Por Alberto Sánchez - asanchez@ellitoral.com
Nicolás Frutos se “mueve” en la vida como lo hace en el campo de juego. Nada le resultó fácil al ex delantero de Unión; sin embargo, con cada camiseta que se calzó tuvo la dicha de convertir, ese combustible que todo goleador necesita.
Unión, San Lorenzo, Nueva Chicago, Las Palmas de la segunda división de España, Gimnasia y Esgrima La Plata, Independiente y Anderlecht de Bélgica son los clubes con los cuales marcó. Pero a “Nico”, desde hace aproximadamente tres años, las cosas le están costando mucho más de lo que quisiera. Una aguda dolencia en el tendón de Aquiles lo tuvo a maltraer todo este tiempo, y aún lo está sufriendo: “Hace más o menos tres años empecé con un problema en la planta del pie; igual, jugué seis meses con eso. Luego se produjo un desgarro en la zona y continué jugando durante cinco meses más. Eso ocasionó un sobrehueso en el tendón de Aquiles, me operé en Bélgica y, lamentablemente, la intervención no salió lo bien que esperábamos. Igualmente, jugué dos años con un dolor terrible y de a poquito se fue lastimando el tendón”.
—Así y todo saliste campeón y goleador del Anderlecht...
—Sí, y eso que a los cinco meses de llegar a Bélgica empecé con el problema. Eso frenó un poco mi evolución como futbolista, porque jugaba pocos partidos. Calculá que cada tres o cuatro meses tenía que parar un poco porque el pisar mal y correr con esa molestia me producía un dolor intenso.
Eso no es todo, durante el receso invernal europeo, Frutos vino a nuestro país y tuvo serias complicaciones de salud: “Vine a Santa Fe para las fiestas, y debí internarme por una intoxicación. En el sanatorio me dieron un medicamento, entre un millón, que no debía tomar, y a raíz de eso, me fue comiendo la lastimadura de la intervención quirúrgica y, entonces, tuve que operarme de nuevo”.
—¿Qué sentís después de tanto sufrimiento?
—Todo este tiempo me hizo reflexionar y terminé por pensar que las lesiones a uno lo fortalecen, y eso a veces te hace jugar mejor cuando tenés la oportunidad de hacerlo. Yo ya lo tengo asumido de esa manera; ahora trato de disfrutar el momento y espero recuperarme y estar diez puntos para jugar sin dolor, algo que hace tres años que no puedo hacer. Tengo 27 años, hace tres y medio que estoy en Europa, de los cuales estuve sólo seis meses en condiciones físicas normales.
“La mayor desilusión...”
—¿Estás ansioso por retornar?
—La verdad es que no tengo apuro en volver a jugar, es algo que no me fastidia. Lo único que quiero, después de jugar dos años con mucho dolor, es poder hacerlo sin molestias, que no me duela más, volver a sentirme un jugador de fútbol, entrenando todos los días normalmente, algo que no venía haciendo. Ya veremos después; calculo que entre cuatro y cinco meses me llevará poder jugar nuevamente.
—¿Perdiste las esperanzas de vestir la celeste y blanca?
—Ésa es la mayor desilusión que tengo. Perder la oportunidad de pelear un puesto en la selección, por una cuestión de tiempos, ya que quedan pocos partidos de Eliminatorias y yo tengo todavía mucho hasta mi recuperación total.
—Pero, ¿no hay una mínima esperanza?
—Los comentarios siempre están sobre la posibilidad si uno anda bien. Lamentablemente, la operación tenía que hacerse ahora. Cuando esté bien, calculo que en agosto, van a quedar pocos partidos de cara al mundial. Yo sé que es muy difícil ir a un mundial, pero han probado a tantos que por ahí tener la posibilidad de jugar un amistoso o un partido de Eliminatorias, si seguía rindiendo como lo estaba haciendo, quizás existía. Sin embargo, ahora veré en agosto qué sucede, si tengo la suerte de jugar una buena Champions como lo hice un año y medio atrás, la posibilidad siempre estará. Para alcanzarla, tengo que hacer las cosas lo mejor posible.
—Y ser dirigido por Diego.
—Con cualquier técnico para mí sería espectacular, pero una convocatoria a la selección por parte de Maradona sería un sueño.
“A Unión, no”
—¿Se habló algo de la posibilidad de venir a Boca?
—Sí, cuando se lesionó Palermo hubo algunas conversaciones para venir a Boca, pero es muy difícil que pueda salir del Anderlecht, sólo si el interés fuera de otro equipo europeo, o cuando se termine el contrato y decida volver a la Argentina. Tuve algunas charlas con los dirigentes del Anderlecht y me dijeron que no tenían intenciones de dejar que me vaya. Me quedan todavía tres años de contrato, ya tendré 31 cuando deje de ser jugador del Anderlecht.
—¿Estás al tanto de lo que pasa con Unión?
—Sí, lo sigo, escucho los partidos por Internet, trato de informarme permanentemente, tengo un grupo de amigos hinchas de Unión que siempre vienen a la cancha, así que estoy siempre en contacto.
—¿Volverías a jugar en la Argentina?
—No, lo veo muy difícil, y a medida que pasa el tiempo, más. Tengo una nena que ya va a cumplir tres años y ella lógicamente tira más a la familia, a los tíos, a los abuelos; entonces, eso dificulta todo. Pero uno hace lo que le gusta, es lo que elegí y trato de disfrutarlo de la manera en que las cosas se dan.
—¿A Unión tampoco, entonces?
—No, a Unión volvería a la tribuna o a trabajar el día de mañana en el club, pero como jugador, no.
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