Así como la estadística marca que a Central Córdoba le convierten goles rápidamente, también se puede decir que lo mejor de Colón se puede ver siempre en los arranques de los partidos.
Colón se respaldó y justificó la victoria por todo lo bueno que hizo en el primer tiempo, cuando superó ampliamente a Central Córdoba. El marcador era exiguo, llegó el golazo del Pulga y asunto terminado. Defensivamente, sólido.
Así como la estadística marca que a Central Córdoba le convierten goles rápidamente, también se puede decir que lo mejor de Colón se puede ver siempre en los arranques de los partidos.
Viene bien Colón. Sólido del medio hacia atrás, con pasajes de voracidad que en algunos partidos se manifiesta mejor que en otros. Aquello bueno que hizo en la primera media hora en Florencio Varela, se trasladó a prácticamente los 45 minutos iniciales en Santa Fe. El primer tiempo de anoche, fue lo mejor que se le vio al equipo. Y quedó corta la victoria parcial. Colón superó con amplitud a los santiagueños en el trámite, con una muy buena labor del tándem de mediocampistas más adelantado, con la dupla Bernardi-Chancalay con mucha movilidad y tanto Vigo como Escobar aportando llegada por los costados. Bernardi se convirtió en figura de Colón, sobre todo porque supo capitalizar las imprecisiones, las pérdidas prematuras de la pelota de Central Córdoba en su misma salida y así Colón generó jugadas de peligro aprovechándose de una defensa que quedó mal parada cuando los mediocampistas perdían la pelota con prontitud.
Fue todo de Colón, con un 1 a 0 mentiroso porque debió ser mayor en ese primer tiempo en el que pudo aumentar a través de Bernardi (toque por arriba de la cabeza del Oso Sánchez que pegó en el travesaño y salió) y también de Escobar, que entró por el callejón del "10" y remató en forma cruzada o un mano a mano de Morelo que se fue cruzado y desviado.
Así como la estadística marca que a Central Córdoba le convierten goles rápidamente, también se puede decir que lo mejor de Colón se puede ver siempre en los arranques de los partidos. No pierde tiempo, aprieta, juega a forzar el error del rival y cuando alguien se equivoca, como pasó con Bay frente a Aliendro en la maniobra del gol de Bernardi, que aprovechó el muy buen centro a la cabeza que le puso el ex jugador de Atlético Tucumán, Colón no perdona y ejecuta.
Toda esa imagen de convicción, confianza y ráfagas de buen juego que alcanzaron para acumular sobrados méritos en el primer tiempo ante un rival que recién se despertó y salió del letargo en los minutos finales de la parte inicial, se desvanecieron en el segundo tiempo.
Colón fue perdiendo esa claridad para marcar diferencias en el medio, que nacía en el fútbol que habían generado Bernardi (figura del partido) y Chancalay, más la subida de los laterales y el acompañamiento de Aliendro. Empezó a crecer el rival, aunque sin molestar demasiado. Colón controlaba bien, en el aspecto defensivo, a los dos "9" que intentaban complementarse por adentro (la dupla Riaño-Ribas). Bien Bianchi, en ese aspecto, secundado correctamente por Olivera y Delgado a sus costados.
Hubo algo que Colón hizo bien: el retroceso. Eso forma parte del libreto de Domínguez. Jamás Central Córdoba lo tomó mal parado. Siempre estaba la línea de cinco defensores, más Lértora, parados delante de la línea de pelota y esperando de frente a los volantes y delanteros rivales. Esperó hasta el segmento final Domínguez, se asentó en la solidez que se transmitía desde el fondo y cuando vio cansado a Morelo -otra vez de gran desgaste- lo puso al Pulga Rodríguez, que fue artífice del resultado al conquistar un segundo gol con exquisita y jerarquizada definición, colocando la pelota con el empeine luego de recibir un pase atrás de Bernardi, desde afuera del área y "colgando" al Oso Sánchez. Después pudo aumentar Bernardi en una jugada que, de haber terminado en gol, le hubiese competido en el mano a mano por el golazo de la noche a la brillante definición del Pulga.
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Colón tiene ratos de buen fútbol, allí generalmente logra convertir algún gol y después se dedica a trabajar el partido basándose en la solidez que tiene para retroceder, no brindar espacios en el fondo y defender el resultado. El libreto de Domínguez está funcionando. Hizo que el equipo recupere algo que había perdido por completo en la temporada anterior, cuando le llegaban y le convertían. Con Domínguez, el trabajo defensivo ha crecido considerablemente. Pero no se queda sólamente en eso su estrategia, sino que aporta esos lapsos en los que muestra intensidad del medio hacia arriba y sabe llegar al gol.
Colón ganó muy bien, se respaldó en un triángulo que le aportó fútbol y verticalidad (Chancalay-Aliendro-Bernardi), más las subidas de Vigo por derecha, algún aporte de Escobar por el otro sector y la capacidad de todos para retroceder y no ofrecer espacios en defensa. Colón ataca con mucha gente y defiende con mucha gente. Es meritorio y por eso está mostrando un nivel interesante de juego. Así, transita por el buen camino.
Pirotecnia
Cuando salió el equipo, atronó la pirotecnia en las adyacencias del Brigadier López. Los hinchas se hicieron escuchar en el silencio del Brigadier López y aportaron algo de ruido en la noche santafesina. Otro hecho para destacar: fue la primera victoria en Primera de Colón sobre Central Córdoba de Santiago del Estero, en tres partidos en la máxima categoría. Contando los enfrentamientos en la B, son tres los triunfos de Colón ante los santiagueños.
Colón 2 | C. Córdoba 0
Cancha: Colón.
Arbitro: Jorge Baliño.
Colón: Burián; Olivera, Bianchi y Delgado; Vigo, Aliendro, Lértora, Bernardi y Escobar; Chancalay y Morelo. D.T.: Eduardo Domínguez.
Central Córdoba: Sánchez; Quilez, Salomón, Sbuttoni y Bay; Galeano, Vera, Rojas y Vieyra; Argañaraz y Riaño. D.T.: Alfredo Berti.
Goles: en el primer tiempo, a los 6 m Bernardi (C) y en el complemento, a los 36 m Luis Miguel Rodríguez (C).
Cambios: en el primer tiempo, a los 34 m Ribas (CC) por Argañaraz. En el complemento, a los 22 m Cerro (CC) por Rojas; a los 24 m Vella (CC) por Galeano y Rosales (CC) por Vieyra; a los 28 m Rodríguez (C) por Morelo; a los 37 m Brian Fernández (C) por Chancalay y a los 42 m Farías (C) por Bernardi.