Por José Luis Lanao (x)
Habló de su experiencia en MasterChef, de la cocaína, del Covid y de su admiración por Menem. Un personaje, un "loco lindo" que ahora se ha transformado nuevamente en un personaje mediático, sin pelos en la lengua.
Por José Luis Lanao (x)
(x) Ex jugador de Unión y campeón Mundial Tokio 1979
"Ser creyente me ayudó, pero salí del infierno por propia voluntad", dice el Turco García cuando habla de su adicción a la droga.
De repente el mundo parece haberse hecho más pequeño. Todo el universo cabe en el departamento: las realidades imaginadas, las paralelas, los sueños arrasados, las ilusiones postergadas. La nueva realidad es un mundo de litio, donde el celular es el gran chivato, el que te espía cuando duermes, cuando lo tienes apagado, encendido, silenciado, y el que comercia con la vida que le regalas. Es la realidad turbia, concreta, compacta de la sociedad de la vigilancia, del hombre antena, del "repetidor" humano, poseído en recibir, mandar, transmitir, mirar, comprar, desear, y el que te va a delatar si un día caes en manos de la justicia. Para Claudio García, su celular es una brasa encendida. Con más de 100.000 seguidores en los hornos virtuales, el ex Colón, Huracán, Racing y la Selección Nacional, se encontró de repente con una fama exuberante, cósmica, que le permitió colarse en MasterChef Celebrity heredando esa forma de mirar al mundo a través de un velo de recuerdos.
-¿Ya se familiarizó con la máquina de picar?
-No, no la uso.
-No, la mediática.
-Bueno, jaja, no, no. En MasterChef no triturábamos a nadie.
-¿Le daba miedo la televisión que disuelve en ácido al personaje?
-Miedo no, tal vez respeto, porque te puede destruir. Por eso cuando me ofrecieron MasterChef no lo dude. Es un programa de entretenimiento, para toda la familia, donde no hay peleas, no hay discusiones.
-¿La televisión no se empeña en proponernos modelos de hombres y mujeres cuyo mayor talento consiste en no tenerlo?
-Sí, una parte sí, pero esa televisión no me interesa. En MasterChef participamos al ser reconocidos por alguna actividad.
-Cocineros de prestigio internacional han criticado el formato por ser un "reality" paradójicamente ajeno a la realidad de las cocinas de los hogares. Lo desacreditan expresando: "quién no tiene un bote de nitrógeno líquido en la heladera"...
-Te refieres al humo líquido, ¿no? No lo hemos utilizado. Es cierto que la gente por lo general no tiene humo líquido en la heladera, pero los platos que hacíamos eran sencillos, conocidos, con productos de calidad. Tal vez alguno se salía un poco de lo común.
-¿El plato de molleja con caviar?
-Sí, jaja. El jurado me mató. En Argentina te compras un auto antes que un kilo de caviar.
-El rebrote de la pandemia se ha agravado en todo el mundo. Hablamos de la ética del cuidado pero nos olvidamos de su épica ¿Se ha concienciado la calle de la gravedad de la situación?
-No, no lo suficiente. No en su verdadera dimensión. Por internet circula una frase: "el virus no tiene piernas, usa la de los boludos anticonfinamiento". Es increíble que al día de hoy todavía haya gente que salga a la calle sin barbijos, que hagan fiestas, que no respeten las normas. El covid no es broma. Lo sufrí en agosto, y lo pasé mal, no al punto de morirme, pero mal. Hay que cuidarse, cuidarse de verdad, protegerse, aceptar los protocolos.
-¿Se contagió su familia?
-No, gracias a Dios no.
-¿Fue la religión quien le ayudó a superar su adicción a la cocaína?
-No, fui yo. Ser creyente me ayudó mucho, pero salí del infierno por mi voluntad.
-Como creyente, ¿qué opina del aborto?
-Prefiero no opinar.
-Carlos Fuentes decía que la materia prima la pone Colombia, pero la nariz la pone Estados Unidos...
-Es verdad. Son los países ricos los que más consumen.
-¿Veremos algún día en Neflixt el serial de un "narco" de fama global , blanco, caucásico y estadounidense?
-No, no lo creo. Es el mensaje contaminado de hacer creer que la droga es un problema nuestro, latinoamericano.
-¿Hay mucha cocaína en el fútbol argentino?
-Fuera del campo de juego mucha, dentro lo desconozco.
-¿Qué recuerdos tiene de Santa Fe?
-Muchos y muy positivos. Antes de firmar estaba un poco reticente a ir, especialmente por la humedad y el calor. Luego disfrute mucho de la ciudad, es maravillosa. Tengo un muy grato recuerdo de Santa Fe.
-¿Y de la experiencia futbolística en Colón?
-Me encontré con un club ordenado, serio, con ganas de hacer algo importante. Para mí fue espectacular el año y medio que pasé en Colón. Le agradezco enormemente a la gente por haberme tratado tan bien
-¿La admiración por Menen continúa?
-Me gustaba el personaje. De política no entiendo nada. Se lo presenté a mi viejo, él no quería, era peronista de toda la vida y tenía sus dudas.
-¿Le cayó bien?
-Sí, le cayó bien.
-¿El caviar mejor iraní que ruso?
-Jaja, que sé yo. El iraní dicen que es más exótico.
Ahora que la vida es una herida abierta, donde el dolor se hace visible, nace esta sonrisa honesta, amable, cercana, esta esquina de felicidad alejada de la estridencia ronca del fanatismo y de las disfunciones del alma. La vida del turco García parece haber salido de un cuento de Raymond Carver, un drama intenso con momentos de genuina belleza, alambicada, nihilista, cautivo por la antigua existencia agitada; y por la nueva, cuajada a lomos de una locura deseada a puro embiste de nitrógeno líquido.