Con el gratificante retorno del líder político natural, como es su presidente Juan Leonardo Vega, anoche se llevó a cabo una trascendental reunión de comisión directiva en el Club Atlético Unión. Después de varios días ausente por cuestiones de salud, que derivaron en una segunda operación en Capital Federal y otra serie de análisis específicos, el popular “Cuqui” Vega presidió la reunión habitual de comisión directiva, donde el tema predominante pasó por el análisis de los hechos ocurridos después del ataque de los barrabravas en el predio de La Tatenguita antes del partido con All Boys.
Se le informó al presidente, como así también al resto de la directiva, de los pasos que se fueron dando y que culminaron con la valiente denuncia que Unión como institución radicó en la sede policial correspondiente. No estuvo presente el vicepresidente, Dr. Rubén Decoud, quien había sido avisado de la reunión.
Más allá de que habrá que aguardar los motivos que exponga el Dr. Decoud para justificar su ausencia, muchos pares de directiva se sorprendieron porque fue justamente el vicepresidente quien remarcó hasta el cansancio que había que asumir una postura firme contra el flagelo de la barra. “Ahora que nos pusimos todos los dirigentes de acuerdo, arriesgando nuestra vida privada y formulando la denuncia para ponernos a disposición de la Justicia, haciendo algo que nunca se hizo en Unión en los últimos años, es una pena que esté ausente en esta reunión de comisión”, confió hoy un allegado a la directiva que prefirió el anonimato ante la consulta puntual de El Litoral.
Los pasos a seguir
Unión realizó, en la figura de Miguel Ponce, la denuncia policial correspondiente. A partir de allí, comenzaron las citaciones e incluso esto motivó el desembarco del secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, junto a un letrado capitalino que a la par de la Dra. Estela Reschia asesoró a los jugadores.
Considerando el partido del viernes con Aldosivi de Mar del Plata, las fuentes policiales citarán a declarar a los jugadores la semana que viene. “Los de acá irán ahora, antes de fin de año; los de afuera, cuando el plantel vuelva de las vacaciones, en enero del 2009”, explicaron a El Litoral.
De todos modos, la investigación para reunir pruebas e identificar a los violentos continúa con muy buen ritmo. Por lo que se pudo saber, el jefe de seguridad del Club Atlético Unión —Mario Isleño— y otros empleados que estaban apostados esa mañana en La Tatenguita ya prestaron declaración y aportaron datos muy valiosos para cerrar el círculo.
En este aspecto, luego de la visita de Sergio Marchi, las máximas autoridades de Seguridad de la Provincia de Santa Fe se pusieron a disposición de dirigentes, jugadores y empleados del Club Atlético Unión. Se reforzó la seguridad en los entrenamientos y en algunos domicilios particulares también, además de estar “pinchados” —como se dice habitualmente— algunos teléfonos y existir ya algunas precisiones de hinchas o barras que serán detectados en caso de acudir el viernes a la noche al estadio 15 de Abril en el partido contra Aldosivi.
Firme decisión
Más allá de haber realizado la denuncia policial correspondiente, algo que nunca se hizo en los últimos años en Santa Fe con el tema violencia, existe una firme decisión de los estamentos de Unión de ir “hasta el hueso” para erradicar a los delincuentes de la institución.
En principio, por lo que se sabe, dos de los tres que amenazaron al plantel rojiblanco están plenamente identificados y en las próximas horas comenzaría la búsqueda para detenerlos. Se trata de los que irrumpieron esa mañana en La Tatenguita para exigirle a los jugadores que entreguen dinero.