"Casa Fútbol": el lugar donde crecen y se forman los juveniles de Colón
En la actualidad cuenta con 23 jugadores. En los últimos meses se mejoraron las condiciones edilicias y continúan las obras para habilitar más habitaciones.
"Casa Fútbol": el lugar donde crecen y se forman los juveniles de Colón
Las inferiores de Colón fueron en los últimos años un bastión importante para el rendimiento del club. Desde aquel plantel repleto de juveniles con Alario, Meli y Germán Conti, entre otros, hasta las ventas de Facundo Farías, Santiago Pierotti y Tomás Chancalay que le dieron un rédito económico al “Sabalero”, miles de jóvenes pasaron por el predio emplazado en la Autopista 19 para formarse como jugadores, algunos con mejor suerte que otros.
Allí, en el predio “4 de Junio”, funciona “Casa Fútbol”: la pensión de Colón. La nueva dirigencia sabalera, comandada por Victor Godano, busca mejorar las condiciones edilicias y de convivencia de los juveniles que habitan en dicho lugar. Por tal motivo, en los últimos meses se llevaron a cabo varias medidas y acciones.
Caren Cantarutti, directora de la pensión y encargada de la escolaridad de los chicos, dialogó con El Litoral y contó el panorama del lugar. “Contamos con 23 chicos de 13 años en adelante y con cuatro celadores”, adelantó. Los jugadores alojados son categorías 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010.
“Hace 2 meses estamos con las mejoras edilicias. En este tiempo hubo muchos cambios: poner celadores, coordinar un transporte para que los chicos vayan y vuelvan de la escuela, reacondicionar las habitaciones”, expresó Caren y añadió: “La apuesta es armar un equipo interdisciplinario para trabajar con los chicos, darles herramientas y capacitación para que puedan tomar decisiones tanto futbolísticamente como en su vida personal”.
Caren Cantarutti. Crédito: Luis Cetraro
La pensión cuenta en la planta baja con la cocina, una sala/comedor, mesa de pool y ping pong, un metegol y una biblioteca. Luego, tiene dos pisos superiores donde están las habitaciones.
En cada piso hay 8 habitaciones. El segundo piso aún no está habilitado porque se están haciendo mejoras en las piezas y en el primer piso funcionan 5 de las 8 disponibles. En una de las habitaciones restantes del primer piso se está realizando una sala de estudio donde habrá biblioteca y los jugadores podrán tener su lugar para hacer las tareas escolares.
“Entrenar e ir a la escuela son las responsabilidades del chico que vive en la pensión pero además queremos hacer talleres de diferentes temáticas como dengue, ESI, oratoria”, manifestó la directora.
Club Atlético Colón. Crédito: Luis Cetraro
En esa línea contó que desde la asunción de la nueva dirigencia, “todos los permisos para salir de la pensión deben ser autorizados por los padres”. “Es un cambio muy grande que las familias notaron para darle seguridad a los jóvenes. Lo mismo para volver a sus hogares: si los mandan a buscar necesitamos nombre, apellido y DNI de la persona que los retira”, explicó.
“Se logró mucho en estos dos meses y queremos seguir trabajando para más. Cada chico es una persona y la idea es darles herramientas para que el día de mañana puedan elegir y decidir con ese aprendizaje”, cerró.
Reglas y horarios
A su turno, Nicolás Gentinetta, uno de los cuatro celadores, contó más detalles sobre la convivencia en la pensión.
“Hay horarios pautados dentro de la pensión que se deben respetar. Los chicos no pueden saltarse ni perderse ninguna comida”, comenzó.
“Entre las 8 y las 9 tienen que desayunar más allá de que no entrenen a la mañana. Hay un horario determinado de siesta en el cual se bajan los decibeles para que descansen quienes entrenaron. A la tarde meriendan antes de ir a la escuela y el horario de cena es entre las 20:45 y las 21 para los que están en la pensión”, expresó.
Nicolás Gentinetta. Crédito: Luis Cetraro
“Para los que llegan de la escuela a las 22:30, se les deja la vianda y cada uno se lava su plato para dejar todo listo para el trabajo de los cocineros al otro día. Después de cenar tienen libre hasta las 23 o 23:30 y después de ese horario ya tienen que haber silencio”, explicó.
Los chicos de la pensión cuando terminan de comer tienen que juntar su plato, llevarlo a la cocina, limpiar la mesa y subir las sillas. Si está el personal de cocina, son los encargados de lavar los utensilios, sino los lavan los jugadores. Además, ningún jugador puede entrar a la pensión con los botines puestos para mantener la limpieza. A su vez, nadie que no sea jugador del club o celador, puede subir las escaleras que conduce a las habitaciones.
“En estos dos meses se mejoraron mucho las piezas de los chicos para que estén pintadas, con puertas, aire acondicionado, colchones apropiados, camas en condiciones. A la par se están remodelando y refaccionando otras habitaciones”, contó Nicolás y añadió: "La gran mayoría de las mejoras edilicias como lijado, pintura, limpieza, colocación de puertas, las hicieron hinchas de Colón que se ofrecieron de corazón para mejorar las condiciones de la pensión”, cerró el celador.
Sentido de pertenencia
Las habitaciones del primer piso llevan el nombre de jugadores que salieron del club y ya hicieron su carrera profesional o están en el auge de ella. La única que aún no lleva nombre es la sala de estudio que está en preparación.
Las piezas se llaman:
Facundo Farías
Lucas Alario
Gabriel Graciani
Facundo Bertoglio
Tomás Chancalay
Marcelo Meli
Santiago Pierotti
Por su parte, el salón comedor lleva el nombre de Miguel Ángel “Pampa” Gambier, un histórico jugador de Colón.