigentes mandan sobre nosotros.
-¿Te sorprendió que en un fútbol con muchos problemas, haya una selección que rinda como lo está rindiendo la de Scaloni?
-Cuando lo nombraron a Scaloni, no estuve de acuerdo... Y mantengo el concepto... Sigo pensando que no correspondía y no me cambio de bando... Pensaba que había otros técnicos con muchos merecimientos y no lo digo por mí... Gallardo, Gareca, Simeone eran los casos... A través del tiempo, Scaloni me demostró capacidad, resolución, competitividad y un equipo del que estamos todos orgullosos.
-¿Cómo manejás el tema generacional?
-Miguel Russo es uno de los últimos campeones del fútbol argentino y tiene mi misma edad, nos enfrentábamos en divisiones inferiores... En mi cuerpo técnico tengo profesionales de todas las edades, entre ellos uno de 27 años, que está a la altura de la edad de los jugadores... Yo digo que de la experiencia se aprenden cosas y no hay que dejar de escuchar a los que vivieron cosas, porque de lo que se vive, se aprende... Yo no soy el mismo técnico que hace quince años y eso me lo han marcado muchos jugadores, que me han dicho: "Julio, pero vos antes hacías esto otro...". Y bueno, uno ha crecido, ganando y perdiendo ha crecido y entendido que hay decisiones que son afortunadas y otras que no lo son tanto... Los que caminamos más, tenemos más cosas para transmitir. Ojalá los Basile o los Veira puedan estar más cerca del fútbol, porque lo que ellos vivieron sería bueno que lo sigan transmitiendo... ¡O Menotti!... Yo no sólo escucho a Guardiola, Mourinho o Simeone, también escucho a ellos.
-¿Te queda algo por conseguir en el fútbol?
-Ser campeón de América... Estuve cuatro veces muy cerca, perdí tres finales seguidas siendo arquero de América de Cali y es un sueño que me encantaría conseguir... ¡Por ahí se me da y soy campeón de América con Colón!... Ojalá logre que el hincha de Colón se sienta contento y feliz con mi equipo.
"Farías es un chico de 19 años alrededor del cuál todos ven un objetivo económico: los dirigentes del club, su representante, su familia... El único soy yo, su entrenador, que sólo quiere y le pide que juegue bien. Y para eso lo ayuda", Julio César Falcioni, DT de Colón.
Este lunes a las 19, la entrevista con Julio César Falcioni se podrá observar en Café con Fútbol, el ya histórico programa de Cable y Diario que tendrá sus repeticiones a lo largo de la semana.