Alberto Sánchez - asanchez@ellitoral.com
“Las cosas no se hicieron bien y los responsables somos nosotros, que entramos a la cancha, porque Mario (Sciacqua) agarró un plantel que ya no estaba bien, y tampoco puede hacer magia. Lamentablemente fue más de lo que venía pasando desde la primera fecha, y se terminó peor aún”, dijo Sebastián Prediger tras la derrota ante Newell’s el domingo en Rosario.
Su vínculo con Colón culmina ahora, por lo que la pregunta, más allá de saber su deseo de seguir por lo menos seis meses, era obvia:
—¿Te quedás hasta diciembre?
—Espero que sí. Yo ya manifesté lo que quiero, y sigo pensando de la misma manera, pero hoy en día la sensación y la situación es muy mala.
—¿Ahora dudás?
—No, no dudo, yo me quiero quedar, pero es obvio que la sensación que siento me deja muchas dudas, por lo que hemos mostrado en la cancha.
—¿De qué depende entonces?
—Yo hablé con los dirigentes del Porto y de Colón, les dije que me quería quedar, lo que pasa es que estas cosas generan muchas dudas, la verdad es que no sé qué va a pasar en Colón. Ojalá pueda seguir Mario, porque es un técnico capaz, pero las derrotas siempre plantean muchas dudas. Hasta hace una semana no tenía ninguna duda de que me quedaba, pero ahora seguramente las cosas se irán a replantear, no sólo conmigo sino con el futuro de varios de los muchachos que integran este grupo. Ojalá se llegue a un acuerdo de todas las partes porque acá, el que tiene que estar en lo más alto es Colón.
—Algo es seguro, no depende de vos sino de la decisión que tomen los dirigentes.
—No sé si la dirigencia va a tomar una decisión, lo digo porque en este receso, a mitad de año, cuando termina una temporada y empieza otra, se producen varios cambios, y es obvio que la imagen que mostramos fue mala y no tendrá que repetirse. No estoy hablando por mí solamente, lo digo porque es una realidad, y si hay que cambiar esa mala imagen, los que tienen que tomar decisiones son los dirigentes.
—¿Cómo lo notaste a Mario?
—Está muy mal, muy golpeado, es lógico. Le pasa lo que a todos, sinceramente yo tampoco tengo ganas de hablar, pero al haber jugado un torneo tan malo, aquellos que vinimos y somos los más responsables, somos los que tenemos que hablar. Por eso quiero decir que estamos en deuda con la gente y defraudamos al club, porque queríamos pelear cosas importantes, como la clasificación a alguna copa, y realmente no se pudo conseguir nada y dejando una muy mala imagen.
Para colmo...
—¿Creés que es el peor final?
—Desde que me ha tocado jugar en Colón, creo que sí. Vine con mucha ilusión y planteando muchos objetivos, y no sólo no se cumplieron sino que la campaña fue muy mala, en la cual también se produjo el ascenso de Unión, que muy merecido lo tiene, eso está claro. Espero que en el semestre que viene se arme un buen equipo para poder afrontarlo y poner a Colón en el lugar que merece.
—Pero si estás vos mejor, ¿no?
—Desde que llegué a Colón me sentí como en mi casa, eso ya lo dije muchas veces sabiendo que puede perjudicarme en el futuro con el Porto, pero es lo que siento. Ojalá pueda quedarme y que en el torneo que viene estemos a la altura de las circunstancias, con la prioridad de ubicarnos arriba de nuestro clásico rival y pelear en la punta del torneo.
—¿Pensás que el ascenso de Unión potencia la mala campaña?
—Por supuesto, sin dudas. Fijate que el sábado, una parte de la ciudad estaba festejando el ascenso a la primera, y nosotros al otro día volvimos a defraudar, por eso digo que hay que pensar en qué se puede hacer para cambiar las cosas.
—¿Y qué debe hacerse para cambiar las cosas?
—No sé. Ahora es un momento en el cual las cosas están muy calientes todavía, y cualquier cosa que diga puede sonar mal. Tampoco pienso que mi trabajo sea ése, así que prefiero guardarme la respuesta.