Por Enrique Cruz (h)
—Sabella dice que la presión y la urgencia con la que se vive en el fútbol argentino hace que el nivel del juego decaiga. ¿Lo ves así?
—La necesidad de resultados inmediatos con la que vive el fútbol argentino crea un ambiente que no es favorable para nada ni para nadie. De todos modos, soy de los que considera que los proyectos a largo plazo son los que a la larga dan resultados. Hoy, tenemos los ejemplos de Newell’s, con el Tata Martino, y Gareca, con Vélez. Pero pienso que los clubes que tienen paciencia para esperar los resultados del fútbol juvenil son los que saldrán airosos.
—Allí se agrega otro elemento, el de la paciencia de la gente, algo que tampoco existe ni se puede comprar en el kiosco de la esquina...
—Parece que todo se tiene que dar en forma instantánea, no sólo en el fútbol, sino en la vida. Compramos un programa de abdominales perfectos en 8 minutos, o nos venden un plan para adelgazar cinco kilos en una semana. Eso lo trasladamos al fútbol. A los cinco partidos, lo que se proyectó para un año, dos o tres, queda desechado. La historia del fútbol mundial indica que los proyectos exitosos, son los que perduran en el tiempo. El último técnico del Manchester estuvo 27 años, pero los primeros tres no fueron buenos. En ese lapso, Ferguson adquirió un conocimiento acabado de la institución, del plantel y de los jugadores. Acá cambiamos los técnicos a los cinco partidos. Eso quiere decir que no hay coherencia en el proyecto o directamente que ese proyecto no no existe.
—Fuiste autocrítico el domingo, dijiste que quisiste hacer más ofensivo al equipo y te diste cuenta que era mejor esperar como lo hiciste ante Racing y Newell’s. ¿Colón está más para esperar que para ser protagonista?
—Hoy sí. No es algo que me guste, a mí me encanta ser protagonista e ir a buscar los partidos, pero ese mal comienzo de torneo ha repercutido mucho en el ánimo de los jugadores. En seis fechas perdieron cuatro partidos y empataron dos. Eso marcó algo. Ahí hicimos el diagnóstico y llegamos a la conclusión de que éste es un plantel con jerarquía pero que venía vapuleado. Entonces tomamos la decisión de hacerlo retroceder un poquito para sacar algunos resultados y animarnos un poco. Pero está claro que no hay tiempo para trabajar porque no se puede crear una identidad sobre la marcha, se trabaja en el partido a partido. Por eso considero indispensable que el técnico realice una pretemporada y ahí se busque el estilo. Cambiar de Sensini a Morant fue difícil y más todavía cuando quisimos cambiar a los cinco partidos y ser más ofensivo.
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