La alegría en medio de la tristeza había comenzado cuando el sol todavía iluminaba al Brigadier López. Es que a los 29 minutos del primer tiempo del partido ante San Lorenzo, Colón se ponía en ventaja con el penal excelentemente ejecutado por Luis Miguel Rodríguez. Pero no todo terminó ahí para el delantero tucumano, porque a los 33 de la segunda etapa, cuando el resultado parcial era empate 1-1, la “Pulga” acarició la pelota en un tiro libre para asistir a Morelo, quien convirtió el segundo tanto, con el que el Sabalero venció al hasta entonces único puntero del campeonato.
Apenas terminado el encuentro, las cámaras de la televisión buscaron a la figura para tener sus testimonios, entonces la “Pulga” reveló lo que pasaba por su mente y su corazón: “Mi viejo está pasando por un momento crítico, mi familia entera está mal por lo que le pasa, así que espero que las cosas se den lo mejor posible para todos mis hermanos que la están pasando muy mal en Tucumán. Yo prefiero jugar y estar acá porque me mantiene despejado de eso, pero siempre con el dolor por dentro”.
Lo que no sabía el nacido en Simoca es que horas más tarde recibiría la peor noticia: su padre dejaba de sufrir la dolorosa enfermedad para fallecer en su tierra natal. La Gaceta de Tucumán, tradicional medio gráfico de nuestro país, así lo reflejó en sus páginas: “El ex delantero de Atlético Tucumán tuvo que subirse a un avión para llegar a Tucumán esta madrugada. Rápidamente se dirigió a Simoca, su ciudad natal, para acompañar a su familia en este difícil momento”.
También dio a conocer el twitt con el que el Club Atlético Colón adhirió al difícil momento de su jugador: “Desde el cariño que te tiene este pueblo sabalero, hoy más que nunca te acompañamos deseando la ayuda de Dios para tu querido papá. Fuerza Pulguita, te queremos”.
“Pocholo, como se lo conocía al padre del futbolista, fue uno de los pilares en la carrera del “Pulguita”. El albañil y pintor se sacrificó para comprarle los primeros botines que tuvo Luis Miguel en su humilde infancia. Eso quedó en la memoria del atacante, que lo recordó en más de una entrevista”, señaló el medio periodístico norteño.
Culminando su crónica respecto a la muerte de “Pocholo”, La Gaceta dio cuenta de que “hace dos años, durante un programa especial de ‘Panorama Tucumano‘, Pedro (Pocholo) confesaba que tenía una costumbre cada vez que el crack simoqueño salía a la cancha: “Cuando él juega, no veo la tele; prefiero salir a caminar como cábala”, expresaba el padre de Rodríguez.
Con un permiso especial de parte de los dirigentes sabaleros, con el visto bueno del entrenador Pablo Lavallén y el mánager Francisco Ferraro, Luis Miguel Rodríguez se quedará unas horas más en Simoca junto a su familia. Mañana martes estará de nuevo el “Pulga” en el predio sabalero junto a sus compañeros para empezar a preparar la gran batalla frente al Mineiro de Belo Horizonte en la semifinal de ida de la Copa Sudamericana. “Juego sí o sí el jueves”, le deslizó a algunos amigos en el Mundo Colón.
Es así por reglamento Conmebol: toda la del Fonavi al Mineiro
A partir de una nota enviada por el Atlético Mineiro de Brasil a la Conmebol exigiendo que se aplique el reglamento, Colón está obligado a cederle a los “torcedores” toda la cabecera Sur que da espaldas al barrio Fonavi, habilitándose solo la parte baja de populares e inhabilitando las nuevas 1.800 butacas altas. “Será igual que con San Lorenzo”, dijeron desde Seguridad a El Litoral.
En la reunión de campo que se llevó a cabo esta mañana participaron los referentes de Seguridad Provincial (Fernando Peverengo y Bruno Brasca), junto al jefe de seguridad sabalero (Carlos Frioni) y los dirigentes Francisco Rivero y “Charly” Sandaza, en nombre del Club Atlético Colón.
“Nosotros no sabemos cuántos hinchas traerá el Mineiro, pero el reglamento Conmebol habla de ese número. No podemos hacer nada, ni siquiera en el caso que traigan 500 hinchas. Es la semifinal de una Copa Sudamericana”, comentaron a este diario.
La primera idea de Colón, en base a una especulación de “entre 500 y 1.000 hinchas del Mineiro”, era darle a los brasileros la famosa Redondita de cemento y poder vender en la cabecera sur 5.000 generales y 1.800 plateas. Incluso, estaba el Ok de Peverengo, con una predisposición total para colaborar con un claro ingreso superador para las arcas sabaleras en este tipo de circunstancias.
“Ahora se pondrán a la venta por web y plataformas electrónicas los 4.000 lugares para Mineiro. Igual, suponiendo que no vendan nada o muy poco, es muy difícil cambiar porque hay que notificar todo a la Conmebol”, se lamentaron los dirigentes sabaleros.