Nicolás Leguizamón, el delantero que apareció en la primera de Colón y que necesitó de una actuación espectacular en un clásico de Liga para recuperar su lugar en el plantel profesional y para que el técnico de turno vuelva a confiar en él, volverá a formar parte del plantel sabalero luego de rescindir su vínculo con Defensa y Justicia, donde viene de salir campeón de la Copa Sudamericana.
Así, Leguizamón se suma al volante Alexis Castro (ex Tigre, San Lorenzo, Defensa y Justicia y Tijuana de México), el defensor Paolo Goltz (ex Huracán, Boca y Gimnasia), el volante Rodrigo Amaral (viene de Nacional de Montevideo y llega con el pase en su poder) y ahora el delantero Nicolás Leguizamón.
¿Se retira del mercado?. Es probable que así sea. Al menos, daría la sensación de que los requerimientos mínimos del entrenador estarían cubiertos, aunque Domínguez fue claro en la parte final de la temporada que empezó el año pasado y terminó este año, al señalar que el plantel es corto. Pero se sumaron jugadores en lugares clave y todavía no está dicha la última palabra, pues habrá que ver si pasa algo con el interés manifiesto de River por Alex Vigo (viene atado a la posible venta de Montiel) y a una decisión que todavía no ha tomado Germán Conti, quien tiene un ofrecimiento del fútbol brasileño (concretamente de Atlético Mineiro) y Colón estaría a la expectativa de lo que el Flaco resuelva.
En el caso de Nicolás Leguizamón, a sus 26 años recién cumplidos y habiendo tomado aire con este año de permanencia en Defensa y Justicia, donde marcó 3 goles en 14 partidos y no entrando como titular en la mayoría de las veces, vuelve con la medalla de campeón sudamericano y con todas las ganas de aprovechar esta nueva oportunidad. Se dice que Domínguez lo habló, le dijo que lo necesitaba, que era una buena oportunidad su regreso al club y así "Legui" rescinde su contrato con Defensa, al que todavía le faltaban seis meses de duración.
En un mercado bastante deprimido, es muy difícil encontrar delanteros. ¿Tendrán algún otro en vista?, no se sabe. Seguramente que sí, pero la realidad es que se trataba de un sector de la cancha muy deprimido por la salida de Viatri, la lesión de Morelo (estaría en condiciones para la cuarta o quinta fecha), la situación de Brian Fernández (incierta en cuanto a su retorno) y ahora la marcha atrás que se dio con un jugador que estaba casi afuera del club porque su deseo era el de no continuar, pero que luego de una charla con su representante, se acordó en principio su continuidad, más allá de que no podrá estar en la primera fecha porque llegó al límite de cinco amarillas y recibió una fecha de suspensión.
¿Será Amaral un buen sustituto para la ida de Chancalay?, está por verse. Amagó con convertirse en una gran estrella del fútbol uruguayo, pero no terminó de aprovecharla. Inclusive, tampoco capitalizó la chance de haber sido adquirido -en un porcentaje- por Racing de Avellaneda. No jugó nunca en la primera y volvió a Nacional, sin continuidad en los últimos partidos del torneo pasado ni tampoco en la Copa. Domínguez lo pidió y en Colón lo "relojearon" en un amistoso que se jugó hace un tiempo entre ambos equipos en Montevideo en una pretemporada.
Hilando fino, el plantel "hace agua" en algunos sectores de la cancha. Por ejemplo, el "5" de recuperación ha sido Lértora, que tuvo un rendimiento aceptable y formó un buen tándem con Aliendro, aunque en el caso de este último, un poco más adelantado y con obligaciones ofensivas. De todos modos, esa posición en la cancha requería de la llegada de algún otro volante de corte defensivo, un recuperador nato. Quizás se haya buscado pero no se pudo encontrar.
Las expectativas previas no difieren demasiado de lo que pasó en el torneo pasado. Colón hizo una buena primera parte, pero en la segunda tambaleó. Perdió cuatro partidos seguidos de local y el rendimiento fue de mayor a menor, más allá de que hubo partidos rescatables, como el que jugó contra San Lorenzo en Buenos Aires. Era un torneo corto y sin el compromiso que se le abre nuevamente de mirar la tabla de promedios para no descender y encontrarse en un lugar de incomodidad. Tendrá dos años para salir de ese pozo y tomar aire, es cierto. Pero el primer objetivo será ese, el de la suma de puntos para levantar el promedio porque se vendrán años con muchos descensos en un fútbol argentino que va de banquina a banquina entre los que pretenden subir la cantidad de equipos para sacar algún provecho propio y los que pretenden un fútbol más jerarquizado y mejor organizado con un torneo que tenga una cantidad de equipos que lo permita, cosa que no pasa ni con 24, 26, 28 y mucho menos con 30.