Gastón Dubois
gdubois@ellitoral.com
Si yo fuera Lerche me mordería los labios de rabia, saldría por los medios intentando aclarar la situación, rompería el silencio con palabras contundentes tales como: “yo no fui, mis compañeros de comisión son transparentes”, etcétera. Haría lo imposible por salvaguardar mi supuesto buen nombre. Saldría a defender a mis compañeros de comisión directiva, le pediría derecho a una defensa justa a los colonistas mostrando mi patrimonio económico, rompería los famosos código de silencio que existen en el fútbol e intentaría demostrar que siempre obré en beneficio del club. Le pediría también al periodismo que investigue a fondo y que si encuentran algo que me salve lo publiquen con la misma vara con que publicaron aquello que destruyó mi imagen.
Si yo fuera Lerche me moriría de verguenza ante la mirada acusatoria de cualquier colonista. Me quebraría en mis sentimientos por este club y saldría a los cuatro vientos a decirles mi verdad. También le pediría a Don Julio, que tanto me cobijó, salga en mi defensa y diga si Marchi le hizo daño a este club por alguna “vendetta” política dentro de Afa. Les pediría a los jugadores que se fueron que digan por qué no hablaron antes y castigaron al club con lo no presentación ante Atlético de Rafaela. También les pediría se hagan cargo y aclaren el episodio de la Virgen de Guadalupe. Mostraría los contratos que se firmaron durante mi gestión y que los jugadores me lo nieguen en la cara.
Si yo fuera Lerche, seguramente no dormiría tranquilo hasta que el último colonista me crea y para eso orquestaría todos los medios necesarios para conseguir las pruebas de mi inocencia, siempre y cuando las tenga. Si yo fuera Lerche probablemente no hubiera llegado a ésta situación porque habría “pateado el tablero” mucho antes. Hay silencios que dicen muchas mas cosas que mil palabras, o mejor dicho: “ el que calla otorga”.