Motura: "Yo puse mi granito para que Unión se vaya a la B"
El 1 de noviembre de 1970 se jugó un clásico clave. No fue decisivo, pero sí determinante. "Si Unión empataba el partido, ellos se salvaban y nosotros nos íbamos, porque nos salvamos por un punto", dice el "Lobo". Fue el gol más importante de su vida.
Guillermo Di Salvatore En la puerta del club Amenábar, su segunda casa. José Luis Motura recuerda cada instante de lo que ocurrió hace exactamente 50 años. Y el hincha de Colón, también.
"Urriolabeitia nunca me pudo ganar al ajedrez, una sola vez me hizo tablas. Yo reproducía partidas cuando jugaban Fischer, Spassky, Petrosian. Una vez, fuimos a jugar a Posadas. Un tipo me vio con el tablerito y me jugó en el aeropuerto, mientras esperábamos el vuelo... ¡Me estaba dando una paliza...! Y se descuidó... Le dí jaque mate... En el avión me perseguía para que le jugara... Hice como Italo Giménez con el Santos: ¡Nunca le dí la revancha...!". José Luis Motura se ríe como un chico en esa apacible y silenciosa tranquilidad de su rinconcito preferido, al lado de la cancha de bochas del club Amenábar. Hoy es el ajedrez, pero hace 50 años -exactamente el 1 de noviembre de 1970- pasaba definitivamente a la historia de Colón. Ese gol del "Lobo" Motura en el clásico en cancha de Unión se compara -quizás supera- al de la "Chiva" Di Meola, el "Pitufo" Agoglia o el "Gaviota" Migliónico. Con ellos también se ganaron clásicos, pero el de Motura fue importantísimo para que Colón se quede en Primera y para que Unión descienda.
-¡50 años ya, "Lobo"...!
-Ja... Hacé de cuenta que todavía estoy colgado del alambrado y gritando el gol.
Guillermo Di Salvatore Rodeado de las camisetas de aquélla época. La del gol se la presté a un amigo que trabajaba en Arcore, él se la prestó a la hija y alguien se la manoteó, así que no la tengo , cuenta el Lobo .
Rodeado de las camisetas de aquélla época. "La del gol se la presté a un amigo que trabajaba en Arcore, él se la prestó a la hija y alguien se la manoteó, así que no la tengo", cuenta el "Lobo".Foto: Guillermo Di Salvatore
-Me imagino que te acordás de todo...
-Mirá, un minuto antes, ellos habían tenido la posibilidad de convertir. Fue una pelota que pasó por arriba de Drago, nuestro arquero, y el "Larguirucho" Martínez, que después jugó en el Real Madrid, en lugar de meterle el frentazo le pegó con la parte de arriba de la cabeza, casi abajo del arco y rebotó en el travesaño... De ahí vino el ataque nuestro... Borgogno cruzó la pelota y yo entraba por detrás de Cañete, fuera del área chica y contra la línea de fondo, le pegué fuerte, la pelota patinó, hizo "sapito" y le pasó por debajo a Cordero.
-¿Y qué hiciste?
-Yo no alcancé a ver bien porque caimos con Cañete afuera de la cancha y lo tenía encima mío. Cuando ví que la pelota estaba adentro, me lo saqué a Cañete y salí corriendo a treparme al tejido... ¡Se me vino la tribuna encima!
-¿Te acordás qué hiciste cuando terminó el partido?
-Yo salí por la cancha de básquet, dí la vuelta por López y Planes y me fui caminando... El vice de Unión, Ferrari, le dijo al utilero que me diera la pelota... Me la llevé de recuerdo... Me iba caminando como si fuera para la cancha de Gimnasia, porque vivía por Pedro Centeno... Había un montón de colonistas que me reconocieron y se pusieron a gritar alrededor mío... Enfrente, iban hinchas de los dos equipos, todos juntos, mezclados... No pasaba nada... Eso es algo que ahora sería inusual.
-¿Qué era Colón en ese momento?
-Sólamente fútbol, no existía otra cosa... Ah... Había boxeo... ¿Sabés por qué me acuerdo?, porque recuerdo un ring abajo de los palcos y nosotros nos calzábamos los guantes los sábados y hacíamos unas peleas...
-¿Cómo llegaste al club?
-Mis "inferiores" las hice en la cancha de Barranquitas... Estaba en la manzana de Pedro Centeno, Córdoba, Saavedra y Francia y yo vivía a media cuadra... Eramos 25 contra 25 cuando jugábamos... ¡Si no se ganaba por goles se ganaba por muertos y heridos! (risas)... ¡Qué se yo...! Jugaba torneos libres en Unión, en Colón, en la Rural, siempre con los chicos del barrio... Láquiz, el Indio Mieres, el Lobo Passini, Ferrari, el Nene Córdoba que era anterior a José Luis, que jugó conmigo... Una vez, Adio Frana me llevó a Humberto y salimos campeones...
-Y Colón, ¿cuándo aparece?
-En el '67 me llevó Giúdice, un muchacho de Barranquitas, a Gimnasia y jugué allí, con Julio González de técnico, que había dirigido a la Liga de Colón... Un día, me fue a buscar a mi casa porque volvía a Colón... Me hicieron una prueba y tenía que jugar en el partido preliminar, contra Atenas. Me estaba cambiando y me acuerdo que Orlando Medina me dice: "¿Nene, adónde querés la zanahoria?"... "Acá adelante", le dije yo... Porque era rápido... Hice tres goles... En el '68 jugué en la Liga, porque no había firmado. Le sacamos el campeonato a Unión ese año. Le ganamos 2 a 0 en cancha de Colón y 4 a 1 en Unión. En ese partido, un poquito más adelante del círculo central, le pateé al arquero e hice el gol... Estaba Jim Lopes, el mejor técnico que tuve... El quería mucho a los chicos y nos hacía entrenar con primera y tercera, así que en el '69 ya estaba integrado al plantel... Y allí estuve hasta el '72, cuando nos fuimos Coletti, Velázquez y yo a Sportivo Belgrano y vino el Gringo Trossero a Colón... Siempre le digo al Gringo que si no fuese por mí, no jugaba en Primera (risas).
-Volvamos a aquél gol de hace 50 años. ¿Fue el más importante que hiciste en tu vida?
-Sí... Con eso quedé en la historia... Y aparte por lo que luego desencadenó. Ese gol sirvió para que nosotros nos salváramos del descenso directo, porque quedamos penúltimos juntos con Quilmes y un punto detrás Unión y Lanús que descendieron. Fuimos al Reclasificatorio con Quilmes, Ferro y Almirante... ¡Tengo una de ese Reclasificatorio...!
-Contála...
-Es una intimidad... Pero la cuento igual... Resulta que Ferro tenía 4 puntos, Quilmes 3, nosotros 1 y Almirante ninguno... Teníamos que ganarle a Almirante pero dependíamos del resultado de Quilmes -Ferro... ¿Qué hicimos?, los más grandes del plantel hicieron una reunión y nos propusieron: "Muchachos, acá nos tenemos que salvar sí o sí. Hay que ganarle a Almirante pero vamos a ofrecerle nuestro premio a Ferro". Hablamos con los dirigentes y Héctor Piccioni nos firmó un cheque... Llamamos a los de Ferro y, ¿sabés qué nos dijeron?... "Muchachos, nosotros no necesitamos nada, si podemos hacerle diez goles a Quilmes, se los vamos a hacer. Guarden ese dinero y ganen el partido de ustedes"... Ferro ganó 4 a 0 y nosotros lo goleamos a Almirante y por un gol quedamos en Primera... Ese viaje fue el más largo...
Archivo El Litoral La imagen imborrable: Motura trepado al alambrado con la gente rugiendo de alegría en el 15 de Abril.
La imagen imborrable: Motura trepado al alambrado con la gente "rugiendo" de alegría en el 15 de Abril.Foto: Archivo El Litoral
-¿Después de jugar con Almirante Brown?
-Sí. Fue en cancha de Atlanta... Terminó como a las 6 de la tarde, vinimos despacio, paramos a comer y llegamos como a las 10 y media de la mañana... Cerca del aeropuerto ya había autos y gente, llegamos al estadio a paso de hombre, nos llevaron en andas. La hinchada de Colón, junto a la de Boca, es la más grande... Es lo más grande que tiene el club.
-¿Te molesta que se diga que lo mandaste al descenso a Unión en 1970?
-Si vamos a los números frios, Unión empataba ese partido y nosotros descendíamos... No fue la última fecha, pero ese resultado fue determinante. El granito de arena para que Unión se vaya a la B, lo puse. Ellos no supieron aprovechar en los dos partidos que siguieron, porque al último lo ganaron pero ya no tenían posibilidades. Y después pensaron que el Regional era fácil y se equivocaron.
-¿Te sorprende que se recuerde tanto?
-Capaz que si no se hubieran desafiliado, se recordaba menos... Te cuento algo: cuando la Chiva hace el gol, en el 77, fui a la cancha. ¡Y fui a la tribuna de Unión!... Me vino a buscar un muchacho que había jugado en los dos equipos y llegaba un pariente de Córdoba. Cuando llegamos a Cándido Pujato, a la tribuna de Colón no se podía entrar... Me doy vuelta y lo veo al "Burro" Quagli, dirigente de Unión, que era cliente mio en el Banco. "Vení 'Burro', conseguime entradas", le dije. Me contestó que a la de Colón no y le dije: "No importa, voy al lado del presidente de ustedes, me da lo mismo". Me las consiguió y fui para el lado cercano a la de Colón... Doy cuatro pasos y lo veo al Beto Pecorari... No va que me vé y empieza a señalarme y a gritar: "¡Acá está el que los enterró a ustedes!"... Me quería morir... Vi el partido al lado de él y no pasó nada. Le decían que no siga diciendo malas palabras porque iba a cobrar... Yo quería rajar de ahí... Acá cobramos todos pensé...
-¿Fuiste a Córdoba y a Paraguay?
-A Córdoba fui con Franco Colella y unos veteranos de Colón... Cuando estaban pateando los penales y estábamos tres arriba, lo tiraba para arriba al más chico... No entendía nada... Me amargué mucho... Lo de Paraguay lo tomé mejor, no sé si es por la edad o qué... Nunca viví un espectáculo semejante... Sólo vi algo más grande en la cancha de Boca... No creo que se vuelva a repetir... Colón lo volvería a hacer, pero otro equipo, salvo Boca, Racing, no creo...
-¿Qué sabor te dejó esa final?
-Ví un equipo sin ímpetu, que no tuvo ganas... El jugador de fútbol no debe resignar eso. El jugador tiene que poner todo lo que está a su alcance, debe tener actitud... Si le sale o no le sale, es otra cosa, pero la actitud no se negocia. Es lo que veo como ex jugador... Los ví dispersos, faltó que se plantara más. No sé si les pesó la responsabilidad... Es cierto que Colón no venía bien, pero ellos manejaron los tiempos, Pellerano se hizo caudillo y nadie se dio cuenta... No sé si es el técnico el culpable de no haberse dado cuenta.
Archivo El Litoral Así cubrió El Litoral aquella jornada histórica para Colón en general y para Motura en particular.
Así cubrió El Litoral aquella jornada histórica para Colón en general y para Motura en particular.Foto: Archivo El Litoral
-Alguna vez, Grondona dijo que para salir campeón hay que jugar con muchos jugadores del club, que sientan la camiseta...
-Mirá, en mis tiempos pasaba que terminábamos jugando los de acá... Los jugadores de acá son hinchas y eso es un plus... En otros tiempos, venían los de afuera y no ganaban. ¿Sabés qué decían?, que éramos indios y los íbamos a matar... Un día, Benicio Acosta, un técnico, nos dijo: "Cuando yo venía, llegábamos a Rosario y se me enfermaban los jugadores... Yo les pido que en la primera jugada vayan fuerte, no regalen nada, choquen... No les pido que lo quiebren al rival, pero vayan fuerte", nos decía... Una vez, contra Lanús, estaban Silva y Acosta... El paraguayo Lezcano salió medio lejos y le hicieron una pared y un caño... "No aparezcan más por allá porque los cuelgo del alambrado", les gritó... A Silva lo tiró en serio contra el alambrado y se fue a jugar de full back...
-¿Qué se necesita para salir campeón?
-Que funcionen las tres patas: dirigencia, entrenador y jugadores... Se terminaron los cucos en el fútbol... Si tenés buenas inferiores, sacás buenos jugadores... ¡Si en Buenos Aires recolectan jugadores de todos lados!... Pero hay que ponerle maestros a los chicos que les enseñen a jugar... Y que los técnicos no sean resultadistas, sino educadores.
-¿Cuál es la pata que falla?
-La dirigencia... Y también los técnicos que vienen.. Basile tenía un equipo bárbaro, ¿o no?... Y la subcomisión de fútbol debe tener aspiraciones, proyecto, iniciativas y darle al plantel todo para que trabajen bien... Y a los buenos jugadores hay que pagarles bien... Y ver a qué vienen a Santa Fe, porque a veces vienen de "joda"... No hay que ir a buscar un 3 o un 4, eso debe estar adentro del club... Con Osella no tenían qué traer, subieron 5 o 6 jugadores y anduvieron bien. Pero eso surgió de la nada... ¿Y si lo planificás?
-Entonces, ¿lo mandaste al descenso a Unión?
(Risas) -Te repito, el granito de arena lo puse...