Por Tomás Rodríguez
Por Tomás Rodríguez
En 1968, San Lorenzo de Almagro se anticipó cuatro años a su costumbre de ganar un título de primera división cada 13 almanaques, el último había sido en 1959 cuando lo dirigía José Barreiro y se consagró con una campaña sensacional. El inolvidable equipo de "Los Matadores", bajo la conducción técnica del el brasileño "Tim" (Elba de Paula Lima), arrasó con un fútbol de alto nivel y se calzó la corona sin perder un solo partido, hazaña que ningún club había logrado hasta entonces en el profesionalismo.
A la sólida base que había en la entidad de Boedo (Pedro Alexis González, un centrodelantero con velocidad suficiente, el brasileño lo ubicó de extremo derecho), fue reforzada con Antonio Rosl (Gimnasia y Esgrima de La Plata), Sergio Bismark Villar (Defensor de Montevideo), Victorio Nicolás Cocco (Unión de Santa Fe), Carlos José Veglio (Deportivo Español) y Enrique Salvador Chazarreta (Sarmiento de Resistencia).
El campeonato Metropolitano '68 se jugó en dos zonas para luego cruzar a los dos primeros de cada grupo en semifinales y así definir, en un solo partido, a los finalistas. La afición sanlorencista aguardó con suma expectativa el arranque del torneo, mandando un mensaje clarísimo a los candidatos, especialmente los Grandes, 5 a 1, a Atlanta en Villa Crespo, en la jornada inaugural, con tres goles del "Lobo" Fischer y un par de Cocco, el pibe del barrio San Lorenzo que se formó en infantiles en San Antonio, las inferiores liguistas en Copacabana y luego fue cedido a Unión.
San Lorenzo de Almagro formó con Agustín Enrique Irusta; Sergio Bismark Villar, Juan Carlos Magliolo, José Rafael Albrecht y Antonio Rosl; Alberto Rendo, Victorio Nicolás Cocco y Miguel Angel Tojo; Pedro Alexis González, Rodolfo José Fischer y Carlos José Veglio.
Con trabajo serio y variado de la semana, el equipo se concentraba, sin tensiones en plena calle Lavalle; los sábados por la noche, dentro del horario permitido, era frecuente observar a los jugadores disfrutando del tiempo libre en en las veladas de boxeo en el Luna Park, en las plateas de los teatros de revistas, en los tiempos de oro de Nélida Lobato, Zulma Faiad, Nélida Roca ("La Venus de calle Corrientes"), las santiagueñas Ethel y Gogó Rojo y Susana Brunetti, entre otras o en los cines cercanos al hotel.
En la penúltima fecha, sacó un punto de oro del "Cementerio de los Elefantes", con una excepcional actuación de su capitán, Carlos Adolfo Buticce "Batman", con una serie de "voladas", una de ellas ante remate de Agustín "Mencho" Balbuena, que fue tapa de los principales diarios de nuestro país y España. El Ciclón ganó 14 de los 22 partidos y empató los ocho restantes, marcando 44 dianas y solamente su valla fue vencida en 10 oportunidades.
El 31 de julio, en encuentro nocturno celebrado en el "Cilindro" de Avellaneda, San Lorenzo de Almagro se clasificó finalista al superar ampliamente a River Plate, por 3 a 1, con anotaciones de Pedro González, el "Buchi" Cocco y el "Toti" Veglio. Para que "Los Matadores" se graduaran de equipazo les hacia falta la coronación, teniendo como escenario el estadio "Monumental" de Belgrano, teniendo como rival a Estudiantes armado en la fragua del country de City Bell con extensas jornadas de entrenamientos bajo la conducción del entrenador Osvaldo Juan Zubeldía y del preparador físico Jorge Kistenmacher.
Los héroes del 4 de agosto de 1968 fueron los delanteros "Toti" Veglio y el "Lobo" Fischer, en un partido durísimo por la jerarquía del oponente y áspero por el estilo que caracterizaba a los platenses, San Lorenzo de Almagro aprobó el último examen de carácter, coraje y altísimo nivel de juego; porque tuvo que revertir la ventaja inicial que había establecido a los dos minutos del segundo tiempo; empató cuando el Ciclón asediaba al contrincante. Hubo que ir a tiempo suplementario extra y allí apareció la potencia goleadora del misionero Fischer para levantar la red del portero Poletti con un zurdazo que definió el partido.
"Nosotros nos jugamos el campeonato frente a una multitud de hinchas de nuestro club que llenaron el estadio, tienen que tener los ojos abiertos y estén preparados en las pelotas paradas por elevación que enviarán sobre el área. Si ellos vienen con los alfileres, como frente a los inocentes de Platense, tienen que aplicar el ejercicio que practicamos durante estos últimos días, los agarran de abajo (¿se entiende?) y no los sueltan por más que lloren y soliciten piedad. Al fútbol se gana con armas nobles", les dijo Tim antes de entrar a la cancha.