Enrique Cruz (h)
Salido de las inferiores, de seguir así, Germán Conti será otro al que vendrán para “sacárselo de las manos” a Colón.
Enrique Cruz (h)
Seguramente alguno “saltará” aportando algún nombre al estilo de Eulalio Gómez, por ejemplo, y quizás tenga razón. Cuestiones generacionales impiden que se opine de alguien a quien no se ha visto jugar. Más todavía, ni siquiera podría hablar de Jorge Omar Sanitá, pero tuve el sumo agrado de conocerlo y tratarlo mucho: un verdadero Señor, así, con mayúscula, que quería como pocos a Colón y dejó la vida defendiendo esa camiseta y siendo gran protagonista de aquella gesta del 65.
Vayamos a los tiempos más modernos. Colón se nutrió mucho de grandes zagueros centrales que dejaron su sello pero que no fueron un producto genuino de sus inferiores. El Gringo Trossero llegó de Esmeralda y había jugado en Sportivo Belgrano de San Francisco cuando llegó a Colón en 1972. Pasó lo mismo con Spadaro, Di Plácido, el Flaco Zuccarelli o en tiempos más modernos todavía, Ameli, Medero o el Flaco Morant.
Un repaso con la fragilidad propia de ese ejercicio de hacer memoria y el consiguiente riesgo de olvidar algún nombre importante en la historia de los defensores centrales, permite nombrar, por ejemplo, a Hugo Villaverde. Ese sí fue un producto propio de las inferiores de Colón. Casi lo mismo pasó con otros jugadores de aquel entonces, como por ejemplo el Gringo Héctor Mariano, a quien la directiva del contador Salerno fue a buscar a Franck, o Ángel José Leroyer, que llegó de San Cristóbal. Todos con edad de inferiores todavía, o a lo sumo para jugar en la reserva, pero pocos recorriendo el circuito de inferiores como pasó con Villaverde, con Mántaras o con Rubén Rossi, que si bien no alcanzó a destacarse como jugador en Colón a la altura de otros, fue campeón del mundo y había surgido de las canteras rojinegras.
Germán Conti tuvo un inicio en Ateneo Inmaculada pero rápidamente lo detectó Colón. A los 18 años ya integraba el plantel de Primera. La historia de este flaco que parecía algo lento y hasta “desgarbado” cuando apareció, se empezó a nutrir rápidamente de concreciones y certezas. Ya jugó algunos partidos en aquel equipo de Osella de gran campaña (el de los 30 puntos), que no pudo concretar la hazaña de quedarse en Primera. Formó dupla con Landa en el partido del 24 de mayo de 2014. Tenía 20 años el Flaco, un golpe durísimo no sólo para él, también para Alario, Meli, Graciani, Luque, Curuchet y Castillo, entre otros.
Hace poco, un dirigente de aquella comisión de Lalo Vega confesaba que “al final, aquellas decisiones que se tomaron en contra de Colón, entre ellas la de impedir que pudiéramos incorporar jugadores, salvo Videla, nos vino bien. Jugaron los pibes y empezaron a demostrar lo que valían”. Y fue así. Tanto, que aquellos jugadores que fueron saliendo del proceso anterior, permitieron hallazgos deportivos y desahogo económico para afrontar el difícil momento.
El Flaco Conti terminó de explotar después, a veces jugando por el costado en la B (estaban Landa y Lazzaroni para jugar en la zaga también), pero adquiriendo especial dimensión al año siguiente (2015), cuando el crecimiento futbolístico del Flaco se fue haciendo exponencial. “Conti es media defensa”, me cansé de escribir en aquellos tiempos en que Javier López y Darío Franco se debatían por encontrarle la vuelta al equipo.
Ahora, con 23 años y luciendo orgulloso la cinta de capitán, Conti es un verdadero símbolo. Renovó el contrato hasta el 2020 y el club se aseguró una cláusula de rescisión de 3,5 millones de euros limpios para el club, si alguien o él mismo pretende irse. ¿Vale eso Conti o vale más?, es la pregunta que muchos se harán. Nadie lo sabe. Es la base y lo que Colón se asegura, lo cual no impide que se pida más si hay algún interesado, cosa que seguramente ocurrirá y en breve.
Domínguez le ha dado solidez al trabajo defensivo y lo basa en una zaga que combina seguridad, “fiereza” y temperamento. A veces, Ortiz exagera en estos dos últimos atributos, pero se ha convertido en un complemento casi ideal para Conti. Y el Flaco ha madurado, mejoró en el manejo de la pelota, juega con una tranquilidad que sorprende en este fútbol de tanto apuro, de tanto dientes apretados y en el que se arriesga poco. Tiempista como pocos, sabe también utilizar ese cuerpo longilíneo para ganar mucho de arriba, en las dos áreas, y para llegar siempre a todas. Parece lento pero no lo es; parece que a veces llega desarmado pero tampoco lo es, y gana siempre, inclusive tapándole los errores a sus compañeros o sabiendo de qué manera disimularlos.
Como Sanitá o Villaverde, el Flaco Conti va en camino de convertirse en uno de esos jugadores que en Colón se recordará por mucho tiempo. Muchos soñarán conque se “quede a vivir” en Santa Fe. Será difícil, casi me animo a decir que será imposible. Al Flaco lo buscarán y se lo llevarán. Su camino se conduce inexorablemente hacia ese final.
¿Qué le queda?
Colón recibirá este viernes a las 21.30 la visita de Tigre en el barrio Centenario, por la fecha 10 de la Superliga.
Después, los rojinegros tendrán que viajar a Tucumán para enfrentar el lunes 4 de diciembre a Atlético, que seguramente tendrá en el horizonte cercano la final de la Copa Argentina ante River, que posiblemente se juegue el fin de semana del 9 ó 10 de diciembre.
Tanto River como los tucumanos adelantarán sus partidos de la fecha 12, que se jugará ese segundo fin de semana de diciembre, razón por la cual quedó libre para ellos la posibilidad de disputar la final de la Copa Argentina en alguno de esos días.
Por último, Colón recibirá la visita de Talleres, el 10 de diciembre, en el partido de la fecha 12, que será la última que se jugará en este 2017.
Zavagno
En la cancha de Argentinos Juniors estuvo presente Luciano Zavagno, el ex jugador de Unión que actualmente se desempeña como scouting del Chelsea de Inglaterra. Zavagno conversó con el enviado de El Litoral a La Paternal y señaló que “no vengo por nadie en especial, sólo a ver fútbol”. También aclaró que estuvo observando los partidos del Sudamericano Sub 15 que se disputa en San Juan y que lo hizo con la gente que se ubica por encima suyo en el escalafón de detección de talentos que realiza el club inglés en esta parte del mundo.