(Enviado Especial a Buenos Aires)
El entrenador sabalero estaba eufórico luego del partido y dijo que “el 80 por ciento de los jugadores entró al vestuario y se largó a llorar” luego del partido. Antes del mismo, lo llamó Moreno y Fabianesi.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Martín Minella estaba eufórico y no era para menos. Cumplió su sueño, antes del partido se le llenaron los ojos de lágrima cuando le contó a El Litoral que recibió el llamado de su padre, festejó la victoria y se estrechó en un sostenido aplauso con la gente que lo estaba esperando en la calle. Colón necesitaba ganar como el agua para vivir. Y lo mereció por lo que hizo en el segundo tiempo, con un aporte positivo de él –y su cuerpo técnico- en los cambios, algo que se hizo muy bien y que sirvió para que se mejore el nivel del equipo, que había sido muy bajo en la parte inicial.
-¿Qué imagen te llevás, Martín?
-Que fue un partido cambiante, se jugó muy mal el primer tiempo y en el segundo tiempo, con un par de modificaciones y parándonos 20 metros más arriba, tomamos la confianza necesaria y lo ganamos bien.
-Los cambios fueron clave. ¿Veías que el partido era ganable?
-Yo veía de Almagro que, de mitad de cancha para adelante, mostraba funcionamiento pero de mitad de cancha para atrás era atacable. En el primer tiempo, nosotros tuvimos el viento en contra y nos metimos muy atrás. Ellos nos llevaron por delante y nos complicaron.
-¿Cuál era la estrategia?
-¡Todo lo contrario a lo que hicimos en el primer tiempo!... Nosotros habíamos trabajado para que juguemos más adelante y no regalando tanto terreno. En el segundo tiempo lo hicimos, nos adelantamos posicionalmente, generamos varios encuentros, algunas paredes y creo que los terminamos desgastando. Fijate que empezamos a ganar las divididas, los duelos individuales y aparecieron los que saben jugar como Guille, Bernardi, Soñora o Taborda.
-¿Qué pensabas en el primer tiempo cuando las cosas no salían?
-Que no nos hicieran un gol porque iba a costar muchísimo levantarlos… Parecen Gastón Gaudio, es como que no se quieren ellos, como que un error o una equivocación los llevará automáticamente a que no les salga más nada… Pero cuando se encuentran entre ellos y fluye el juego, todo cambia porque son jugadores muy talentosos.
-¿Pasa todo por la cabeza, Martín?
-Estos chicos necesitan más afecto que entrenamiento…
-¿Cómo los viste a Yossen y a Yunis?, porque fue una “jugada” muy especial de tu parte…
-Lo de Yossen lo asumo como una apuesta mía porque venía de un desgarro y podía costarle. Lo que pasa es que el lateral derecho es una posición en la que tenemos una falencia grande, pero estuvo dispuesto y en él confío… ¿Yunis?... Para mí, después de Henríquez, fue la figura de la cancha… Está todo dicho.
-¿Qué les dijiste en el entretiempo?
-Chicos, entrenamos atacar, entrenamos buscar el partido, ¡vamos a hacerlo!… Para mí, la falencia más importante del primer tiempo fue la imprecisión. Ningún equipo puede jugar bien equivocando pases, entonces les dije que empecemos a mejorar en ese aspecto y que nos adelantemos en la cancha. Por eso también fui sumando jugadores de buen pie y les pedí que se junten y que den pases cortos para no perder la pelota.
-¿Qué sentiste en el final y qué le dijiste a los jugadores?
-Yo les dije que mi sueño para hoy era ganar el partido mereciéndolo, porque los dos partidos que ganamos de local contra Deportivo Morón y Gimnasia de Mendoza no fueron el producto de buenas actuaciones. Yo me identifiqué más con el Colón de Chicago que con el Colón de esas dos victorias en nuestra cancha. Les dije que quería una actuación como la de Chicago y ganar.
-Recién dijiste una linda frase: “Estos muchachos necesitan afecto más que entrenamiento”. ¿Trabajaste mucho el inflador anímico?
-Les hice entender que no esperen el técnico que venga a salvarlos. Ellos capaz que esperaban eso de Rodolfo o de mí mismo y yo les dije que depende de ellos, porque el fútbol es de los jugadores.
-¿Te llamó Moreno y Fabianesi?
-Sí, hablamos antes del partido, me preguntó cómo lo iba a plantear y me dijo que veía que el equipo estaba un poquito acelerado, que trabajara sobre eso… No hablamos más nada que eso. Sé que vendrá como director deportivo y que nosotros estaremos bajo su órbita, lo cuál me llena de satisfacción. Estuvo como en veinte clubes, tiene una gran experiencia y nos aportará muchísimo.
-¿Estás al tanto que viene Osella?
-La verdad que no… A mi me dijeron que prepare Almagro y que venga a ganar el partido, nada más.
-¿Qué pasó cuando entraste al vestuario después del partido?
-El 80 por ciento estaba llorando, como si hubiesen ganado un campeonato. Se sacaron un peso de encima.
-¿Pensás que esta victoria de visitante, luego de diez partidos, puede ser un antes y un después?
-Ojalá… Esto es fútbol, capaz que el sábado van 15 minutos del segundo tiempo y nos están puteando a todos. La gente de Colón va a llenar la cancha y yo siempre digo que la gente reacciona por lo que nosotros le damos desde adentro de la cancha. Así que ojalá esto modifique el ánimo de los jugadores, de eso se trata.