Eduardo Domínguez se convertirá por estas horas en entrenador de Colón, retornando a la institución luego de haberse desvinculado en los últimos meses del 2018. Firmará un contrato que lo ligará al club hasta junio del año que viene y este miércoles, de solucionarse algunos detalles que faltaban, dirigirá el primer entrenamiento a la espera de un arranque complicado en la Copa de la Superliga: visitante de Central, local con Defensa y Justicia y dos seguidos de visitante, ante Atlético Tucumán y Racing, en las primeras cuatro fechas.
En Superliga, Domínguez dirigió a Colón en 55 oportunidades en su primer ciclo, con 22 partidos ganados, 18 empatados y 15 perdidos. Sus equipos marcaron 64 goles y le convirtieron 49. Sacó 84 puntos sobre 165, con una eficacia del 51 por ciento.
Los números cerraron en aquél entonces, ya que le sirvieron a Colón que se logren dos clasificaciones a Copa Sudamericana. Cuando Domínguez llegó, la situación en la tabla de promedios no era del todo cómoda, Montero se había ido con 20 puntos y cumpliendo con el piso que le había solicitado Vignatti en esa primera parte del campeonato y allí llegó Domínguez, para asumir la conducción técnica del equipo a principios de 2017. El primer partido fue un empate ante Olimpo y luego llegó la victoria en el clásico que se jugó en la avenida López y Planes y una serie de victorias consecutivas que le dieron aire, respaldo y tranquilidad desde el mismo arranque de su gestión.
Después, hubo momentos buenos y otros que no lo fueron tanto. Cuando Colón consigue la segunda clasificación para la Sudamericana en aquél recordado partido con Racing de mayo de 2018 (última victoria como visitante), la situación del entrenador estaba entre algodones y la chance de clasificar era escasa. Se tenían que dar una serie de resultados y, además, que Colón le gane a un Racing que se jugaba el ingreso a la Libertadores. Todo sucedió, Colón clasificó y Domínguez, que estaba casi con un pie afuera del club, se aferró a su puesto y continuó al frente del equipo.
Meses más tarde y tras otro mentado partido —el de aquella noche de viernes en el Tomás Ducó, cuando Huracán le dio vuelta un partido increíble que Colón ganaba cómodamente—, Domínguez decidió dar un paso al costado. En aquél partido, las cámaras de TV tomaron al técnico gritándole “cagones” a sus jugadores. Y cuando se alejó del club, lo hizo con algunas declaraciones críticas hacia lo que había visto durante los casi dos años que estuvo en Santa Fe.
En aquél momento, el equipo producía una fuerte merma en su rendimiento en los segundos tiempos. Antes de su salida, el entrenador había reclamado la llegada de GPS (aparatos que son utilizados para medir esfuerzos y distancias recorridas por los jugadores). La realidad, por ese entonces, indicaba que muchos partidos se resolvían en los segundos tiempos y el caso testigo fue aquél en cancha de Huracán: Colón lo ganaba 2 a 0 en el primer tiempo y lo perdió 3 a 2 en el segundo.
“No esperábamos esta decisión de Domínguez”, dijo Vignatti aquella vez, cuando un 12 de noviembre el mismo DT le puso punto final a su ciclo. Luego se hizo cargo Fuertes por cinco o seis partidos que restaban para el final del año (tres eran de Superliga y se disputaba la fase final de la Copa Santa Fe) y posteriormente asumió Julio Comesaña, que apenas duró cinco partidos antes del inicio del ciclo de Lavallén.
Domínguez permaneció mucho tiempo, desde entonces, en la ciudad de Santa Fe y abandonó el país por poco tiempo para dirigir a Nacional de Montevideo. Allí permaneció al frente del equipo por 8 partidos, ganando 2, empatando 4 y perdiendo los 2 restantes.
Este paso por Nacional contrastó con lo que vivió en los otros dos clubes que dirigió, ya que en Colón lo hizo (contando todos los torneos) en 70 oportunidades (con 29 victorias, 22 empates y 19 derrotas), mientras que en Huracán, al comienzo de su carrera, lo hizo en 52 ocasiones (18 triunfos, 22 empates y 12 derrotas).
Junto a Eduardo Domínguez, viajarán a Santa Fe su actual ayudante de campo, Leandro Diaz (fue compañero en Vélez y Huracán), Carlos Verna (segundo ayudante), el profesor Pablo Santella (será su tercer ciclo en el club, luego de haber estado con Sensini y con Domínguez en el paso anterior y Bruno Olivetto como editor de videos.