Gracias Alejandro Lerner por esta letra. Sin tu ayuda hubiera sido todo más difícil todavía.
116 años debió esperar el pueblo rojinegro para festejar un campeonato oficial en Primera División. Lo logró al ganarle la final de la Copa de la Liga a Racing 3 a 0 con goles de Aliendro, Bernardi y Castro. El equipo de Domínguez dominó a la Academia y por eso el resultado es indiscutible, lo mismo que la obtención de su primera estrella.
Gracias Alejandro Lerner por esta letra. Sin tu ayuda hubiera sido todo más difícil todavía.
"Qué difícil se me hace..., mantenerme en este viaje..., sin saber adonde voy en realidad...
Si es de ida o de vuelta..., si el furgón es la primera..., si volver es una forma de llegar...
Qué difícil se me hace..., cargar todo este equipaje..., se hace dura la subida al caminar...
Esta realidad tirana..., que se ríe a carcajadas..., porque espera que me canse de buscar..."
¡Qué difícil se me hace explicar los argumentos con los que Colón derrotó a Racing 3 a 0 cuando gracias a ese resultado el Sabalero obtuvo su primera estrella en la Primera División del fútbol argentino!
¡Qué difícil se me hace contar cómo hizo Colón para dominar táctica y estratégicamente al equipo de "Juanchi" Pizzi durante los poco más de 90 minutos para definir la final en el segundo tiempo!
¡Qué difícil se me hace poder mantenerme enfocado en lo que sucedió sobre el campo de juego y analizar el juego cuando en realidad no sé adónde voy en realidad!
¡Qué difícil fue para Colón cargar un equipaje con 116 años sin poder sumar una estrella en su camiseta sangre y luto! Y no hay dudas de que se hizo duro el camino para lograrla...
Pero esta vez, Colón puede reírse a carcajadas de esa realidad tirana, porque no se cansó de buscar lo que tanto trabajo y sufrimiento le costó...
Sinceramente, no creo que al pueblo Sabalero le interese mucho saber cómo pienso que Colón le ganó a Racing la final de la Copa de la Liga Profesional. Y de verdad lo entiendo. Pero cuando el hincha rojinegro lea estas líneas, ya habrá pasado la efervescencia por el título ganado y quizás quiera saber si coincide o no con mi manera de ver la victoria en San Juan.
Además, si el resultado final fue 3-0, desde lo futbolístico no hay mucho para analizar. La diferencia numérica tal vez sea un poco exagerada, pero la legitimidad, la justicia y los merecimientos están fuera de discusión.
Lo que pasó anoche en el estadio San Juan del Bicentenario no es ni más ni menos que lo que Colón llevó a cabo durante todo el campeonato. Fue un compendio de las 13 fechas de la etapa inicial más los dos choques que lo llevaron a la final del certamen.
15 partidos resumidos en el más importante: la final del torneo. Porque anoche Colón fue un equipo. Porque anoche Colón funcionó como tal, con un rendimiento parejo en lo colectivo y en lo individual.
Solidario, asociado, armónico. Sin fisuras de mitad de cancha hacia atrás y como siempre, inflexible, lapidario, fructífero, implacable, de mitad de cancha hacia adelante.
Me cuesta encontrar un jugador que haya sobresalido sobre los demás. Indudablemente Aliendro, Bernardi y Castro, los autores de los goles, fueron quienes le dieron el triunfo y a la postre el campeonato al elenco colonista, por esa razón podrían estar un pequeño escalón por encima de los otros.
Pero fue muy bueno lo de Mura en la banda derecha, quien participó en los tantos de Aliendro y de Castro, llegando a posiciones ofensivas y resolviendo de manera excelente, y clausurando su lateral en un duelo con el ex sabalero, Tomás Chancalay.
Otro de los destacados (y no es novedad) fue Lértora, quien junto a Aliendro (como en casi todos los partidos), cumplieron una tarea que muchas veces no se ve, pero que es fundamental para lo última línea.
Y aunque parezca mentira, sorprendente y hasta paradójico, Colón metió tres goles y el "Pulga" Rodríguez (además de no haber anotado ninguno) no jugó un buen partido. Debió ser reemplazado por Leguizamón a los 19 minutos del segundo tiempo, con el marcador 1-0, debido a una molestia en su pierna izquierda.
Pero hay una persona que (aunque nunca haya coincidido con ello, y mucho menos reconocerlo) seguramente es el autor intelectual y material de lo que hoy Colón está disfrutando. Se trata de Eduardo Domínguez, el entrenador que nunca perdió su mesura (tampoco tuvo momentos en los que necesitó hacerlo) y que siempre mantuvo la claridad conceptual de los que tienen "los patitos en fila".
El "Barba" , con este campeonato, se ha convertido en el director técnico más exitoso de la vida de Colón, pero es muy posible que aun no lo haya registrado. Es más, casi con seguridad me animo a decir que no lo haga nunca, porque no es de esas personas que necesiten subirse a un pedestal.
La humildad es una de sus características principales, y se la ha contagiado a su plantel, algo que se pudo verificar anoche apenas Pitana ordenó la terminación del cotejo. Todos los integrantes del plantel, también los que no habían firmado planilla, saltaron al campo de juego para sumarse a un festejo desconocido para todos.
Ahí, en ese instante, es muy posible que tanto jugadores, cuerpo técnico y dirigentes presentes en San Juan, hayan comenzado a sentirse campeones del fútbol argentino.
Aquí, en Santa Fe, los hinchas colonistas también. Por estas horas, los sabaleros pueden decir orgullosos que son campeones, y no es un sueño, el sueño se cumplió.