"Nosotros se lo dijimos y se lo pedimos, pero nos sacó c...", aseguran algunos integrantes de la actual Comisión Directiva. Lo concreto es que el llamado "Nuevo Mural de Colón" tiene la estrella, el slogan ("El equipo campeón de la ciudad"), la fecha histórica (04-06-21) el nombre del DT campeón (Eduardo Domínguez) y los 31 (¡sí treinta y uno!) nombres de los players que fueron inscriptos en esa lista inicial de buena fe en la AFA. Hay que recordar que era ese listado amplio que aplicaba en el momento más duro de la pandemia en la Argentina. Tiene todo eso pero no el nombre del presidente campeón. O sea...José.
La pregunta, en consecuencia, surge sola, como en cualquier gran obra de gestión: ¿por qué no está el nombre del Presidente Campeón?. Si bien Colón es ese lugar del mundo donde "todo puede pasar y nunca te aburrís", nadie duda, claramente, que el título de campeón en la Administración de José Néstor Vignatti es lo más importante en toda la historia de Colón en Santa Fe.
Si la respuesta pesimista es ¿qué tiene que ver Vignatti si no entraba a jugar?, yo recomendaría a los "puteadores seriales" del presidente cuando la pelotita no entra que entonces retiren las críticas.
En síntesis, las rosas y las espinas siempre van para el mismo lado en el fútbol. Seas canillita o salgas campeón. Si Colón fue campeón, es responsable. Si Colón se va a la "B" será culpable.
Mi conclusión final tiene dos mensajes: 1) todo lo que hizo Colón con el mural fue una desprolijidad y una payasada hacia la idea original de homenajear La Olla, los 40.000 y Los Palmeras. Una foto equivocada no puede costar lo mismo que un millón de recitales donde dos tipos (Marcos y Cacho) siempre confesaron que son "enfermos" de Colón y se la pasaron hablando de Colón en todos los lugares del mundo.
Ahora bien, como la macana ya está hecha y se decidió ir por el lado de la estrella, afirmo y sostengo que el nombre de José Néstor Vignatti debe estar sí o sí en el mural. Como está el "Barba" y los 30 nombres de los players. Porque si Vignatti no tuvo nada que ver con el máximo éxito no es justo hacerlo cargo de los ocasionales fracasos.
Al César lo que es del César. Y al "Gringo" lo que es del "Gringo".