En el primer tiempo había tenido una participación protagónica en los dos goles, fiel a su estilo. En el primero, su remate no pudo ser retenido por Portau, que dio rebote y allí apareció Bernardi para convertir. El segundo fue una obra de arte: recibió la pelota por el callejón del “10”, abrió el pie y colocó un remate perfecto que se incrustó en el ángulo superior izquierdo. Inatajable.
En el arranque del segundo tiempo, el Pulga vio la otra cara del fútbol. Quiso recibir la pelota apareado por un rival y cayó visiblemente dolorido en el aductor de una de sus piernas. Enseguida llegó el gesto de los auxiliares sabaleros al banco, pidiendo el cambio. En su lugar ingresó Pierotti y el Pulga se fue directamente al vestuario, en camilla.
Apenas terminado el partido, ya duchado, Luis Miguel Rodríguez fue derivado al Sanatorio Santa Fe y allí se le practicaron los primeros estudios. Además de los médicos, con el Pulga estaba también el secretario deportivo, Mario Sciacqua. Pasada la medianoche, se confirmó que la lesión es un desprendimiento en el aductor, con un tiempo de recuperación que le demandará entre 30 y 60 días. Así, el Pulga Rodríguez no podrá ser de la partida en los próximos encuentros que afrontará el equipo, tanto en el viaje a Asunción para jugar con Olimpia, como el partido con Arsenal de la penúltima fecha, el cotejo con Cerro Porteño en Santa Fe y también el último partido ante Vélez por la fase regular de la Copa de la Liga Profesional. Lo mismo ocurriría con los partidos restantes de la fase de grupos del la Libertadores. Una baja lamentable y que se hará sentir.
Vale acotar un detalle: Falcioni decidió suspender la conferencia luego del partido. No se dieron a conocer los motivos.