Por Ignacio Andreychuk
[email protected]
Últimamente, cuando se habla de obras en el estadio del Club Atlético Colón hay que esperar cualquier cosa. En el buen sentido, lógicamente. Ya no sólo se trata de pintura, revoques, cambio de butacas o doble alambrado, sino que en esta nueva era se diseñaron proyectos muy ambiciosos, capaces de brindarle al reducto de barrio Centenario una fisonomía moderna, con características superadoras.
El plan de obras 2010 que anunció el presidente Germán Lerche junto a su comisión directiva significa una remodelación casi completa, tendiendo en cuenta que no se tocará el sector este.
Pero el cerramiento previsto para las cabeceras norte y sur, y su conexión con los codos del sector oeste, sin dudas que le darán una completa distinción al estadio sabalero.
Pocos son los clubes que tienen la oportunidad de sumar ladrillos y hacer arreglos, inclusive hasta cambiarle a la fachada la cara con un poco de pintura. Es entendible, porque las necesidades también pasan por otro lado y el día a día consume los fondos. Ahora, cuando el gobierno de una institución se presenta frente a sus socios en un ámbito de intimidad, como es una asamblea, y les proyecta semejante plan de obras las sensaciones que se generan en el hincha son de orgullo y grandeza. Así se siente hoy la mayoría de los hinchas sabaleros al ver cómo crece su “casa”.
Más comodidad
Los simpatizantes que asistan a la cancha allá por 2011 y elijan los sectores de los nuevos codos o la segunda bandeja norte, no sólo verán el partido con un absoluto confort sino que tendrán un espacio único dentro del estadio.
La última obra de gran envergadura que Colón realizó en los últimos meses fue la de los nuevos bancos de suplentes y la reforma en profundidad de la platea oeste en el sector del foso.
“Esto forma parte de una serie de modificaciones que tenemos previstas hacer en el estadio con vistas a la llegada de la Copa América 2011 a Santa Fe”, auguraban los directivos rojinegros a mitad de año, cuando los obreros trabajaban en los remozados banquillos de relevos y plateas contiguas. Finalmente, las reformas se presentaron ante los socios, hinchas y medios de prensa momentos antes de arrancar la competencia en el Torneo Apertura de Primera División.
La Copa América
A partir de la confirmación por parte de Julio Humberto Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, de que Santa Fe y, en particular, el estadio de Colón, será subsede del torneo internacional de selecciones más importante del continente se generó una enorme expectativa en la comisión directiva que comanda Lerche.
Y ese deseo de que todo salga correctamente y que el escenario esté a la altura de tamaña convocatoria pasó a ser un tema de conversación diario en el seno de Colón. Inmediatamente, el titular sabalero comenzó a tener distintas reuniones con funcionarios públicos y representantes del sector privado de la ciudad para trabajar mancomunadamente en la llegada de la Copa América.
Si bien falta bastante, el primero en dar el paso al frente fue Colón, que con obras de magnitud prepara su estadio de la mejor manera para que la recepción sea inmejorable.
También el predio
En esta versión muy mejorada de la entidad rojinegra, lo que aún no se inauguró y ya está al caer es la nueva pensión para 80 jóvenes en el predio deportivo ubicado en el kilómetro 154 de la autopista Santa Fe-Rosario.
Se trata de una construcción inédita para el club, que históricamente sólo tuvo la pensión debajo de la tribuna norte y algunas viviendas.
Aquí se busca concentrar el futuro de la institución, los “productos” de la fábrica sabalera que llegan de otros lugares con hambre de gloria y que, en breve, podrán vivir en el amplísimo complejo donde se entrena el plantel de Primera División. Es decir, los chicos tendrán un contacto fluido con los jugadores del elenco principal del club, lo cual motivará mucho a los chicos de las inferiores.
El Colón 2010-2011 será el mismo, pero se verá de otra manera. Las raíces que se están echando en tierras sabaleras son fuertes, con un sentido común generalizado de tratar los temas de fondo con seriedad y responsabilidad.
“¿Cuánto hace que no se habla de que se va un técnico o que nuestros jugadores se van a Boca o River? Todos están bien en Colón y quieren quedarse”, asegura el presidente Germán Lerche. Lo primero que le brindó mucha tranquilidad a toda la familia sabalera fue el alejamiento de los promedios del descenso, una cuestión que generó muchos inconvenientes en la vida del club. Ahora, como los números se modificaron positivamente, tanto en lo deportivo como en lo económico, las aspiraciones son otras: política fuerte en materia de fútbol amateur, protagonismo del plantel de primera en los torneos de AFA; participación en copas internacionales (jugará la Libertadores y aspira a ingresar en la Sudamericana), entre otras.
Corren buenos tiempos en barrio Centenario y, si el ritmo de trabajo lo permite, las obras anunciadas por la comisión directiva concluirán a principios de 2011, año que será histórico para la institución sabalera debido a la llegada de la Copa América a Santa Fe.