Vignatti: "Esta Copa no es mía, es de todo el pueblo de Colón"
Más de media hora, en un mano a mano exclusivo con El Litoral, con quien cambió el curso de la historia para siempre. "A las cinco de la tarde Domínguez me dijo: «Quédese tranquilo, hoy salimos campeones»".
Aunque parezca mentira, la dejaron servida en bandeja para El Litoral. Es que José Néstor Vignatti, el personaje que cambió el curso de la historia de Colón y del fútbol de Santa Fe todo con esta primera estrella, no tenía una foto mano a mano con la Copa de la Liga Profesional. Increíble pero real.
En las redes, viralizadas, una foto con el "Pulga"; otra con Delgado y Morelo, donde el barbijo "volado" no le dejaba ver la cara. Pero "LA FOTO", que era la del presidente de Colón con la Copa, no estaba. Y fue otro momento exclusivo del diario de Santa Fe. Entre la sesión de fotos y la entrevista, se nos fue una hora. Con Juan Víttori en cámara HD para las distintas plataformas.
Cuando llegamos al predio del Club Atlético Colón, la Copa de la Liga relucía sola en una mesa al aire libre, en una especie de "pérgola" con sillones, piso de madera y cobertura de hierro.
"Donde ustedes quieran hacemos las fotos", dijo Vigantti. Afuera, al aire libre, fresco y con mucho viento. Adentro, al reparo, una mesa servida. En el detrás de escena, un tal Eduardo Domínguez esperando por su primer almuerzo como DT campeón del fútbol argentino. "Vino Eduardo a comer con todos los empleados del predio", me cuenta Vigantti.
En el desfile de fotos, Hugo Pascucci elige: "Hagamos las fotos afuera". Vignatti dice “sí”; se saca y pone el barbijo. "Sacáte el barbijo, José", implora Claudia, su compañera inseparable. "Esperá que se me vuelan las canas", le dice el presidente de Colón al fotógrafo de El Litoral, mientras trata de "alisar" ese cabello fino de color blanco.
José Vignatti es un niño con juguete en Navidad. Está "chocho", feliz. Se ríe a cada rato, hace bromas. Uno porque respeta los momentos: la entrevista dura más de 30 minutos. Si era por la paz interior de Vignatti nos podríamos haber quedado hablando varias horas sin problemas.
Cuando nos acomodamos para la tele y redes, adentro, le cuenta que hablamos con "Facu" Farías y el chico había reclamado su medalla. Entonces, la pregunta surge sola: "¿Tenés tu medalla?". Busca en el bolsillo del pantalón y la saca. Entonces, a pedido de Hugo, se demora la nota y empieza un fusilamiento de flashes en modos bis.
-No se puede caer en la pregunta de rigor: "¿cómo estás?", porque se supone que con la Copa al lado y la medalla de campeón colgando, al presidente de Colón lo invade la felicidad
-Estoy muy contento, feliz, pleno pero tranquilo y ubicado.
-En tu rutina, dicen, que casi siempre apagás el celular tipo 21.30 y lo prendés 5.45 al otro día. Anoche llegaron de San Juan cerca de las 3 de la mañana, ¿lograste dormir?
-Sí, es como que relajé y descansé. A esa parte, la del cuerpo, la manejo bien.
-¿Qué diferencia encontraste, ahora más tranquilo, entre esta final ganada ayer en San Juan y la tan comentada de La Olla en Paraguay?
-Es que aquella vez en Paraguay, lo dije y lo repito, la lluvia desnaturalizó todo, no se podía jugar. Además, el mismo "Pulga" se había doblado el pie y no estaba del todo bien.
-A propósito del "Pulga", el tucumano reconoció que "después de Talleres, me convencí que éramos campeones". ¿Cuándo se dio cuenta el presidente de Colón que este equipo podía ser campeón?
-A las cinco de la tarde en el hotel me di cuenta que Colón era campeón...
-¿Por qué José?
-Porque vino Eduardo Domínguez y me dijo claramente: "Presidente, quédese tranquilo, que hoy salimos campeones". Así, bien firme y convencido me lo dijo, así que llegué al palco muy tranquilo.
-Todo el mundo dice que sos muy duro, frío, impenetrable: ¿te diste el tiempo y la licencia de llorar cuando terminó el partido con Colón campeón?
-(Hace un largo silencio, buscando respirar y se emociona)… Ahora me emociono porque anoche cometí un gran olvido de nombrar a alguien...
-Es mi cuñado, Deolindo Vignatti (N. de R.: su primera esposa y madre de sus hijos es de apellido Vignatti). Fue Deolindo, allá por los '80, el que me trajo a la cancha de Colón por primera vez, desde Videla. Me acuerdo como si fuera hoy: un 2-2 con Estudiantes. Luego, cuando gano las primeras elecciones, Deolindo me acompañó en esa primera Comisión Directiva. Desde el cielo, debe estar feliz.
-A propósito de esos nombres propios, recuerdo que en el viejo edificio de El Litoral te hago tu primera entrevista. Era 1992 y llegaste de la mano de José García… Ahí se puso de moda el famoso "Fondo Rojinegro". ¿Quiénes te impulsaron para arrancar en Colón?
-Vos ya nombraste a José García, había mucha gente más. Incluso muchos ya no viven. No quiero nombrar, porque si me olvido de alguien voy a terminar siendo injusto.
-En esa primera nota declarabas a El Litoral: "Tengo la plata necesaria para evitar la quiebra de Colón". Había que poner plata para evitar el remate del estadio… de la cancha...
-Así fue y lo hicimos. Ahí recuerdo una anécdota hermosa con don Ítalo Pedro Giménez. Éramos tres agrupaciones y había que llevar la plata a los Tribunales. Pasaba el tiempo y Giménez no llegaba. Hasta que aparece y me dice: "Tuve que cagar a palos a varios para juntar la plata"...
-Entonces juntan la plata y evitan el remate de la cancha...
-(Se ríe) Ahí viene lo mejor. Las agrupaciones ponemos el dinero y fijamos la fecha de las elecciones. Entonces, se me acerca Ítalo Giménez y con esa tonada especial me dice: "Mire Vignatti si yo pierdo las elecciones y usted gana, le pido que me devuelva el dinero". Terminamos a las carcajadas. Con el tiempo aprendí a respetar y querer a don Ítalo Giménez.
-Ese edicto de El Litoral donde un martillero ponía a rematar la cancha lo tenés guardado tipo souvenir. Después, con el paso de los años, pasó algo similar: juntaron 16 millones de dólares para salir del Salvataje, porque a Colón lo manejaba una jueza y un Órgano Fiduciario... o sea un escándalo. ¿Qué fue más grave para levantar: lo del '92 o el Salvataje?
-Sin dudas, lo del '92. Casi nos rematan la cancha, no teníamos donde entrenar, íbamos al Regimiento, ni jugadores había. Cuando asumimos, en la primera práctica, había cinco jugadores, entre ellos el "Juanjo" Ferrer.
-La de "Juanjo" Ferrer fue la primera de muchas ventas de un jugador de Colón al exterior...
-Cuando entró la plata de Colombia a las cuentas de Colón por la venta de Ferrer nos aliviamos. Fue como sacar el Quini 6 en esos tiempos complicados para el club.
-¿Qué le dirías al hincha y socio de Colón con esta Copa en la mano, el primer título oficial del club en 116 años de AFA?
-(A pedido de El Litoral levanta la Copa con las dos manos y mira fijo la cámara) ¡Esta Copa no es de una sola persona... esta Copa no es mía! ¡Esta Copa de Colón campeón es de todos ustedes... del pueblo sabalero! ¡Vamos por más... vamos arriba... Colón campeón!.
Gentileza En el área
Foto: Gentileza "En el área"
Gentileza José Nestor Vignatti y su yerno, Javier Beltramo
José Nestor Vignatti y su yerno, Javier Beltramo - Foto: Gentileza