Osella: "Traté de darle forma a un equipo que no la tenía"
El entrenador habló luego del empate con All Boys y dijo que “Colón no fue un equipo desparramado, ni entregado ni tirado”. Asumió la frustración, porque “este club está para otra cosa”.
Habían pasado ya casi media hora del final del partido. No era tiempo suficiente para reflexionar, quizás apenas para intercambiar algunas sensaciones que, por ser en caliente, posiblemente no se puedan sostener –o sí- con el correr del tiempo. Víctor Godano, Marcelo Negrete e Iván Moreno y Fabianesi conversaban en la misma puerta de ingreso del vestuario visitante de la cancha de All Boys. En los dirigentes y el gerente deportivo estará la decisión de cómo será el futuro futbolístico de Colón. ¿Seguirá o no Diego Osella?, ¿qué perfil de entrenador se buscará en el caso de que se provoque el cambio de conductor?, ¿qué pasará con los jugadores que terminan el contrato y que son la gran mayoría?, ¿qué pasará con los futbolistas de experiencia que se quedaron o vinieron al club con el deseo de que el paso por el ascenso sea lo más efímero posible, caso Goltz, Toledo y Prediger?, ¿hay cierre de ciclo para ellos?, ¿qué decisión se tomará ahora con Ignacio Lago, la gran figura de Colón y que lamentablemente dejó al equipo con una ausencia demasiado notoria e irremplazable por su lesión?. En fin, éstas y otras preguntas que ahora deberán hacerse los dirigentes y Moreno y Fabianesi para comenzar a decidir, mientras el dolor de la eliminación y la bronca de los hinchas resulta inocultable.
A todo esto, Diego Osella habló del partido e hizo una primera evaluación, dejando en claro sus deseos de continuar luego de estos seis partidos en los que dirigió al equipo.
“All Boys iba a jugar con nuestra desesperación, manejamos el partido en el primer tiempo, nos hicieron el gol, lo empatamos y pudimos haberlo ganado. Las situaciones más claras fueron nuestras. Nosotros en todo momento pensamos en un partido largo y por eso no queríamos desordenarnos. A las oportunidades las tuvimos con Taborda, con Neris y nos vamos con la amargura de no haber podido seguir adelante”, fue el primer balance de los 90 minutos en Floresta que hizo el entrenador rojinegro.
“Tuvimos una desatención en la pelota parada, los cambios entraron bien pero no entró la pelota”, continuó Osella, explicando las modificaciones que hizo y los ingresos en el final de algunos jugadores que dieron buenas respuestas, sobre todo Soñora, que jugó los mejores 20 minutos desde que llegó a Colón, con gol incluido.
“Es una pena porque desde que llegamos encontramos mucha predisposición y armonía. Pareció que todo era muy caótico cuando nos presentamos al plantel, pero enseguida todo se alineó y en ese sentido no tengo más que reconocimientos a estos jugadores. Tuvimos una recuperación futbolística y en un partido cerrado como este con All Boys, como lo fue para todos los equipos en desventaja deportiva que jugaron esta primera fase, nos quedamos con un sabor a poco por lo que es Colón y por la grandeza de este club, que no se merece seguir en esta categoría”, continuó un consternado Osella.
Diego Osella, DT de Colón. Crédito: Matías Nápoli
En cuanto a la chance de quedarse, dijo que “la evaluación sobre mi trabajo la tendrá que hacer Iván en primera instancia, junto con los dirigentes. Yo lo que pudo decir es que he tenido respuesta de los jugadores, buena predisposición de todos. Y que a lo largo de las seis fechas que dirigí, jugamos mejor que el rival. Este partido con All Boys fue muy parecido al partido pasado y al de Rafaela, donde merecimos otra suerte en el resultado final. Pero es inevitable ver la parte del vaso vacío. Yo siento mucho cariño por esta institución y a eso todos lo saben. Este fue un año largo y yo llegué para descontaminar un poco todo esto. Creo que eso se logró y no alcanzó. Esa es la realidad”.
En otra parte del análisis sobre estos seis partidos que le tocó dirigir, agregó que “Colón no fue un equipo desparramado, ni entregado ni tirado. Estos son partidos largos, hay que jugarlos con inteligencia y no se puede especular en estos partidos con nada. Lo intentamos y no se pudo. Hay tristeza y sabor a poco”.
“Pudimos encontrar un funcionamiento, le llegamos rápido al futbolista y se convencieron de cuál era la idea. Tratamos de darle forma a un equipo que no la tenía. No nos acompañaron las lesiones, la poca conversión de las ocasiones y todo eso lo pagamos. Atacamos, a veces como quisimos y otras veces como pudimos. Pero el rango de poca efectividad en el arco contrario fue el gran detonante por el cual no pudimos ganar más puntos. Yo estoy tranquilo porque dimos todo, me metí en el predio y no salí de ahí. Me dediqué a laburar sin parar. Tuve todo el apoyo de los jugadores y de los dirigentes. Habrá que evaluar este trabajo en general y ellos seguramente la harán sobre nuestra función y verán si servimos para continuar con esto. Personalmente estoy muy satisfecho de este corto proceso y de la manera en que lo pudimos afrontar, con todas las vicisitudes que tuvimos en el medio”, siguió Osella, que claramente dejó la impresión de querer continuar.
“Entregamos todo hasta el último minuto y no bajamos los brazos, en un partido trabado y duro, a nadie le sobró nada en estos cruces”, agregó el entrenador.
Consultado sobre cuáles son los próximos pasos a seguir, dijo que “el miércoles vamos a volver a trabajar, hablaremos bien con Iván y con los dirigentes y luego veremos de qué manera sigue este proceso, ya sea con nuestra continuidad o poniéndole fin a nuestro trabajo”, concluyó un Osella que abandonó el estadio de All Boys con la lógica frustración de no haber logrado la continuidad del equipo en el Reducido, sabedor de lo que significa Colón en este torneo y de los objetivos que se habían planteado en un primer momento.
Diego Osella, DT de Colón. Crédito: Matías Nápoli
Osella no le escapa a la cadena de responsabilidades que también integra, pero está muy claro que acá hubo una sucesión de errores y malas determinaciones que se tomaron equivocadamente o no supieron corregirse a tiempo. Todo el virtuosismo de la parte inicial, con aquel arranque estupendo del equipo de Delfino, se fue desmoronando y la caída no tuvo fin. Delfino lo adelantó, cuando habló de esa caída. Pero no tuvo argumentos para detenerla. No se hizo un buen mercado de pases, se sumaron los problemas internos en el plantel y las decisiones que se tomaron con relación al técnico, sobre todo cuando llegó De Paoli a doce fechas del final.
Muchas responsabilidades pasaron por lo dirigencial y allí es donde hay que hacer la autocrítica y el “mea culpa” que permita asimilar los errores para no repetirlos. Colón arrancó este torneo como para “comerse los chicos crudos” y terminó padeciendo y abandonando prematuramente la competencia. Un aroma a fracaso profundo que no se puede disimular.
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