Por Alberto Sánchez
asanchez@ellitoral.com
El director técnico de Colón, Mario Sciacqua, tardó mucho tiempo más de lo normal en llegar a la sala de conferencia de prensa del estadio Brigadier López, tras la igualdad 1-1 frente a Estudiantes de La Plata.
Lo primero que hizo fue tratar de analizar lo realizado por sus dirigidos en el campo de juego: “Nuevamente jugamos mal de local, lo único que se puede destacar fue la entrega de los muchachos en el segundo tiempo para buscar el empate, tal vez con desorden, pero pudieron lograrlo”.
—¿A qué se debió tu demora en salir de vestuarios?
—Me quedé hablando con los dirigentes, pero seguiremos hablando mañana (por hoy), porque éste no es el mejor momento para hacerlo y es preferible estar un poco más tranquilos para poder hablar.
—¿Es habitual que hablen después de los partidos?
—Sí, siempre lo hicimos, cada vez que termina un partido charlamos con la mayoría de los dirigentes, pasan por el vestuario y analizamos si jugamos bien o mal, fundamentalmente por la relación que tenemos con ellos. También charlamos al otro día en el hotel, pero también es cierto que ésta no será una charla más, porque existe una crisis futbolística y me preocupa mucho.
Sciacqua agregó algunos conceptos sobre esa “crisis futbolística”: “Uno analiza y se hace muchas preguntas, en la semana se trabaja para que durante el partido no sucedan cosas, pero al final suceden. Sabemos que no jugamos bien, pero les aseguro que trabajamos para que las cosas nos salgan mucho mejor, pero cuando tenemos que hacerlo, no podemos, quizás por un clima complejo que es evidente. Eso hace que en algunas jugadas, el jugador sienta presión y no pueda generar más fútbol. Lo que está claro es que si las cosas no salen, lo que no negociamos es la voluntad y el sacrificio de parte de todos, por eso pudimos llegar al empate”.
—¿Te sentís con ganas de seguir?
—Uno como entrenador a la convicción nunca la pierde, por una sencilla razón: cuando uno asume esta responsabilidad, es porque tiene convicciones. Yo tengo la convicción, pero tengo que analizarlo con mis ayudantes y con los dirigentes.
—¿Se te cruzó por la cabeza renunciar?
—Soy hincha de Colón y me siento parte del club, por eso no quiero hacerle daño y menos que la gente insulte a los jugadores y a los dirigentes, porque al ser responsable del equipo, me siento culpable de los insultos.