Lunes 23.9.2019
/Última actualización 10:23
Fue una charla de casi media hora, o algo más. No es normal cuando se trata de un post-partido, pero tenía ganas de decir cosas el técnico de Colón. Criticó la organización del fútbol argentino, hizo crítica del primer tiempo de su equipo, tiró un par de “palitos” y habló con optimismo respecto del gran partido que se viene el jueves. Un Pablo Lavallén que cumplió 100 partidos como entrenador, que hizo una promesa si sale campeón y que no duda en decir que este es su momento más importante como entrenador.
Del partido: “No nos alcanzó, pero nos vamos con otro sabor en la boca. Los jugadores entendieron el mensaje del entretiempo, recuperaron orden, hicieron un gran esfuerzo y superaron la desconfianza que se generó con los tres goles en 21 minutos que recibimos”.
La lesión de Celis: “Nos complica mucho, la verdad que puede ser algo serio y eso me pone mal. Estaba jugando un buen partido. Pierotti es un jugador con mucha capacidad y con mucho futuro. La situación de 3 a 0 en contra no era la ideal pero son minutos para él. Celis estaba jugando un buen partido y Santiago entró en esa función. Y la cumplió”.
Los errores que cuestan goles: “El fútbol es uno solo, donde hay errores y aciertos. Todos los equipos tienen de todo. Nos pasa que nos equivocamos una sola vez y termina en goles. Nos pasó con Central, también con Mineiro. Pero les pasa a todos. Me deja tranquilo que más allá de que nos convierten , también convertimos. Eso es bueno”.
Las posiciones de Bernardi y Chancalay: “Es difícil explicar un planteamiento cuando a los 2 minutos ya vas perdiendo. La idea era que Quignón no maneje tanto la pelota. Bernardi tenía que jugar por izquierda. Era un 4-4-1-1. Pero es difícil cuando en 21 minutos ya te metieron tres goles. De eso se debió la charla del entretiempo, de volver a lo que habíamos pensado, ordenarnos y buscar la remontada”.
La bronca por la seguidilla: “Es difícil jugar un partido a las 60 horas del ultimo. A River no le pasa esto, se podría haber postergado como lo fue Independiente-Newell’s. Somos el único equipo argentino en la Sudamericana. Cuando se habla de defender a la selección y que los clubes presten a los jugadores, esto también cuenta. Nosotros ya jugamos el doble de partidos que todos. No había manera de mantener tres juegos tan seguidos con los mismos jugadores. Se debió tener otra postura con Colón. Se intentó pero no hubo respuesta. Lanús es un equipo comprometido y en esto trata de sacar la mayor ventaja posible. Lanús se ajustó al reglamento y Superliga no consideró la posibilidad de que nosotros, que estamos compitiendo internacionalmente, podamos aplazar”.
Orgullo y, ¿”palito”?: “Nosotros estamos en tres torneos y otros equipos están en una. Estamos orgullosos de estar en tres torneos, es lo que queríamos. Siempre les digo a los muchachos que “si nos gusta el durazno, hay que mancarse la pelusa. Pero no se cuida a los equipos argentinos”.
La decisión de poner a Burián: “Lo hablamos ni bien terminó el partido con Mineiro. El otro día fue un partido tranquilo para Leo. La única fue la que le sacó abajo a Vinicius. Le di la posibilidad de descansar y me dijo que no. Zuqui corrió 11.800 metros el jueves y debía recuperar sí o sí. Es imposible que un jugador así pueda repetir, pero lo del arquero es distinto”.
La promesa que hizo si sale campeón: “Es algo interno, que charlamos con el cuerpo técnico, no es nada extravagante, no creo en esas cosas. Simplemente fue algo que salió de una charla que tuvimos con los compañeros de mi cuerpo técnico”.
El caso Sandoval: “A Sandoval no lo vemos del todo bien, hay jugadores que están un pasito adelante de Tomás. Se gana el lugar con perseverancia y demostrando siempre. Evidentemente, hay algo que no nos termina de llenar”.
El cansancio de los jugadores: “Hablé con Wilson y con Vigo, que estuvieron acá al igual que Olivera y me dicen que están cansados, con dolores. Lo propio señalan los que se quedaron allá. Estamos jugando partidos importantes, son todos intensos y complicados. Eso afecta lo físico”.
Los chicos que está poniendo: “El futuro está en las canteras, es difícil comprar jugadores consagrados y a los clubes no les da la billetera. Quizás, los momentos no son los ideales. Farioli se va a acordar toda la vida de este partido, no fue el mejor contexto pero lovemos con una buena actitud para jugar. Es un proceso, como pasó con Vigo, Quiroz, Chancalay o Pierotti”.
Su momento cumbre: “Como jugador he jugado finales de Supercopa y Libertadores. Como DT, lo más cercano es la definición para octavos de final con Palmeiras, dirigiendo a Atlético Tucumán. Pero esto es lo más importante, de mayor jerarquía de mi carrera como entrenador y lo estoy disfrutando”.
El planteo de los brasileños: “Cambian, se sienten más cómodos jugando en su casa, tendrán que salir a hacer el gasto, pero los tenemos medidos y nos dimos cuenta de que podemos hacer daño. En cierta medida le perdimos el respeto. Ellos hicieron el gol en una jugada desafortunada y no ví demasiadas armas parta hacernos daño. Van a ser más intensos y agresivos. La serie es abierta, pero no es imposible, al contrario, tenemos dos resultados que juegan a nuestro favor”.
El impulso de la gente: “Si alguno de la tribuna se mete y cabecea, puede marcar una diferencia… Un jugador argentino no puede sentir presión de la gente. Ellos, en Argentina, si. Si nos ganan es porque nos superaron en lo estratégico. Pero no por la presión. ¿Sabés qué es presión?, meter a un jugador brasileño a jugar en la cancha de Dock Sud”.
Los 100 partidos como DT: “Esta profesión me permitió desarrollarme; me quitó horas con la familia. El técnico sufre más que el jugador esa ausencia. El jugador se entrena y se va; el DT se queda a seguir trabajando, planificando, mirando cosas, estudiando, investigando”.